Desde luego no llega ni mucho menos al nivel de su predecesora y aunque la he puntuado con un 6, la nota se acerca más al 5. Pero no es para un 1 o un 2.
Si os fijáis en todas esas críticas de nota tan bajas veréis siempre palabras como "LGTBI", "empoderamiento femenino", "WOKE", "negro o negra"... y demás. A mi también me chirría una condesa negra vikinga, pero no tanto como para echar espuma por la boca y puntuar la serie que sea al mínimo que pueda.
Pues eso, la crítica casposa que aburre tanto como el mal que crítica.

Como en the SHIELD la serie nos cuenta el día a día de una comisaría, en concreto el de la unidad de inteligencia dirigida por el duro sargento de policía Hank Voight. Voight no duda en utilizar métodos e imponer su justicia por encima de la ley, lo que pasa es que a veces no resulta muy creíble y además parte de su unidad no puede secundar sus métodos porque sus conciencias no les dejarían dormir tranquilos, así que se queda en un quiero y no puedo.
Hank también es perseguido por perversos agentes de asuntos internos, que se supone que lo tienen bien agarrado para que atrape objetivos que ellos le ordenan, pero él hace lo que quiere. A pesar de ello y dando a entender la serie muchas veces que podrían quitarlo de su puesto simplemente chasqueando los dedos, se afanan en buscar pruebas contra él para conseguirlo. Un sin sentido.
De todos modos he de confesar que la serie engancha y entretiene.

Reconozco que ni me gusta La que se avecina , ni Aquí no hay quien viva. Me parecen de un humor zafio y no me entretienen ni lo más mínimo. Aun así decidí darle una oportunidad a esta serie a pesar de ser tambien de los hermanos Caballero. A los cinco mínutos me encontré, como era previsible, con el mismo humor fácil, burdo y faltón.
Mientras las series entrán en su edad de oro y en el resto de europa se hacen grandes cosas, aquí seguimos fabricando mayoritaramente la misma comida rápida de siempre.
Si como a mí no te gustaron sus otras series, no pierdas un minuto en ver esta.