Que no, que no hablo del malestar como nos quería inculcar Freud....

... y estos comensales tampoco, para nada, todo lo contrario. Una obra necesaria no sólo en el ámbito de la "comedia" (del teatro, del cine, del medio audiovisual) sino también fuera, como extrapolable que puede ser, más allá de esos confines.

Los diálogos permiten una dialéctica continua con el espectador (deseamos poder pausar un segundo la cinta para poder dar también nuestra opinión) que enriquece el conjunto y lo ameniza.

Lo mejor: cuando se defiende la cultura (que no nos la toquen!), como elemento fundamental para intensificar nuestros recuerdos. Todos aquellos que amamos el arte solemos asociar aquellos recuerdos de luz de nuestra vida a alguna obra musical, visual, etc... También lo mejor la química actoral, que fluye milagrosamente.

Lo peor: se le va la mano con la música en algunos tramos.

Gracias a los cines Renoir por el pase de ayer día 30 de marzo, a las 20:30. Después del pase los actores se dejaron ver y preguntar en la sala, demostrando de nuevo esa enorme complicidad, esa magia que contiene su oratoria.

La gente últimamente se escandaliza por todo y por nada. Yihadistas, políticos corruptos, violencia de género nos invaden en la pantalla todos los días; algo fuera de lo común que se está volviendo familiar. Y un culo defecando (me ahorro la vulgaridad) no nos es familiar? Venga ya.
Y al final, como se canta en el corto, qué más da si no soy igual. A quien no le guste que no mire; eso sí, por no mirar no va a dejar de tener culo y defecar.

Si algo queda claro al salir de la sala de cine son dos cosas:

1- Que a uno le entran ganas de indagar un poco más sobre el asunto. ¿Por qué tanta polémica? Si bien es verdad es que el problema de la burbuja inmobiliaria se muestra en su esplendor, este documental no dice nada que nadie no sepa ya.

2- Pensar, ¿qué hubiera sido del metraje de Victor Moreno si la crisis no se llega a producir?

Tenemos aquí lo "mejor" de 200 horas de metraje, que han quedado reducidas a 1 hora y 40 minutos y que, para quien escribe, aún así a la cinta le sobra por lo menos media hora.

Lo mejor: alguna que otra historia (aunque no estén del todo perfiladas) de los huéspedes del edificio: una de las historias pone ciertamente los pelos de punta; y que podamos ver el emblemático edificio por dentro (ya no lo volveré a ver con los mismos ojos).

Lo peor: la cámara en mano llega a enervar; como ya señala otra crítica se agradecerían subtítulos en algunos momentos y finalmente, lo que es peor, que, llevando al extremo la narrativa "contemplativa" del documento, el director olvida contarnos realmente lo que parece que quiere contarnos. Una imagen sin nombre de uno de los trabajadores durante un minuto lo dice todo: esto es miedo al horror vacui.

Si bien es verdad que no he reído a carcajadas como algún crítico que otro asegura, he salido del cine con una sonrisa de oreja a oreja, encantado de la vida y encantado de haber sentido ese primer amor, ese que en su momento me revolviera las tripas.

No siendo "Moonrise Kingdom" un ejemplo de guión original (no quedan más que meros restos de esto en algunas escenas) sí que es ejemplo de una gran puesta en escena, de un quehacer cine especial y personal (basta cualquier fotograma de cualquier película de Anderson para identificar a su autor).

A destacar: la banda sonora, que es espectacular, el descubrimiento de Kara Hayward y Tilda Swinton (qué bien lo hace esta chica siempre)
Ni fu ni fa: Algún chiste sonrojante en una escena muy atrevida.

... es que me repele la imagen de un osito lanzándose gotas de jabón líquido a la cara para simular ya sabemos qué. Nivel de grosería superior a la media, y aún así inferior al nivel de idiotez suprema que desprenden sus diálogos. Duele gastarse en estos tiempos casi 8 euros por ver semejante estupidez. Aquellos que aún tengan cierto cariño a sus neuronas, ABSTENERSE DE VER ESTA "PELICULA?"!
pd: y lo peor, un 6.5 de media en este web? cuatro estrellas en Fotogramas? está claro que cuando nos quieren vender algo nos lo venden muy bien, cueste lo que cueste.
pd2: y luego aún hay gente que dice que el cine español es malísimo? Si Torrente leventara la cabeza se sentiría el rey de Java.