Bueno, muchas cosas se pueden decir de esta película-documental, en general no muy buenas xddd

1. La película no funciona ni como realidad ni como ficción. No queda claro qué aspectos son realidad o ficción y creo que genera mucha confusión; la primera mitad es incluso incómoda porque no sabemos si el coleta es así en la realidad (cortando al actor Daniel Guzmán de forma irrespetuosa xddd) o es un personaje, y se hace bastante tedioso porque ni idea de qué va el rollo. La segunda mitad mejora un poco el tema de la ficción, parece que hay más hilo conductor con el tema de Carlos Saura y el tema del feminismo pero nada muy loco.

Las historias no están relacionadas ni hay un hilo conductor (¿las tías catalanas que entrevistan a peña del trap que tiene que ver con lo otro? ¿La movida del procés catalan qué pinta? Ni siquiera están desarrolladas las entrevistas del trap ni se sabe pa donde va esa historia). Podría funcionar muy bien interconectar el mundo actual del trap con el cine y el rollo kinki de los 80, pero no se ha hecho.

2. En lo referente a las entrevistas, estas son bastante pobres, los actores entrevistados son muy interesantes pero las entrevistas no dan para mucho, las preguntas son super generales en plan "qué opinas de perros callejeros" y poco más.

3. Algo que creo que es muy básico y que no se ha hecho es poner el nombre de las películas en los fragmentos que aparecían

4. Dar a entender que el docu se centra en la música ("música para pegar tirones") y que luego no vaya a ningun lado... también es bastante confuso, no parece que sea el tema principal. Yo no he aprendido nada sobre esto, solo que Eloy no era un erudito de la música

5. En referencia al contenido político general, como ya se ha dicho en otras críticas, este es muy simplista, el rollo de "todos los políticos son iguales, los políticos roban" no ayuda nada a explicar la situacion de precariedad y marginalidad.

A nivel de contenido político lo único aceptable es el tratamiento del feminismo entendiéndolo no como discurso político-documental, sino como parte de la ficción. El coleta está rayado con el tema del feminismo en distintas partes del docu, y sin mojarse mucho van saliendo algunos puntos de vista que son curiosos, pero no va mucho más lejos.

No se ha tratado bien el tema político y encima se ha metido el tema del procés de forma random, que no tiene nada que ver y tampoco hay nada de análisis, no sé la verdad.

6. La película podía tener un pase cuando pensaba que la había dirigo el Coleta, que no es director de cine ni nada, pero al darme cuenta de que la había dirigido un director con experiencia... madre mía xd.


En definitiva, creo que se podría haber hecho algo mucho más interesante en plan un documental más serio que tratase sobre el cine kinki en sí o una película actual en clave neokinki, pero es que lo que se ha hecho ha sido una especie de almagama entre una cosa y otra que en mi opinión no lleva a ningún lado y no aporta mucho.

Amores perros es categorizada como drama, pero habría que utilizar un nuevo género para definir a esta película que supera con creces el drama. Es una película trágica pero sobre todo crudísima.

Viendo esta película es lógico pensar un poco en Tarantino y parece que hay gente que ha sacado ciertas similitudes, pero bajo mi humilde y poco experta opinión creo que lo que hace Iñárritu no tiene nada que ver con la violencia de Tarantino. La violencia de Amores Perros es muy cruda y cotidiana. PUM aparece de golpe y no hay una recreación en ella, PUM, se vuelve a ir. En Tarantino la violencia se va de madre y el director se recrea mucho en ella, siendo un producto estético que hace que el espectador disfrute con esta violencia. Una de las grandes diferencia es que en las películas de Tarantino hay mucha más distancia entre la violencia y el espectador, puesto que las situaciones suelen ser muy inverosímiles, muy irreales (aunque haya mucha violencia), mientras que aquí la violencia es mucho más cercana, muy real.

En Amores Perros el espectador no disfruta de esta violencia, no mola nada ver la precariedad y un entorno familiar tan tenso y violento de forma constante (como vemos en la 1ª historia). De hecho, si pensamos en otras películas de drama que retratan la pobreza -como por ejemplo Ciudad de Dios o Parásitos- encontramos cierta estética en este retrato de la pobreza, las imágenes pueden ser impactantes pero no causan rechazo, tienen cierta belleza estética, o a mi por lo menos es lo que me parece. En Amores Perros todo es muy crudo, desde los lugares donde se hacen las peleas de perros llenos de charcos de sangre, la casa de Octavio llena de cosas y sobre todo la casa donde vive El Chivo (el vagabundo), que da una sensación cercana a la repugnancia y de pensar en cómo alguien puede vivir así. La pobreza y miseria no es bonita y no puede estetizarse, y eso parece que el director lo deja claro con varios planos detalle de las uñas negras de El Chivo, entre otras escenas.

(Aún así sería interesante conocer la opinión de Haneke sobre el tratamiento de la violencia en esta película xd)

"El Big Mac de Netflix: no es la mejor serie del mundo pero devorarás todos sus episodios (...) destaca por su fácil consumo y su entretenimiento práctico."

LOL

El Big Mac de Netflix lo llaman jaja vaya símil. Ósea, algo así como el "mejor producto" de una de las empresas más emblemáticas de nuestra era neoliberal -McDonald's- de otra de las empresas más recientes y características de nuestra era neoliberal -Netflix-. ¿Qué tienen en común estas dos empresas? que ofrecen un consumo exacerbado de cosas que son basura

Las críticas profesionales valoran muy bien esta serie, y yo no sé qué tiene esta gente para ser crítica de cine. Me preocupa un poco que estos críticos "profesionales" valoren como algo muy positivo el fácil consumo de la serie y el puro entretenimiento. Al fin y al cabo las producciones actuales de plataformas como Netflix se basan en eso, en consumir y consumir capítulos sin dar un tiempo entre unos capítulos y otros para poder reflexionar o para analizar un poco en perspectiva. Nada, mejor algo que sea rápidamente consumible, bonito estéticamente, con un argumento random y simplón que enganche, con musiquita chula y HALA, que nos pase por encima y nos entretenga un poquito.

Es que qué se puede decir de una serie con tanta proyección internacional.... y que nada, que llegamos a la cuarta temporada y aquí seguimos viéndola en castellano con subtítulos en castellano porque no se entiende a los actores cuando hablan.

Personajes planos, estereotipos super marcados, maniqueísmo, míticas historias de amor entre gente de clase alta y baja, hipersexualización de los personajes y sexo cada minuto. Todo es absolutamente irreal y resulta un poco problemático ambientar una trama de adolescentes de 16 años con actores de 23 en lo que todo gira en torno al sexo y comportamientos de personas más adultas. Muy problemático

Es gracioso porque la serie pretende ser así un poquito rompedora, subirse al carro de lo moderno y tener en cuenta a distintos colectivos sociales para denunciar las injusticias que encontramos en la sociedad a la vez que pretende hacer una crítica a las élites. Pero evidentemente es una "crítica" muy superficial que podría hacer cualquier adolescente de 14 años y que es de risa.