Casi un documental, casi arriesgado, casi un retrato de Chet Baker.

Casi un documental porque las incursiones actuadas y a menudo sobreactuadas de Chet, sus familiares, amigos, exparejas y los extras del reparto, sumadas al artificioso montaje y el diseño de producción de esta cinta, no te permiten captar, y esto quizás sea de forma deliberada, un enfoque real del tema.

Casi arriesgado porque, siendo del 88, intenta romper los clichés de los documentales biográficos de la época, en los que el personaje principal siempre era ensalzado y vanagloriado. Además de aportar un montaje complejo y no cronológico y una fotografía con personalidad jazzística.

Casi un retrato de Chet Baker porque su nombre aparece en la portada de la caja y él es el epicentro y el protagonista de toda la acción.

Casi. Porque el intento de convertir el apartado artístico de esta película en una representación visual del Jazz, tanto con el blanco y negro quemado, como con los planos torcidos y el montaje saltarín, se queda en eso, un intento. A esta película le falta swing, ritmo. Empieza desconcertando y acaba aburriendo, Weber no sabe mantener la atención del espectador en una película que empieza a acabarse a la hora de metraje y cuyo final se alarga durante toda la segunda mitad.

Pero hablemos de Chet. Porque este documental va de Chet, ¿no es así? Pues no. Cuando la película empieza a encaminarse, se revela que el tono triste, en un principio acorde con el sentimiento de las canciones del jazzista, estaba ahí por algo más. Comienzan a esparcir carnaza. Prensa amarilla. La decepción de la madre, las diferencias entre sus exparejas, sus problemas de drogadicción, la incapacidad del trompetista para ser un buen padre. De todo. Toda la casquería imaginable e inimaginable. Con la única pretensión de agrandar el mito y enfocarlo de una forma cercana, Weber entierra a Baker y su música en un submundo de cotilleos y sentimentalismo fácil.

Lo mejor de esta cinta es la poca música de Baker que contiene, que no nos cansamos de escuchar y que sentimos como un alivio frente a tanta banalidad. Cuando Chet deja de actuar para las cámaras y suelta perlas como cuando le preguntan por su drogadicción y él mismo dice: “Esto es muy pesado y absolutamente innecesario” (cosa que yo también estaba pensando), cuando hace una crítica del público en la actuación del festival hacia el final del metraje, o cuando él mismo descubre a los espectadores que todo lo que acabamos de ver es ficcional.

No puedo dejar de pensar que Weber aprovechó la noticia de su muerte para lanzar esta película y que es por eso por lo que parece que está hecha a prisa.

Conan es tan bruto que cuando matan a sus padres no se enfada ni llora, se asombra.
Conan es tan bruto que los malos llevan el mismo corte de pelo que los de Medina Azahara.
Conan es tan bruto que mueve él solo un torno gigante durante años sin descansar.
Conan es tan bruto que corre más que los lobos.
Conan es tan bruto que limpia una espada a hostias contra una piedra.
Conan es tan bruto que va a buscar su destino a Zamora.
Conan es tan bruto que después de follarse a una mujer la tira a la hoguera.
Conan es tan bruto que solo quiere un medallón para molar.
Conan es tan bruto que se ríe de una llama.
Conan es tan bruto que le da una hostia a un dromedario y lo tumba.
Conan es tan bruto que mata a una serpiente gigante en diez segundos y sin hacer ruido y solo con sus manos.
Conan es tan bruto que se salta el racord cuando quiere.
Conan es tan bruto que le tira gallinas a la mujer que ama.
Conan es tan bruto que no te dice na y te lo dice to.
Conan es tan bruto que se encuentra con un esqueleto de un caballo con su jinete esqueleto encima.
Conan es tan bruto que el narrador es un mago chino y negro a la vez.
Conan es tan bruto que el Sol no se pone, huye.
Conan es tan bruto que se disfraza de hippie para no ser descubierto.
Conan es tan bruto que seduce a un sacerdote.
Conan es tan bruto que ve el infinito.
Conan es tan bruto que no se separa de su medallón ni aunque lo maten.
Conan es tan bruto que es Jesús.
Conan es tan bruto que mata a un buitre a mordiscos.
Conan es tan bruto que le pintan la cara y se cura.
Conan es tan bruto que su mujer espanta espíritus a hostias.
Conan es tan bruto que el sonido de la espada cortando el viento llega tarde.
Conan es tan bruto que descubre que tiene manos.
Conan es tan bruto que tiene déficit de atención.
Conan es tan bruto que quiere ser una cebra.
Conan es tan bruto que el hombre serpiente mira a cámara.
Conan es tan bruto que nada tiene sentido.
Conan es tan bruto que le da collejas a mujeres desnudas.
Conan es tan bruto que derrama la crema de verduras.
Conan es tan bruto que el malo almidona serpientes y las lanza con su arco.
Conan es tan bruto que lloran por él.
Conan es tan bruto que cuando era pequeño comía arándanos silvestres con su padre.
Conan es tan bruto que adorna las trampas mortales con esqueletos.
Conan es tan bruto que no reza, amenaza a los dioses.
Conan es tan bruto que los malos chocan contra las rocas.
Conan es tan bruto que admira su obra en medio del fulgor de la batalla.
Conan es tan bruto que mata a Obelix.
Conan es tan bruto que si formase parte del ejército de 300, ganarían.
Conan es tan bruto que casi lo engañan.
Conan es tan bruto que acaba de golpe con el fanatismo religioso.
Conan es tan bruto que le prende fuego a las piedras.
Conan es tan bruto que teletransporta a las muchachas a sus brazos.
Conan es tan bruto que te deja un cliffhanger.

... que desde que conozco a mi gran amigo Carlos Boyero y he descubierto que para despreciar (que no criticar, este señor no critica nunca) una película solo tiene unas pocas palabras clave del estilo de "es aburrida", "es fea" o "es pretenciosa" (sobre todo esta última); he ido dejando de utilizar estos adjetivos en mis conversaciones sobre cine. Desde que esto ha ocurrido, me he dado cuenta de las pocas pretensiones de las cintas actuales. Y es que Boyero te cambia la vida. Ahora bien, y hablo con conocimiento de causa, uno de los mayores problemas que tiene esta película, es precisamente su pretenciosidad. Esta sí.

Veo que la mayoría de críticas sobre Serbian Film se decantan en dos vertientes: La odio porque es inmoral o la amo porque hace una crítica durísima a un país. Pues bien, es inmoral, sí, obvio, roza y por lo visto traspasa lo ilegal. Ya está dicho, pasemos a otra cosa. ¿Es una crítica metafórica a una sociedad o comunidad? Sí, también, un poco, cogido con pinzas, metido con calzador, es pseudocrítica, no importa mucho.

Voy a explicar por qué esta película no funciona en términos cinematográficos: Es mala. Tenemos que los cuatro realizadores de turno deciden hacer una suerte de remake de Saló pero:

1º El guión es endeble y hueco.
2º La fotografía y el montaje son mediocres.
3º El mensaje es manido y local.
4º La dirección y las actuaciones son malas.

Es decir, han intentado hacer Saló otra vez pero sin la maestría, la inteligencia y la elegancia (sí, elegancia) de Pasolini y Sade.

Se me ocurren, a bote pronto, un puñado de películas que vienen a decir lo mismo y mejor: La propia Saló, Crash de Cronemberg, la producción vecina Canino, Ex-drummer, etc. Prácticamente cualquier película cuyo mensaje sea "la sociedad actual y sus valores está jodida" podría ser un ejemplo.

Entonces, desbaratado cualquier elemento a mayores, lo único que podría mantener el interés por la cinta es esa secuencia atroz, ascendente e inacabable de pedofilia, violencia, porno y drogas. A mí personalmente, no me engancha.

Recuerdo el Vengador Tóxico IV (cualquiera de la saga valdría), recuerdo como disfruté con la pelea intrauterina entre fetos. En una confrontación directa, esta escena humilla y destroza sin piedad y a fregonazos a la polémica y tonta escena de Newborn Porn de Serbian Film. Precisamente lo que hace del Vengador Tóxico IV una película entretenida y visible (dentro del género) y a Serbian Film una tostada que podríamos pasar por alto, es precisamente el tono pretencioso. Las dos ofrecen lo mismo, casquería y asquete cuanto más casposo y putrefacto mejor y exactamente el mismo mensaje en la misma proporción: "la sociedad está jodida". Ahora pensemos por un momento qué pasaría si el Vengador Tóxico intentase tomarse en serio a sí misma; exacto, no funcionaría de la misma manera que la película que nos ocupa no funciona. Solo cambiando el título, si en vez de Serbian Film se hubiese llamado "El serbio depravado ataca de nuevo" se entendería de otra forma y su visionado sería francamente más "agradable". Porque la pretenciosidad es así, intentar revestir de chocolate una tarta de mierda podrá confundir en un primer momento, pero no se tarda en descubrir que la mierda huele y esta película apesta de lejos a cine palomitero de la más atroz serie Z.

La bola de nieve de publicidad que se generó en base a la estratégica polémica servirá para incluir el eslogan "del director de Serbian Film" en el cartel de su siguiente estreno. Esta película ha valido única y exclusivamente para eso, si la que vendrá nos ofrece algo nuevo, bueno, u original, lo veremos, pero visto lo visto, lo dudo mucho.

Atípica película (o algo así) parodia del género de artes marciales de serie B. Con una producción muy superior a la media y un sentido del humor que alterna el chiste fácil y clichés regionales (temas que terminan por hacerse aburridos) con verdaderos aciertos de humor absurdo, un guión más absurdo todavía (cabía esperarlo) trazas gore, escenas de leches al más puro Japan Style y homenajes/parodias de otras películas perfectamente reconocibles (que si Matrix, que si Kill Bill Vol.1, que si Lo que el viento se llevó, El resplandor, etc.).

Todo tiene todo un regusto a las películas de Fesser, por ambientación recurrimos al Milagro de P. Tinto y por diseño de producción y efectos especiales a Mortadelo y Filemón. Es una anécdota, pero supongo que no solo he sido yo el que ha asociado esto.

Encuentro que, con todos estos ingredientes, lo que nadie pensaría que fuese a ocurrir, ocurre, y es que la película termina resultando aburrida. Ocurre que los ingredientes no lo son todo y, por lo visto, el chef no entendió lo de los tiempos de cocción. El montaje es un castillo cutre hecho con piezas de lego, de las gordas.

Todavía no sé discernir entre si el doblaje es un buen trabajo o no, lo que sí sé es que Rafael Calvo, el director de doblaje, estaba muy... feliz cuando hizo esto.

Sigo en el spoiler con una crítica a tiempo real.

Si bien, la razón por la que he terminado revisando esta cinta (de cuando todavía había cintas), no es la mejor razón para revisar una cinta, también es cierto que es la que me ha animado a abrirme una cuenta en este foro. Ya es bastante.

Si bien es cierto que no termina de cruzar la frontera del cine de culto y tampoco es un título especialmente cuidado, Very Bad Things tiene más de lo que se podría esperar. Quizás ese sea el engaño, plantear un contexto fácil de superar y, posteriormente, alardear por haberlo superado.

Podría confundir a cualquiera. Viendo los primeros 15 minutos, te esperarías la típica bobada romanticona con actuaciones un tanto pasadas de rosca para buscar la risa fácil. Sin embargo, toma posiciones rápidamente y transporta a un ambiente viciado, en mi opinión acompasado en dirección y montaje. Actuaciones correctas y escenas que oscilan entre el tono de película estadounidense graciosa cliché y bizarradas tarantinianas.

En otro orden de cosas, son risas. Una decente (aunque fácil) comedia negra con cadencia destructiva en espiral en la que no se salva nadie.