Película que se puede ver, una vez más, por la categoría de los Hackman, DeVito, Delroy Lindo, etc. Cada uno en su sitio y con su clase. El filme es la madeja enmarañada en la que por el hilo se va sacando el ovillo, en ocasiones, se hacen nudos pero se pueden desatar. Parece que termina 4 o 5 veces pero, vuelven a surgir nuevos problemas que hacen resucitar la 'inquietud'.

La película en sí no sería gran cosa pero, Robert DeNiro y Billy Cristal le sacan un espectacular partido. La comicidad mezclada con asuntos mafiosos quizá no sea el cóctel ideal, pero si se saborea el néctar de dos grandes actore. El resto forman una buena comparsa en el buen sentido de la palabra. Me he entretenido y me basta.

Me subyuga como digo hasta el título. Paisajes, interpretaciones magistrales de la Hepburn y de los Fonda, no olvidemos las breves apariciones del dentista y el díscolo niño en principio, lógico al verse rodeado de 'momias' como él dice. El tiempo le hace desdecirse. Me sitúo, aún con cierta diferencia de edad, en el temor al paso de los años y la cercanía de la parca. No por temor a esta, sino por si va acompañada de sufrimientos.
Los diálogos contienen una filosofía impresionante, cada uno en su estilo. La Hepburn ve la vida con una realidad auténtica, Henry, ¿pesimista o realista?, eso me lo autopregunto yo. Pero después la maliciosa ironía de un profesor muy cultivado llega a ser dañina, aunque el no lo pretenda. Las relaciones con su hija no fueron buenas según se cuenta. Buen remate, con un final también maestro, faltaría más. No conozco, no soy muy cinéfilo, a Mark Rydell, pues me descubro. Pero claro, con eso mimbres, juegan blancas y ganan.

Con tales mimbres como buen director y estupendos intérpretes, todo ello bien mezclado, dan como resultado una estupenda película.
Detalla unos momentos especiales de la postguerra (2ª Guerra Mundial) y nos sitúa en una ciudad castigada, llena de intrigas y personas que, para sobrevivir, son capaces de todo.
El protagonista duda entre la buena amistad que el conoció y el tremendo cambio, para mal, producido en su gran amigo. La dulzura de Alida Valli contrasta con el decepcionante camino tomado por Orson Welles. De éste, poco podemos decir pues aparece fugazmente pero, suficiente, para contrastar su calidad de actor.

Poco más se podrá añadir ante esta maestría. De acuerdo, primero tiene que gustar el género, pero eso siempre sucede. Bien pues inmerso en este tipo de película, es obra maestra de principio a fin. Cuidados todos los detalles. Aunque al western se le considere ficción en parte, no deja de ser el modo de vida de un país, su historia. En España, como en cualquier país, también se ha hecho película histórica, lacada con aspectos ficticios, eso no rebaja la muestra de calidad aquí exhibida. Exagerando diría que hacen bien su papel hasta los febriles cerdos y los caballos, como moneda de pago a un castigo. e Clint que vamos a decir, bandido, cuatrero arrenpentido que ejerce en parte de Quijote y, aún, sabiendo de su farragoso pasado, termina por no ser el más malo ya que defiende una causa, la de unas zorras maltratadas y después la de la amistad de su amigo Freeman. El dinero para él es secundario, lo distribuye 'benéficamente'. Hackman, odioso, como tantas veces, es necesario para encajar en esta diversidad. Ya conocía el filme, lo he reverdecido en la reposición de una cadena de TV y no niego que quizá repitiera. No tengo en mi poder una copia porque no soy coleccionista. Lástima que quizá nuevas generaciones no lleguen a hacer aprecio de estos filmes, quizá es que ya soy mayor y entiendo que lo bueno no tiene fecha de caducidad.