Buenos mimbres para una cesta. Si encima el cestero es Scorsese pues de la cesta no se sale ni el agua.
Se podría decir que el tema es muy manido, que ya no se puede sacar más leche de la teta de la vaca pero, para eso están los maestros. Cada uno en su sitio, uno desde el sillón de Director y los demás aplicados a sus 'tareas'. De Niro 'pesa mucho', pero Ray Liotta hace una excelente interpretación, realmente, casi soporta él, buena parte del peso de ese filme de gran tonelaje.
Ya de 1990, parece historia, pero siempre quedarán temas que darán mucho de sí. Además es cuestión de situarse en la acción. Yo no viví la época dorada de la mafia, digo de la mafia de renombre, la de los 'Al Capone' y tantos, pero desde luego si el cine quiere hacer historia, con directores de tamaña calidad y guionistas fiables, les aderezas el guiso con el picante de una serie de inconmensurables actores y todos tan felices.

Excepto la mirada de ángel que aporta Jennifer, lo demás es carente de interés. Ese tipo extraño, bastante insólito tanto en su aparición como en su aporte. Al tratarse de una mujer policía existen un par de acciones donde no hay medida, ella, menuda en comparación con un gigantón negro al que aporrea una vez tras otra contra un coche en una detención, no cuadran bien.
Luego claro está se va conociendo la historia del personaje 'oculto' y colorín, colorado....
Vean otra cosa si pueden.

Me subyuga como digo hasta el título. Paisajes, interpretaciones magistrales de la Hepburn y de los Fonda, no olvidemos las breves apariciones del dentista y el díscolo niño en principio, lógico al verse rodeado de 'momias' como él dice. El tiempo le hace desdecirse. Me sitúo, aún con cierta diferencia de edad, en el temor al paso de los años y la cercanía de la parca. No por temor a esta, sino por si va acompañada de sufrimientos.
Los diálogos contienen una filosofía impresionante, cada uno en su estilo. La Hepburn ve la vida con una realidad auténtica, Henry, ¿pesimista o realista?, eso me lo autopregunto yo. Pero después la maliciosa ironía de un profesor muy cultivado llega a ser dañina, aunque el no lo pretenda. Las relaciones con su hija no fueron buenas según se cuenta. Buen remate, con un final también maestro, faltaría más. No conozco, no soy muy cinéfilo, a Mark Rydell, pues me descubro. Pero claro, con eso mimbres, juegan blancas y ganan.

Ni siquiera Halle Berry hace mejorar el desarrollo. Menciona la prensa la aparición de Penélope, nada tengo contra ella, solo que al ser compatriota está de moda y cualquier momento es bueno para darle publicidad. Su aportación a la película es propia de cualquier actriz secundaria.
El argumento es, fácilmente, olvidable, apariciones fantasmagóricas y como tantas veces ¡Se busca desenlace!. Parece que pretenden estas películas que, si las viéramos varios, hiciéramos apuestas a ver quien gana en adivinar al verdadero asesino. Como, vulgarmente, se dice se salen por peteneras. Los americanos no sé como dirían esta expresión y los gitanos, al tener 'malage', tampoco la usarían.

Vista 24 años después de su estreno, aunque ya soy mayorcito y tengo vistas muchas películas de este género muy al estilo USA, te resulta algo distante. No digo que eso no exista hoy en día, incluso, ha pasado las fronteras USA y ya cada país, con motivo de inmigraciones y demás circunstancias, tiene argumentos suficientes para crear guiones de similares características.
Reconozco que me costó algún trabajo reconocer a actores como Matt Dillon, y sobre todo Nicolas Cage, claro está, el papel de este es breve y los años no pasan en balde, ahí luce un pelo que hace años desapareció.
En conjunto la película se puede ver, pero quizá la valoración media que se le da, hoy en día bajaría las estrellas. Coppola siempre maestro no baja la guardia en ningún momento y siempre está presente. Solo una curiosidad me queda, el porque en una película en blanco y negro, aparecen unos peces en pecera de tienda Pet Shop, con tonos rojo y azul. Mi resumen, aceptable.