Muy buena, me encantó y estoy seguro que con posteriores revisiones ganará mucho, más teniendo en cuenta el poco cine negro que he visto por lo que tengo muy poco donde comparar.

Desde luego con películas como esta no puedo hacer otra cosa que alabar a los Coen, hasta ahora todas sus películas me han gustado mucho, unas más otras menos, pero todas me parecen grandes obras en todos sus aspectos, guión, toques de humor, interpretaciones de los actores, estilo narrativo...

Si una película te mantiene pegado al asiento, horrorizado por la dureza de las imágenes y de la historia, te coge de lo más profundo y te pellizca haciéndote sufrir como pocas en tu vida lo han hecho, haciendo que ames y odies a los personajes y que olvides que estás viendo una película, es porque es una obra maestra. Y eso es lo que me ha pasado a mí con esta maravilla.

Es dura, muy dura, pero es también preciosa, no he podido evitar llorar con el final y durante una parte en especial de la película me ha hecho sufrir más que ninguna otra hasta el momento. Y eso es todo, la verdad no tengo mucho más que decir, que si no os importa pasar un mal rato en la medida en que empaticéis con la historia, debéis verla, aunque por aquí la mayoría lo hayáis hecho ya. Es muy dura, pero es también un alegato a la bondad del ser humano y un canto a la esperanza y al valor.

Acabo de terminar de verla y me ha gustado mucho, no sé por qué me la esperaba algo peor.

El argumento está muy bien llevado, sin caer en dramatismos exagerados o recrearse en el sufrimiento y desasosiego que tal noticia generaría en la humanidad. Con tan solo unas contadas frases y algunas escenas el director cuenta más sobre el pesar y la desesperación que si se pasaran toda la película llorando y lamentándose.

Es todo un lujazo poder ver que un argumento tan usado en el cine de Hollywood se trata de una forma seria y excelente en nuestro cine patrio, con un sello personal de sobriedad y desesperanza que ya quisieran películas como Deep Impact u otras similares. Y lo mejor es que toda la historia que da nombre a la película se queda relegada a un segundo plano cuando entramos de pleno en los problemas que los protagonistas se ven obligados a enfrentar en las 72 horas siguientes al conocimiento de la noticia.

Es ahí cuando aparece la verdadera historia tras el velo apocalíptico que cubre la película. Una historia de venganza, de suspense y de claustrofobia que me ha paralizado en varias ocasiones y me ha hecho olvidar con creces al meteorito que se cierne sobre el mundo. Me parece verdaderamente admirable que la película sea capaz de integrar tan a la perfección dos tramas que son en realidad tan distintas.

A destacar también el homenaje a Vértigo cuando el protagonista busca a su madre en la torre de la iglesia.

La fotografía y la iluminación son otro aspecto a destacar. El director logra transmitirnos un ambiente sofocante no solo debido a la tensión en que el mundo vive sus últimos tres días, sino a que el calor y la aridez impregnan al espectador haciendole sentir que es parte de la película. Me ha llamado mucho la atención la falta de otros colores exceptuando el amarillo, blanco, marrón, beige, que, son los colores imperantes durante la hora y media de duración logrando así que la sequedad del verano andaluz vaya más allá de la pantalla de un modo admirable.

Los actores están sobrios y realzan sus personajes de una forma magistral. Al igual que la película, estos no caen en dramatismos forzados. Se ven superados por la situación, me gusta especialmente el carácter de Alex, el personaje de Víctor Clavijo.