Dunkerque, de menos a más pero... Decepciona sinceramente. Es una buena película pero no es una película para volver a ver 2 veces. Se queda corta. Y tuve una sensación extraña durante toda la película... Y es que la banda sonora como que te hacía pensar que iba pasar algo importante y no pasaba absolutamente nada, ésto constantemente...

El último tramo de la película es lo mejor de la película y es cuando empiezas a empatizar con los personajes, pero me temo que es demasiado tarde.

Es sin duda una película maravillosa. Un guión, unos diálogos y un sentimiento en las interpretaciones excepcionales. Se pueden palpar cada una de las relaciones personales entre los personajes como si fuese propia, te agarra, sobre todo la relación entre los personajes de Matt Damon y Robin Williams, me han hecho desear ir al psicólogo incluso. Una historia profunda y mágica.

Dos personas tan diferentes que en un principio se atraen y se intrigan mutuamente, pero, con el paso del tiempo sus prejuicios y diferencias los van separando... Esas intrigas empiezan a necesitar respuestas, por parte de ella por lo menos. Mucha filosofía y ¿amor? Por parte de ella creo que sí, por parte de él, "tengo dudas".

Una película que denuncia lo que a la vez nos vende. Una crítica social de lo que significa el capitalismo sin escrúpulos que reina en EEUU y que genera la desigualdad y la pobreza que el protagonismo y su familia soportan. Un crítica sentida y bien estructurada pero que no acaba de cuajar por que nos vende que ese mismo sistema es el que te salva... Como si tuvieses que ganarte por encima de otras personas el vivir dignamente... Para todo eso éste padre de familia nos cuenta que pierde a su esposa, amigos... Lo peor es que está basada en hechos reales y el protagonista en la realidad ahora es un coaching de esos...

La verdad es que me ha encantado, está hecha con un gusto de diez, magníficamente contada y magníficamente entrelazadas las historias de los protagonistas. Hay escenas de gran calidad fotográfica como la escena en la que hablan sentados en el capó de ese coche retro (otra cosa que me encanta) que pega mucho con el personaje de Ruffalo. Qué gran película, casi tan buena como la música que suena en ella. Inspira.