Patrick Rothfuss dijo que a veces, la mente recibe un golpe tan brutal que se esconde en la demencia. Quizás está frase resume el comportamiento del protagonista de este atípico film.
Un film que expone la dura realidad que sufre una persona aislada del mundo que busca desesperadamente el camino de retorno a él.
El personaje, que se vale de las herramientas impersonales que ofrecía el mercado en los años 90 (y que actualmente solo han cambiado de formato) para combatir la soledad. Encontrará en estas un arma de doble filo, que paradójicamente, pueden terminar alejándolo aún más del camino social que el protagonista buscaba y para el que dichas “herramientas” fueron en realidad concebidas.
Esta atípica película sumerge al espectador en un oscuro mundo del que muy poco se habla y abre el debate sobre las herramientas tecnológicas que el ser humano utiliza para sociabilizar: “¿Son estas una oportunidad?; ¿Son estas una amenaza?; ¿O tan solo son lo que el usuario quiere que sean?..”

Nuestras virtudes son, a menudo, hijas bastardas de nuestros vicios. Dijo Friedrich Hebbel y el argumento de esta película lo demuestra.
Un grupo de asesinos, unidos, no solo por la profesionalidad; sino también por el vicio; serán los encargados de hacer girar los engranajes que ponen en movimiento este film.
Una película en donde la intriga se expone de una manera trillada bajo un concepto cinematográfico de modernidad obsoleta. Sus protagonistas, argumento y ritmo no consiguen atrapar al espectador y sus 96 minutos terminan siendo el fondo sonoro de alguna otra actividad.

“El intelecto confunde a la intuición. Piet Mondrian..."
¿Cuántos errores cometemos por no seguir a nuestra intuición? A partir de esta premisa se desarrollará una película cuyo guion recurrirá a la fallida intuición para generar tensión, impotencia y desesperación.
Lamentablemente este film es lo único que ofrece, no consigue que el espectador descifre al coprotagonista y tampoco se interesa en él, más que para generar momentos que sigan dándole desarrollo a la premisa original.
Solo al final esta historia parece cobrar algo de sentido, aunque “intuyo”, que tal como me pasó a mí, no te parecerá suficiente...

Alguna vez Milan Kundera dijo que el hombre es un parásito de la vaca... El director ha conseguido plasmar esta frase en “Parásitos”, una película en donde veremos a una familia comportarse como parásitos de otra, mientras que al mismo tiempo, tienen a un estado, a una sociedad y a un sistema que los sangra día tras día.
Un trabajo excelente por parte del director y los actores, una película armónica y explosiva a la vez. 132 minutos muy bien aprovechados.

“Una mujer que huye con su amante, no abandona a su marido. Le libra de una mujer infiel. – Sacha Guitry”
El protagonista de esta película no comulga con esta frase, él considera inadmisible perder “sus propiedades” y estará dispuesto a todo para que así sea.
Una historia aparentemente brillante que termina defraudando. El giro principal, el eje de todo el misterio, carece de explicación y resulta ser solo un señuelo para el espectador. Pero ya todos sabemos que una mentira no se puede sostener por siempre y mucho menos durante 105 minutos. Si a esto le sumamos la falta de combustión y el ritmo lento y pausado, podemos concluir que estamos frente a un film mediocre, que nos mantendrá expectantes solo durante la primera mitad, solo mientras dura el engaño...