Les seré sinceros: me he visto esta película porque tengo un examen de Historia contemporánea dentro de poco y consideré pertinente ver películas que me fuesen ilustrando los acontecimientos que estoy estudiando. El primero de dichos acontecimientos es, efectivamente, la revolución americana.

Estuve buscado películas que abordasen este hecho, y por lo que leí la mayoría eran un poco cutres, pero cuando vi que había una de Ford y con tan buenas reseñas. no dudé en verla, y no me arrepiento. El guión (que es una adaptación de la novela cuyo título es el de la película en inglés) me parece que ilustra bien los puntos cardinales de la revolución, o al menos parte de ellos, tales como la relación del modelo religioso de los colonos con la fundación de la nación, o la idea americana de trabajo, como forma de construir algo desde la nada. Especialmente interesante como tema de fondo es la cuestión del género y de los roles que se desempeñan, y como se va viendo una apertura en estos, todo evidentemente basado en los ideales americanos de igualdad, que poco a poco irían cuajando, aunque no del todo, hasta la actualidad.

Por último, me gustaría subrayar la actuación de Edna May Oliver (Mrs. Mcklennar). He visto que estuvo nominada al Óscar como mejor actriz secundaria. Merecido.

Yo he vine aquí para ver una película que me ayudase a entender algún aspecto de la Revolución francesa (tengo un examen en unos días sobre el asunto) y hay que decir que es una estupenda explicación de varias causas: crisis económica, en parte causada por los excesos de la nobleza, pero sobre todo por la desatención del pueblo en comparación con otros asuntos como la guerra; la increíble diferencia de nivel de vida entre los privilegiados y los no privilegiados, y desde luego el desdén de estos primeros con respecto a los segundos. No obstante, me he encontrado en esta película algunos asuntos que veo más interesantes que el posible rigor histórico de la película: la figura de María Antonieta como ejemplo de feminidad, y el divertido juego de comparaciones que hacía Sofía Coppola al igualar Versalles con la década de los 70 y sus excesos. Siendo esto último una obviedad para todo aquel que haya visto la película, creo es más susceptible de comentario la primera afirmación, y allá voy:

Lo que me parece brillante de este film es que podría terminar cuando finaliza la parte dedicada a la infancia de Napoleón y ya te podrías hacer una idea del talante del personaje y de lo que le sucederá. Y por ende uno también puede darse cuenta de que Abel Gance es un director sublime, el uso de símbolos y referencias hacen que la película, sobre todo en dicha parte inicial, sea un despliegue de poesía de abrumadora belleza.

Dos consideraciones: en primer lugar, las actuaciones de Gérard Depardieu y Wojciech Pszoniak son excepcionales, y en segundo lugar, y en consideración con la primera consideración, no se vean esta película doblada al español, las actuaciones pierden mucho.

En cuanto a la película, me parece excepcional que el director eligiese una etapa tan temprana de los estados-nación para ilustrar el problema más paradójico y preocupante de los mismos, que es dónde queda la legitimidad del pueblo una vez este ha delegado su poder en instituciones. La dialéctica que se establece entre Danton y Robespierre es bellísima, y quedan ambos reflejados como la cara de una misma moneda.