Una de las pocas películas que he visto este año que no te hace mirar el reloj, que no quieres que se acabe, que te demuestra la miseria de la guerra, así como la forma de vida en Turquia en esos años, es una película comercial, romántica, bélica, acción, emotiva y a veces es dura. Película de palomitas.

Filmada en uno de esos pueblos bonitos y tranquilos franceses, con una trama que te atrapa enseguida, con unos personajes que sin ser guapos te enamoran, y durante toda la pelicula estas interactuando con ellos, me parece una pequeña GRAN PELICULA, y le pondría un 10 de no ser por algo que ya he visto en algunas críticas que opinan como yo, pero prefiero no desvelarlo, pero aún así vale la pena perder el tiempo DISFRUTANDOLA.

Es buena, es mala, te ríes, te sonrojas, pero es obligado conocer los personajes antes del visionado, protagonista, su madre, su casa y su entorno es real, un director ya actor que su primera película fue buenísima y la cámara le adora, y tal vez el mejor actor español del momento. Daniel Guzmán no se calla nada, va de frente, y en esta película se mete con todo el sistema actual, desde arriba hasta las cloacas, donde vas a encontrar un montos de situaciones y gags que te harán reír y otros esperpénticos, osea que no tengo ni idea si es recomendable.

Tomadura de pelo de nuevo que esta película esté nominada a los Oscar, seguramente por el tema racial, pero se queda a mitad de todo, ni es una comedia ni es una película realista, en ningún momento entre en ella, no me hacia gracia nada y no me creía nada, aun así parece que es lo que pretendía el director.

Tres mujeres, con todo lo que conlleva, egoismo, locura, placer, odio, incorformidad, una pelicula que para mostrarnos esas personalidades juega con ellas hasta el aburrimiento, se agradece algunas escenas graciosas, no acostumbradas a verlas en.peliculas de epoca. Cuesta arrancar la peli, tiene una media hora entretenida y cae en la monotonia y aburrimiento.