Aquí tenemos otra película del psicópata persiguiendo tías buenas. Pero en vez de ir a saco desde un principio, intenta mantenerte en tensión durante gran parte de la película con las continuas llamadas a la protagonista y las sobadísimas escenas de ruiditos en la casa y luces que se encienden. Al final acabé suplicando que apareciera el tío, y cuando aparece la protagonista consigue reducirlo bastante pronto. Y si a esto le añadimos que la protagonista es menos expresiva que Ben Affleck, pues ya tenemos un peliculón.