Más allá de la trama, que me parece muy interesante, la película ofrece un retrato de las relaciones de vasallaje en el campo andaluz en los años de la postguerra civil. Luís Callejo lo borda como franquista que cree que su poder es incuestionable y cuyo control de las vidas de las personas de la zona se ve desafiado por un niño. Hace y deshace sobre las vidas de los demás, pero se le revela un niño con motivos más que suficientes. Luis Tosar en su papel de exsoldado y pastor trashumante, es el punto de confluencia de ese desafío, y toma partido de forma desinteresada y generosa por el más débil. Frente al autoritarismo de Callejo, Tosar interpreta el convencimiento y los principios.
Una muy buena película, austera, como el tiempo que refleja.

La película consta de tres partes, tres historias de los protagonistas que explican algo de su pasado y que resulta relevante para entender o no lo que les une aunque sea poco. ¿Qué es verdad y que es mentira?. Los conceptos se mezclan y todo puede ser verdad o mentira, una realidad o una invención, todo es posible.
Personalmente me quedo con la dureza del segundo relato, que contrasta con un cierto aire de comedia de los otros dos. El segundo relato es duro y cruel, con escenas que resultan desagradables, pero que conforman lo más interesante de la película (para mi gusto), posiblemente porque te llega más profundo despertando reacciones y emociones.

Una buena película: un duelo entre un viejo asesino en serie (Sul Kyoung-gu) que padece un trastorno mental con pérdida de memoria y un joven asesino en serie ( Kim Nam-gil) que se enamora de la hija del viejo. Ambos se reconocen mutuamente como lo que son y nos brindan un duelo en el que se ofrecen múltiples finales. Muy buena interpretación de los dos, especialmente la del joven. El cine coreano es un cine sobrio con momentos de excesos, y la película es fiel a eso. Muy entretenida, muy interesante.

El cine es básicamente entretenimiento, y está película lo consigue. Tiene una buena trama y es capaz de mantener el ritmo y el interés. No se hace pesada en ningún momento y la pregunta que te ronda en la cabeza es ¿Cómo va a acabar esto?, ya que la trama se enreda y puede ofrecer múltiples finales. El trío protagonista (Clive Owen, Jennifer Aniston y Vincent Cassel) está muy correcto y resulta creíble. Me ha parecido interesante y ha conseguido atraer mi atención durante toda la película.