Impresionante, épica, inolvidable. De esta forma se puede resumir esta gran película que no solo consigue mantener la atención del espectador desde que empieza hasta que termina sino que además consiguió revivir un género casi extinguido como era el de "peliculas de romanos". Buenísima interpretación de Joaquin Phoenix y sobre todo de un Rusell Crowe sublime en el papel de Máximo.

Las más de 3 horas de duración de la película se pasan volando gracias a los majestuosos decorados de la misma, la gran actuación de Charlton Heston y Yul Brynner y sobre todo a la gran historia que se nos muestra a los espectadores. No tiene los efectos especiales del siglo XXI pero el hilo argumental, el guión y sobre todo los decorados hacen que no puedas parpadear ni un momento por miedo a perderte alguna de sus grandes escenas. Una obra maestra del cine histórico-épico.