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España España · Barcelona
Críticas de nocturnstray
Críticas 2
Críticas ordenadas por utilidad
10
9 de septiembre de 2018
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué decir, qué escribir a estas alturas sobre esta serie que no se haya escrito o dicho antes.

Sin duda una de las mejores historias jamás contada para la pequeña pantalla, alabada por todos, admirada por muchos.

Pero uno ve la serie y siente unas ganas indefectibles de hablar sobre ella, de exteriorizar de algún modo lo vivido durante el transcurso de las cinco temporadas que nos regala The Wire; de dibujar con palabras los lúgubres callejones que encontramos cada vez que observamos Baltimore tras el televisor; contar del olor a orina, pobreza y pecado que nos llega cada vez que seguimos a Bubles en sus trapicheos; del mareo al que nos lleva McNulty cada noche con sus borracheras después de una intensa jornada de caza; o el silencio sepulcral de las esperas de Omar Little y su férrea determinación.

Ves The Wire, acabas de ver todos sus capítulos, aún en shock, aún asimilando todas las lecciones y experiencias, y te impactan como dos duros golpes al estómago dos sensaciones.

La primera es que no has visto nada igual hasta el momento, nada ni por asomo parecido a la REALIDAD que transmite la serie. No te la han maquillado, ni endulcorado con nada; te han contado una historia, dura, cruel, sibilina, brutal... te han hablado del mundo en el que vives sin embadurnarlo con ningún tipo de potingue que le de belleza. Tal es así que todo lo visto hasta entonces, todas las series, películas y libros leídos hasta la fecha, de golpe y porrazo te parecen menos buenos, más falsos, pierden puntos. Algunos de ellos directamente se convierten en mierda.


La segunda sensación es de vacío. Ese vacío que experimentas cuando has vivido algo realmente bueno y sabes que ya no habrá más, pues del mismo modo que eres consciente que no has visto nada igual hasta el momento, también comprendes no verás nada igual jamás en el futuro, tendrás que volver a ver la serie tiempo después. Lo merece.


Es así, sin más, The Wire es una obra maestra, redonda en todos los planos.

Un guión entintado de experiencia, no te están contando una historia de oídas, quienes te cuentan la historia son guionistas que han VIVIDO todo eso, de uno u otro modo ellos han mamado todo aquello: políticos corruptos enriqueciéndose a base de mentiras, abogados sin escrúpulos que ganan juicios sin importar cómo ni a quién pisan, mafiosos sanguinarios capaces de usar a niños para asesinar, policías cansados de todo que cometen más errores que aciertos entorpecidos por laberintos de papeleos y burocracia... y mientras una ciudad que agoniza hundida bajo toneladas de droga y pólvora.

Actores que no son modelos de revistas, jóvenes, guapos y con cuerpazo. No, así no es la realidad, y de eso trata la serie.

Si has vivido entre la mierda eso ha de estar marcado en tu cara, en tu mirada, en tus expresiones.

Si eres un experimentado abogado no puedes tener 30 años y lucir tipazo, algo falla si eso es la nota común.

Cuando entras a una comisaria de policía y todos parecen recién salidos del gimnasio e hipermotivados en atrapar a los malos, luego lo comparas con lo que ves en tu día a día y te das cuenta de que te están engañando.

No cuela que no haya mujeres y hombres de más de 40 años con barriga, que haya de todo, feos, guapos, normales, delgados, gordos...

The Wire no comete ese error. Ves realidad en todo, los actores, por supuesto, también transmiten REALIDAD.

Actores de todas razas, edades y físicos posibles, tipos que ACTUAN, que se meten en cuerpo y alma en el papel. Es más, los personajes evolucionan temporada a temporada, los ves crecer, levantarse...también caer, sobre todo, caer.

Hay muchas razones por las que ver esta serie, también de si la has visto volver a verla.

Nada volverá ser igual en tu vida tras The Wire.
nocturnstray
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9
9 de septiembre de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alejandro Iñárritu (México, 1963) trajo en el 2014 esta tragicomedia con la que logra ganar el Óscar a mejor película y las nominaciones a mejor actor (Michael Keaton), mejor actriz de reparto (Emma Stone) y mejor actor de reparto (Edward Norton).

Es una película que ha de verse en uno de esos días o momentos en los que estemos dispuestos a sumergirnos en la pantalla, estemos en plan filosófico o simplemente queremos pararnos a reflexionar. No podemos esperar a sentarnos y a que tan sólo unos actores, guionistas y director de turno nos entretengan mientras comemos unas palomitas.
Nos tocará participar en la trama, en cierto modo estamos prácticamente ante una obra de teatro y según pasa la obra descubriremos que estamos subidos en el escenario, de un modo u otro, somos “actores” en más de una escena.
Es cine del bueno, sí, pero la primera crítica que oí de la cinta fue un “me han dicho que es lenta y aburrida”.
Imagino a esa persona que vio la película e hizo la crítica en cuestión. Me la imagino esperando ver Los Vengadores o cualquier otra película repleta de acción y efectos especiales y de repente le sueltan Birdman.
Hay películas que te llenan de acción, suspense, ruidos de balas, terror, efectos especiales.
Birdman te vacía para con gota a gota de whisky del peleón (un Ballantine's por ejemplo) llenarte de realidad, de un punto de ella en el que quizá no te habías puesto a pensar… pensar, esa es una buena noticia, no te asustes. Pensar está bien, plantearse cosas, dudar, enfadarse con uno mismo, conocer una parte de ti que no conocías a través de actores. Eso era el teatro y eso se ha ido perdiendo. Birdman lo recupera.

Como hemos dicho en esta cinta no se trata de esperar sentado a que pasen cosas, has de entrar entre bambalinas de un teatro donde un actor muy conocido en el pasado por interpretar al famoso superhéroe Birdman, Riggan Thomson (Michael Keaton) nos guía por los pasillos oscuros y mugrientos, unos camerinos caóticos y nos comunica con el resto de integrantes y sus bajezas, de una obra aún por estrenar.
La cámara nos ayuda a entrar en Riggan, en ponernos en su piel, a sentir su nerviosismo antes del preestreno e incluso a hacernos partícipes de su locura.
En otros momentos seremos su hija, Sam (Emma Stone) siendo testigos en primera línea de sus inseguridades miedos y carencias tan características de la adolescencia. Una de esas carencias es la de padre… o no. Iremos descubriendo con ella cómo está la relación entre padre e hija y cómo evoluciona.
Y de repente entra en escena la nueva estrella de la obra, Mike Shiner (Edward Norton) para poner todo aún más patas arriba si cabe: la obra, la relación entre los actores e incluso la visión de sí mismo del propio Riggan.

Birdman es una crítica al cine, al teatro, a los críticos de cine y de teatro, es un viaje a la condición humana ante esas críticas. En cierto modo aunque es una película que no frena, constantemente están pasando cosas relevantes, nos hace parar a reflexionar.
Una de esas reflexiones es si la cantidad de gente que admira algo, convierte a ese algo en bueno. O qué deberíamos o no ser capaces de sacrificar por alcanzar un sueño, cuál es la verdadera naturaleza de ese sueño y sobre todo, cuál es nuestra verdadera naturaleza y cuándo somos actores?

La elección de los actores es excelente, a nadie se le escapa el paralelismo entre el Batman de Keaton y el Birdman de Riggan, también las interpretaciones son de una intensidad digna de admiración, rodadas de modo continuo, sin cortes, obligando a los actores a dar lo mejor de sí mismos. Y es que esta película “suda” teatro.

Por todo ello y bajo las condiciones señaladas de predisposición a querer reflexionar, recomiendo ver esta gran película donde cine y teatro, realidad y ficción, grandeza y mediocridad, tragedia y comedia, se dan de la mano para llevarnos de viaje a la vida y sus grandes y hermosas contradicciones.
Saludos desde la tumba.
nocturnstray
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