Obra maestra indiscutible. Una gran película que no sólo cuenta con un personaje para la historia (el Joker), sino que también tiene una historia a su altura. No es que el Joker sea un robaescenas de calidad, es que esas escenas también son antológicas. Es como si fuesen historias y tramas independientes que se van entrelazando de manera enviadiable y que dan lugar a un producto mayúsculo, sobresaliente y destacable. Guarda escenas de gran tensión (los ferrys, los atentados del Joker, los consejos de Alfred a Batman) y la película cuenta todo pero también es tan ágil que se te pasa aún más volada que la anterior. Está rodada de manera superior y sus técnicas son impecables. Esta película ha acabado por convertirse justamente en todo un referente a seguir. Su oscuridad y espectacularidad ha motivado a otros filmes sucesivos a modo de esquema fijo. Eso sí, de momento nadie la igualado siquiera.

Después de esta película, buena parte de las que he visto o veré se me antojan de flojas o insuficientes. Esta película es literalmente sorprendente. Por momentos nos hace perdernos para luego encontrarnos al final. Por muchos momentos volví a ser un niño otra vez. Mucho se le ha criticado a este director por ser deprimente u oscuro. Aquí creo que trata el tema más turbio de una manera muy amena y esperanzadora en buena parte del metraje. Como siempre, se abarcan bastantes cosas dentro de una misma película, pero todas encuentran su lugar. Los personajes se desarrollan muy bien, la música y el ambiente son insuperables. El ritmo de la película es trepidante y pausado al mismo tiempo y Nolan recupera algo muy importante: la verdadera tensión en sus películas.
Quizá la gente se queje de sus complejidades formales o de que al final, más que una odisea del espacio, es una historia familiar. A la gente hoy día le gusta quejarse bastante, y más de lo que se antoja de perfecto o sorprendente. Dentro de lo racional, queremos desguazarlo. Será que tenemos que adaptarnos.

Gran película.

La mejor serie de la televisión hasta ahora. Perfecta de principio a fin. Cada episodio dejándote en plan: ¿y ahora qué?, y siempre sobrepasando las expectativas. Los actores (Bryan Cranston sobre todo) hacen papeles magistrales y vivos. Se cuenta una historia con su principio y su final que no tiene desperdicio, sin traicionar a nadie y con un desarrollo y final perfectos. Enganchará hasta al que no quiere. Toda una transformación química y volátil que tardará en ser superada (si es que de verdad se encuentra un competidor a su altura). Prueba de ello es el papel de Cranston: cómo sigue un objetivo fijo, pero cómo su personalidad cambia y vuelve a cambiar para lograrlo. Un fiel reflejo de la vida y del yo más oscuro de cada uno.

No creo exactamente que sea la mejor de la saga, pero sí que es firmemente una de las más potentes y entretenidas aportaciones que ha dado. No sólo en el apartado de acción y de ritmo, sino en su argumento adictivo. Una trama bien sencilla teñida con giros complejos y cambios rápidos que te exigen atención.

Como dije antes, no tiene el impacto que por ejemplo "Casino Royale" me causó, pero eso no la quita méritos. La dirección es deslumbrante y las interpretaciones obtienen su merecida importancia y contemplación. El estilo visual sí que podría ser el más majestuoso de la serie al completo.

Daniel Craig nos destapa al Bond definitivo. Un Bond roto y elegante, socarrón y reflexivo, propio y leal con las anteriores referencias. Es muy oscuro, quizá más aún que en sus hermanas previas, pero también la trama se lo requiere. Javier Bardem no es que se quede corto como villano (muy bien interpretado, muy bien llevado) pero no es para nada como el Joker.

Skyfall cumple llevando la saga a buen puerto y ofreciendo la mejor trayectoria a un actor que haya interpretado al personaje hasta ahora.

Hablar de "Spectre" es hablar de un fallido entretenimiento, que no es una basura pero sí un bajón importante dentro de la estela de calidad que estos productos nos suele acostumbrar. Una historia simple, floja, predecible y mal llevada a la pantalla a nivel narrativo (resultando increíblemente larga en su parte mitad y hasta final) que no tiene nada que ver con lo mejor que el cine de Bond nos ha entregado en los últimos años: "Casino Royale" y "Skyfall". La rutina se hace palpable, la acción no supera para nada a las anteriores ya mencionadas (y por su desorbitado presupuesto, debió hacerlo) e incluso Daniel Craig se siente como que ni siquiera quiere interpretar su papel en esta cinta. Lo más curioso es que no termina de ser mala: se ve hasta el final y es lujosa a nivel técnico y de dirección (incluso sintiéndose forzado, Sam Mendes sigue teniendo tirón tras las cámaras). Pero desde luego olvídese de presenciar un espectáculo digno o trepidante. Es una cita decepcionante, banal y rutinaria que sólo está bien adornada en cuestiones técnicas.