Cuando vimos el segundo teaser del séptimo episodio de Star Wars, Graham Milne escribió en el Huffington Post dijo: "Esta es la afirmación de algo que durante largo tiempo se nos había dicho que no iba a ocurrir jamás. Ha sido un regalo. Ha sido fe recompensada. Ya era hora."

Digámoslo claro: la película de JJ Abrams es la primera película de Star Wars que nos llega de mano de la primera generación de fans de la franquicia. Por ello, es una cinta en la cual se busca un difícil balance entre la nostalgia, el regreso a aquellos que cautivó al público, y la novedad, el entregar la franquicia (y sin duda lo mejor de la misma) a una nueva generación de espectadores. No es un equilibrio perfectamente logrado: a mí, visto el resultado final, me hubiera gustado ver más de lo segundo y menos de lo primero. Sí, todo hay que decirlo: abundan momentos demasiado familiares, aunque la intención se agradece mucho.

Sin embargo, el cómo se halla logrado equilibrar lo conocido y lo exótico no mina en absoluto lo realmente virtuoso de esta película, y que ni si siquiera se comparándola con entregas anteriores: esto sí es cine de aventuras, y en estado puro. Y lo es desde el primer minuto de metraje. Hay misterio, peligro, emoción, viajes a mundos fascinantes, momentos tiernos (esa escena entre Rey y Han Solo a la orilla del lago), momentos cachondísimos (las escenas de Rey y Finn en el Halcón Milenario) y momentos de pura magia que sólo en el cine podrían lograrse (el final), todo ello arropado por las notas de John Williams.

Pese a las críticas que puedan lanzarse contra el déjà vu, aquí la acción principal cae sobre todo sobre tres nuevos protagonistas, maravillosamente interpretados por Daisy Ridley, John Boyega y Oscar Isaac. Son la mejor baza de esta película y de la trilogía que ha iniciado. Los tres tienen un carisma arrollador, y somos muy afortunados de que Star Wars descanse ahora sobre sus hombros. Especialmente sobre la primera: su personaje es el mejor protagonista que podría tener una nueva trilogía. Y cómo no, Harrison Ford retomando su papel en toda su gloria... y a juicio de un servidor entregándonos un Han Solo que nada tiene que envidiar al de las entregas originales. Y cómo no... el villano, el malvado Kylo Ren interpretado por Adam Driver. Lo diré sin rodeos: éste es el joven Anakin Skywalker que deberíamos haber visto en las desafortunadas precuelas. Un villano carismático y realmente temible.

Quizá la sensación final de todo esto es que JJ Abrams y su equipo (entre los cuales está nada menos que Lawrence Kasdan, guionista de "El Imperio Contraataca" y "En busca del arca perdida") les ha sobrado el material que han elaborado pero les ha faltado el metraje, pues hay cosas muy interesantes que están desaprovechadas (destacando los personajes del General Hux, la Capitana Phasma y la estrafalaria pirata Maz Kanata), y que con un poco de suerte podremos volver a ver en las secuelas. La película tiene unos cuantos cliffhangers, y quien no sea muy tolerante con la miel que se le queda en los labios tal vez se molestará.

Para mí no hay duda: ésta es sin duda la mejor película de Star Wars que hemos visto desde "El Imperio Contraataca". Sí, es mejor que aquel cierre precipitado y sobrevalorado, titulado "El retorno del Jedi", en el que el Imperio era derrotado por un ejército de peluchines del bosque. Hala, ya lo he dicho.

Todos los amantes de la aventura, la fantasía, el peligro y la magia, id a verla. Y gracias, señor Abrams, por habernos traído la Fuerza de regreso.

Jurassic Park es mi película favorita. Lo sé tal y como sé que tengo cinco dedos.

Creo que, si nos paramos a pensarlo, la mezcla es perfecta. Primer ingrediente, se ha construido un parque jurásico que sí funciona, es seguro y que recibe 20.000 visitantes todos los días, y los espectadores podremos ver tal prodigio en la gran pantalla con todos los efectos modernos. Segundo ingrediente, quienes dirigen este parque cometen el error de crear algo que no es natural, un depredador aún más grande e inteligente que el T-Rex, que enseguida escapa de su control. Con esta mezcla, creo que puede prepararse un plato de aventura y terror prehistóricos muy apetecible. Es más: creo que ambas ideas serían perfectas para que el mismísimo Steven Spielberg dirigiera la película. ¡Qué maravilla nos habría salido!

No obstante, no creo que el buen Spielberg hubiera podido hacer ninguna maravilla con un guión tan cargado de infantilidad, irregularidades, momentos totalmente inútiles (el momento de los dos críos en el tranvía),

Esta película, aún siendo mucho más entretenida y carismática que aquella, padece uno de los grandes defectos de la fallida tercera entrega que nos entregó Joe Johnston: prácticamente todo el carisma de la película recae sobre los dinosaurios. Aquí, pese a un etalonaje digital demasiado exagerado, tenemos a estas criaturas en toda su gloria, con mención especial al malvado Indominus Rex, los raptores, nuestro conocido T-Rex... Ah, y el mosasaurio, que sin duda será el nuevo favorito de muchos fans. ¡Y hasta tienen un mini-zoo de bebés dinosaurio! Y la escena de los pteranodones, en plan "Los pájaros" de Hitchcock... En fin, es una pena que los personajes humanos no estén a la altura.

Quizá mi nostalgia esté hablando por mi razón... pero creo que en favor de la película original (e incluso de su primera secuela) se puede decir que el espectador no tiene por qué aburrirse en absoluto cuando los dinosaurios no están en pantalla. De esta película no puede decirse tal cosa, incluso a pesar de contar con actores de la talla de Chris Pratt, Bryce Dallas Howard y Vincent D'Onofrio. Los tres se esfuerzan, pero están atados a un guión que no les permite hacer prácticamente nada de aquello por lo cual son buenos profesionales. No, aquí los personajes en ningún momento van más allá de los moldes a partir de los cuales están creados. No me extraña que Joss Whedon se quejara de que esto resulta sexista.

La película tiene muchos guiños para los fans y para los nostálgicos, casi todos de la primera película, y un clímax que es puro espectáculo. No obstante, dudo que en el futuro sea una película que mucha gente vaya a reivindicar. Me fascina ver dinosaurios en el cine, y me alegra mucho que "Jurassic Park" continúe como franquicia, pero creo que esta película no merece los récords que ha batido. Ha superado incluso a la original en taquilla...

En fin, que sí, que entretiene, que los dinosaurios son espectaculares. Creo que está lejos de ser mala, como la han calificado algunos, pero no es la digna sucesora que la película original merece. Es un entretenimiento familiar correcto, con mucho espectáculo y con unas cuantas cosas que sabemos que funcionan... pero dudo que el público la encuentre fascinante ni emocionante. Los dinosaurios siguen ganando en carisma a los humanos, ésa es la triste realidad.