A mí me enganchó desde el primer día, y espero con muchísimas ganas que la vuelvan a emitir.
La ambientación me parece fabulosa, con la mitad en exteriores reales de nuestro magnífico patrimonio artístico. Incluso los interiores están muy cuidados y quedan perfectamente creíbles. Se palpa la suciedad y las penurias de la época, con esos trajes raídos y esas uñas y caras sucias. En contraposición a los maravillosos vestidos y peinados de la marquesa y los nobles.
La música es perfecta y adecuada a cada momento; genial Sánchez de la Hera. Los guiones intentan tocar todos los palos, y en la mayoría de ocasiones lo consiguen. La fotografía es maravillosa, con muchos planos de gran belleza estética.
Las actuaciones son muy buenas y creíbles. En especial David Janer, que no solo da el tipo físico, sino también el tipo emocional y mental del personaje protagonista. Y todos los demás, están perfectamente en su personaje, desde Javier Gutiérrez, Inma Cuesta, Miryam Gallego, Francis Lorenzo, Pepa Aniorte, Roberto Álamo, Santiago Molero, Erika Sanz, Elisa Mouliáa, Juan José Egido, Roger Berruezo y Xavier Elorriaga hasta los niños Guillermo Campra, Patrick Criado, Oscar Casas y Borja Sicilia. Los nombro a todos en reconocimiento a su buen hacer, especialmente en las escenas dramáticas, que las bordan.
Respecto a la historia, queda muy patente esa división entre los nobles que lo tenían todo, y los pobres, que se morían de hambre. Algunas recreaciones de los ambientes, son muy impactantes.
Y respecto a las escenas de acción, las encuentro perfectamente coreografiadas y realizadas. Mi enhorabuena a Gregory Brossard, Álex Navarro y al resto de especialistas.
Quiero dejar constancia de que no trabajo en la serie ni soy familiar de los que la hacen, tal y como de manera muy cizañera ha apuntado alguno con respecto a las críticas favorables.
También quiero manifestar mi perplejidad ante la nota tan baja, y ante muchos de los comentarios que he leído en este sitio sobre esta serie. No entiendo el endiosamiento de las series americanas, donde puede haber algunas buenas, pero en general son vacuas y deleznables, con guiones idénticos, película tras película y serie tras serie, salidos todos de la misma "escuela" de guionistas; y donde se pasan por el forro su propia historia y la de los demás países del mundo.
Coincido también con la apreciación que hace alguien de la serie Tudor, muy "mona" de ver, pero totalmente surrealista en cuanto a ambientación e historia, empezando por el protagonista cuyo parecido con el personaje real no existe. Si eso se obvia en una serie de la renombrada BBC, ¿por qué no podemos tener nosotros alguien avezado en artes marciales japonesas en el siglo XVII español? Al fin y al cabo, la base del espectáculo es la imaginación. Y nadie ha dicho que Aguila Roja sea una serie histórica. Tan solo utiliza el siglo XVII de excusa estética.