Harry Potter debe aceptar su destino y sus buenos amigos le ayudarán a enfrentarse a hordas de mortífagos arriesgando su vida e incluso traidores que harán cualquier cosa por ayudar a éstos.

Ya no hay tiempo de esperar a que Voldemort tire la primera piedra como en las anteriores entregas ahora el mundo está a manos de sus servidores y se encuentran en una estresante carrera por anticiparse a sus movimientos y destruir los Horrocruxes que mantienen con vida al Señor de las Artes Oscuras.

Los personajes cumplen su trabajo correctamente, aunque no a la perfección, salvo en el caso de la magistral representación de Bellatrix Lestrange por parte de Helena Bonham Carter.

Este nuevo giro hará que los seguidores (y no seguidores) de la saga dejen de aburrirse en sus butacas y mantengan sus ojos bien abiertos.

Durante la película podremos conocer el origen de la casa por el cuál se acontecen las visiones y horrendos fenómenos que acontecen sobre todo al chico y que deberá de enfrentar a pesar de su enfermedad.
El argumento no es para nada original, un argumento parecido a Poltergeist, por ejemplo, en el que se descubre que la casa fue anteriormente una especie de fosa para cadáveres.