Este film, como muchos de, por ejemplo, el chuacheneguer, tiene el dudoso mérito de ser aborrecida por su falta de solidez artística y argumental, pero creando una moda, o rescatándola del olvido en el que estaba por entonces.

Me refiero a la moda de las artes marciales y los ninjas. Más bien lo segundo, tal vez. A partir de ésta película y de su segunda y tercera(e innecesarias) partes, se comenzaron a vender como churros revistas con dicha temática, amén una venta por correo de shurikens, nunchakus y otra aparamenta como nunca antes!

Al menos por lo que conozco, multitud de personas de mi entorno, de una edad entre los 16 y veintipocos compraron artilugios y disfraces de ninjas y karatekas, para intentar emular tanto a bruce lee como a "siniestros" ninjas.

Y volviendo a lo que refiere a la película, es mala hasta decir basta, con unos combates inverosímiles, unos golpes increíblemente mal realizados y una mala sospechosas mala puntería por parte de los presuntamente "máquinas de matá" ninjas.

Ah, y creo que a partir de aquí vinieron ideas para realizar videjuegos del estilo DoubleDragon, con dos personajes, el blanquito rubio y el negro enorme. Jeje.

Es mi favorita del tito Jackie, quizá porque le descubrí ahi. Como bien dice la crítica anterior, eso de ver un tío "normal" hacer esas cabriolas, pegar esas patadas, trepar muros como un mono, unido a su particular y fascinante humor, hacen de esta y muchas otras que sean indispensables de ver para todo aficionado al cine de artes marciales en particular, y de entretenimiento en particular. Además, es para toda la família, sin nada de huesos rotos al estilo de Steven "soy inexpresivo, y qué" Seagal y demás.

Una calurosa tarde de verano decides ir con una amiga al cine, por estar fresquito y por pasar un rato entretenido. Y cuando acabas deseando volver a pasar calor es que algo no funciona.

La verdad es que no sabía nada de la película en cuestión, craso error, ya que de conocer la "historia" ni siquiera habría entrado, pero el resto de alternativas tampoco es que fueran demasiado atrayentes.

Si alguien me sabe explicar la "gracia" de ésta "película" se lo agradeceré, aunque casi que mejor que quede en el olvido.

Situaciones cogidas con pinzas, humor (¿he dicho humor?) pobre, doblaje infame, y un final que viene a ser que no sabían como terminar el film y lo cortan, sin más.

Ah, cuando han comenzado a salir los créditos nos hemos levantado y me he fijado que el resto del (poco) público que había seguían pegados a sus butacas, no se si porque estaban lobotomizados o porque seguían esperando algo interesante.

Vista por casualidad, resulta un experimento más que una película. Parece de bajo presupuesto, con pocos actores, básicamente 2 y medio en toda la cinta.

Mezcla el asunto filosófico con la ciencia ficcion y aún no tengo claro, tras terminarla, si me ha gustado lo visto.

Para los nacidos en la segunda mitad de los 70, Sly y el Chuache son los dos mayores referentes en el cine de acción. Películas con acción desmesurada que nos hacían, de pequeños, decantarnos por uno u otro apoyándoles cuales equipos rivales de fútbol.

Hoy "ya no quedan héroes", y después de la partida hacia su particular cementerio de elefantes por parte del austríaco, le toca dar su último do de pecho a éste "menudo" italiano.

Y lo hace como lo hizo. Acción a troche y moche, con malos cayendo como moscas usando cualquier tipo de arma. Sus manos desnudas, machete, arco, pistola, bombas, ametralladora...

Y cualquiera que haya ido a ver ésta película y tenga alrededor de esos 30 años que menciono, estará sobre aviso de qué se va a ver al cine. Así que no valen lloriqueos ni quejas sobre lo poco que actúa, lo impertérritas de sus facciones o de los litros de sangre que se vierten por quintales.

Estamos ante el fin de un ciclo en el que la violenia no era algo "políticamente incorrecto" como se está dando hoy día, salvo honrosas excepciones.
Nos encontramos un héroe a la antigua usanza, de vuelta de todo al que los comentarios soeces de los mercenarios no le hacen ni fruncir el ceño. Más bien les mira como pensando "animalicos... en mis años mozos sí se hacían escabechinas".

Y todo se redondea con unos malos-malosos mu crueles ellos que le dan la excusa perfecta para que no sientas ni un ápice de pena por ellos cuando los tritura, literalmente.

Y eso, señores, es lo que se esperaba. Y quien diga lo contrario, es que no conoce a John Rambo!