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Francia Francia · París
Críticas de keimus
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Críticas 34
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
4
5 de agosto de 2016
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todos recordarán cuando Batman vs Superman creó una gigantesca expectativa que se luego se desinfló al mostrar una serie de imágenes bonitas y un montón de escenas de buena factura técnica que no aportaban nada a una historia llena de disparates, personajes que no terminaban de convencer y un guion flojo.

Temía que Escuadrón suicida tomase los mismos derroteros luego de una campaña de mercadotecnia viral en la que se nos mostraban una y otra vez el culo de Margot Robbie, las fotos de Jared Leto como el Joker y las noticias sobre los cameos de Batman y Flash. El resultado final es aquello que me esperaba, una película medianamente entretenida, con muchos personajes que en la publicidad se veían carismáticos, pero que les falta algo en la cinta.

Y seamos claros: en sí, la película no es mala. Sin embargo, la historia está hilada de una manera tan atropellada, que al final uno queda con la sensación de que en los trailers había más jugo que en el producto final. Para empezar, la presentación de los personajes aunque es correcta, descompensa la segunda parte de la cinta al durar casi una hora y dejar un poco menos de hora y media para el desarrollo de la historia que debería tener. Además, la razón por la que se conforma el grupo me parece tan inverosímil que me corta la inmersión en la película. Esto, junto al hecho de que el humor no me funcionase del todo y que la música fuese montada de forma desordenada, no me da la sensación de estar frente al producto que me vendían.

Frente a los personajes: Margot Robbie es una de las pocas razones junto a Will Smith y Viola Davis para que la cinta se deje ver, el resto de los actores están correctos. Sin embargo, el que sí decepciona, a pesar de que lo hace muy bien, es Jared Leto, quién después de dar de qué hablar por su personaje, por sus métodos interpretativos, por molestar a sus compañeros de set y por no sé cuántas cosas más; al final, sólo aparece unos pocos minutos en pantalla que no dicen mucho. Compararlo con Heath Ledger me parecería injusto, teniendo en cuenta que este último tuvo toda una película para él; pero la verdad, para todo lo que hablaron y prometieron, Leto sólo ofrece un aperitivo tramposo que da la impresión de estar ahí para traer más gente al cine.

Mi problema más grande sin embargo, es con el concepto mismo del escuadrón. En teoría, la idea es que los personajes fueran unos desgraciados sin sentido alguno de la moral o la ética capaces de utilizar cualquier método para matar algún metahumano que amenazase la humanidad. Sin embargo, David Ayer nos ofrece unos héroes con código moral y todo que me hace pensar, que en este universo, Superman y Batman son los que se comportan como villanos.

Entonces al final, Escuadrón suicida es una película pasable que da la impresión que pudo ser mejor.
keimus
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4
18 de diciembre de 2015
47 de 60 usuarios han encontrado esta crítica útil
Debo confesarles que considero mucho mejor la campaña de publicidad en torno a la película que la misma. Todo el mundo estaba expectante del primer trailer de la película. Mucha gente empezó a intentar encajar la posible historia, como si fuese un juego de tetris y a intentar presagiar que tendríamos una versión lo suficientemente buena para que las nuevas generaciones nos enganchásemos como nuestros padres.

Pero lo cierto es que más allá de la nostalgia y de los bonitos efectos especiales, soy de la opinión impopular que la película no es buena. Claro, los episodios 4, 5 y 6 tienen todos los problemas que quieran y se le pueden encontrar todos los errores que quieran (para no ir muy lejos es un film de ciencia ficción que va en contra de las leyes de la física). Pero funciona. Funciona la historia del padre contra el hijo. De la hermana perdida. Hay miles de interpretaciones desde muchísimos campos y las parodias, como las obras derivadas de la primera trilogía se cuenta en varias cifras.

Pero con ésta no pasa lo mismo. Tenemos la impresión de estar frente a una copia, que por más colores y efectos que tenga no logra enganchar de la misma manera. No sé si es por aquella copia barata de darth vader que pareciese haber salido de un drama adolescente. No sé si es la falta de sentido de un montón de cosas que pasan porque sí. No sé si es el deja vu de estar frente a algo ya vivido antes. O los actores, a quienes no sentimos identificables (por su mala construcción y por sus cambios tan intempestivos). No sé si el problema sea que el director estaba más preocupado por el fan service y crear cliffhangers, en lugar de cuidar mejor la historia. Qué sé yo. Pero no funcionó conmigo.

Esta Star Wars no es una mala película, pero creo que hay mejores opciones a su lado.
keimus
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1
13 de febrero de 2015
43 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde hace un tiempo se sabía que Cincuenta sombras Grey era un libro para niñitas de 15 a 22 años de gustos simples. No estamos hablando de una obra maestra de la literatura sino todo lo contrario, de un libro con buena campaña publicitaria que ha llevado a generar un morbo en el público que ha ido a las salas de cine esperando ver como el famoso Grey (del que muchas mujeres hablan pero ninguna dice exactamente de quien se trata) azota a su amada como se llame.

Pues bien, dejando de lado que Grey es el cúmulo de los lugares comunes de lo que es el supuesto hombre ideal para nuestra sociedad (un hombre exitoso, rico, que tiene un lado sentimental que expresa a través de notas musicales, que tiene un trasero gigante y unos músculos para ser agarrados por manos femeninas y bueno…) y que la protagonista es otra de esas damiselas en apuros que se hicieron de nuevo populares después de Crepúsculo, la verdad es que de la película no nos queda mucho. ¿Una historia de amor? No sé ustedes pero no sentí la química entre los actores. ¿Escenas fuertes y explicitas? ¿Dónde? Después de haber visto películas como la vida de Adèle por ejemplo, estas escenas se hacen simplonas. Lo peor de todo es que el elemento que vende, el sadomasoquismo y las supuestas de desnudos no traen nada nuevo ni transgresor. Tetas ya hemos visto en otras películas y aquel sadomasoquista no se acerca ni de lejos al de Nymphomaniac (al que dicho sea de paso, tampoco es de lo más violento que haya habido). Lo peor es que pega con cariño, o sea, no pega bien.

¿Entonces qué nos queda? Una película demasiado superficial en el que la mujer se la pasa mordiéndose el labio (de una forma poco sexy) y un tipo sin sonreír y mirando feo, se convierte en un macho deseado. Con esto lo que quiero decir es que la película cumple con las expectativas: es mala y para qué les digo que no vayan a verla si estoy seguro que la irán a ver por el mismo morbo por el que fui, para luego salir diciendo “demonios, no hubiera perdido el tiempo acá”. Igual ya todos sabíamos que la película iba a ser mala porque está basada en un libro de ínfima calidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
keimus
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4
2 de febrero de 2015
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para empezar busquen ustedes en los anales de la historia reciente a un genio incomprendido, que en la pantalla deberá mostrarse como un ser de pocas capacidades sociales; que parece arrogante por no saber acomodarse a los convencionalismos sociales, a pesar de que tiene un buen corazón. Que es sarcástico. Que se gana enemigos que lo quieren ver destruido (sin importar que ello acarree en este caso, una pérdida de vidas humanas que nunca vemos en pantalla), pero a quien nunca pueden derrotar gracias a la fuerza de la amistad. Que está solo en el mundo antes de que llegue una chica a salvarlo, a entenderlo y a ser su medio de comunicación con el resto del planeta. El único problema de este último ingrediente es que si el tipo es homosexual, habrá que torcer la historia de amor (que la debe haber) en pro de una amistad enamoradiza entre chica y chico (que se acerque al amor). Porque sin la chica apoyando al chico, los espectadores se pueden perder, pueden sentirse huérfanos y por tanto querrán ver la película del otro lado de la sala, en donde la mujer sí toma de la mano a su genio para enseñarle el lado oscuro de la luna. Por último, nuestro genio tiene que hacer un descubrimiento importantísimo en un bar, al calor de unas cervezas, a raíz de un comentario banal de alguna de los presentes. Esto es importante, porque si bien aquel descubrimiento pudo haberlo hecho el genio en la soledad de su trabajo, al público no le parecerá creíble si no se gesta de la manera más azarosa posible en un bar (sí tiene que ser un bar), con una chica guapa de por medio.

Así me sentí con The Imitation Game, una película de buenas intenciones que termina cayendo por el camino de lo políticamente incorrecto y por la vía adecuada para ganar un oscar. Sí, podrán hablarme de la buena actuación de Benedict Cumberbatch, de los escenarios, de la cuidada fotografía, pero la historia se me hizo otra copia de una mente brillante que no le hace tributo a un genio como Turing. Puras escenas de lagrimilla fácil y reflexión a lo Paulo Coehlo (sí eres diferente, tú puedes; es mejor ser amado que temido y por eso se atrapan más moscan con miel que con hiel sin importar si éstas son mediocres) que a mí personalmente no me gustan de a mucho. Además, considero que el personaje de Keira Knightley es uno de los más banales que me he encontrado en películas recientes. Sí, yo sé que Joan Clarke no es ninguna don nadie, pero aquí Keira no aporta mucho.

En todo caso, todos aquellos hechos son pequeñeces al lado del tema de fondo que es el que más debería tener fuerza en la historia: la homosexualidad de Turing. Ésta es mostrada por los bordes, de forma blanda como si fuera un hecho más en la vida del matemático (a pesar de los letreritos del comienzo y final). Nunca lo vemos con su amante, nunca sabemos de Arnold Murray (personaje importante para saber del robo), nunca vemos la dimensión exacta de qué magnitud era la injusticia contra Turing, ni tampoco la fuerza con la que combatió este matemático contra los prejuicios (sí, porque él no era un llorón que se quedaba en su habitación lamentándose de su situación, sino le hizo frente hasta la absurda condena de los tribunales británicos). Supongo que a pesar de que en nuestros días muchos de esos tabúes y prejuicios se han caído, el tema sólo da para historias blandengues y no para una verdadera reflexión en la que podamos observar la magnitud de las cosas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
keimus
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6
30 de enero de 2015
10 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde su primera temporada, AHS ha sido una de las series que más me ha interesado. Recuerdo que vi con interés aquella primera temporada en aquella casa maldita (sobre la que escribí hace ya un buen tiempo), luego disfruté con el mismo ímpetu aquel epítome de locuras y de hechos sobrenaturales en aquel asilo para enfermos mentales, donde el diablo quiso tener su morada; y finalmente, a pesar de los altibajos, terminé la tercera temporada (aunque debo confesar que sin muchas ganas).

A pesar de mi desanimo por mi paso en aquel aquelarre de brujas, llegué a la cuarta temporada espoleado, queriendo más de la historia de una nueva historia de terror protagonizada por la genial Jessica Lange y bueno, en los primeros capítulos tuve algo de ello. Debo confesar que vi en AHS Freak Show un potencial alto, gracias a las historias que se cernían alrededor de aquella carpa en la que seres humanos— despreciados por el común de la sociedad por su aspecto — tenían que vérselas con el día a día, con los prejuicios, con el espectáculo y con los cazadores que asechaban sin cesar. La ambientación y la estética daban a pensar que íbamos a tener una buena temporada que nos llevase a tener los pelos de punta capítulo a capítulo. Pero no, todo empieza a desinflarse después del especial de Halloween, en el que cierto payaso (que me tuvo pegado a la pantalla) tuvo que irse para darle lugar a un buen villano, que empezó bien, atrajo la atención y luego se desinfló con el pasar de los capítulos, convirtiéndose en una simple caricatura (a pesar de la buena actuación de Wittrock), predecible, tal y como le pasó a otros personajes (debo resaltar que a pesar de lo anterior, resalto que hay varios secundarios como Pepper, que a pesar de no haber pasado tanto tiempo en pantalla, terminan siendo inolvidables).

No quiero decir con esto que la serie se vuelva mala, pero sí que pierde el nivel y empieza a llevarnos por un atropellado trayecto de un capítulo bueno y otro malo, una escena buena y otra mala; minutos rescatables y otros olvidables; y creo que el problema está en que se quisieron desarrollar muchas historias y en últimas, se quedó todo a medio hacer. No me gustó el cierre (y en especial los capítulos después del parón navideño). Si me preguntaran cuales fueron mis capítulos favoritos me quedo con los del especial de Halloween y con ese hermoso 2X10 llamado Orphans, que no sólo considero como el mejor de la temporada sino también uno de los más hermosos de la serie.

Last but not least, no me disgustó del todo la “gleezación” de ciertos capítulos en los que se les daba un protagonismo a las canciones (Jessica Lange se ve portentosa cantando “Gods and monsters” a pesar del anacronismo y a pesar de todo), pero en varias escenas sobraron varios covers musicales. En fin. Una serie que les recomiendo que miren con expectativas moderadas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
keimus
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