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Críticas de Laura Gomila Domenech
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
9
26 de octubre de 2019
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película aguda, crítica y perversa que, adentrándose en la mente de un enfermo mental, escanea la realidad incómoda que se esconde tras el individualismo mal entendido y peor aplicado.

Nos habla de Arthur Fleck, payaso de profesión y un hombre malherido por su traumático pasado y su insignificante presente, que combate su dolor a base de risas; que no alegría. La misma risa falsa y desbordante que procesamos cuando nos cuentan un chiste malo que se presupone gracioso por no quedar de tristes. Una risa catastrófica, ¡terrorífica y dolorosa!, (pero poderosa), que te hará huir lo más lejos posible de este payaso enajenado, que con su intimidante "jajaja" te recuerda quién eres, qué has hecho y cuales son tus flaquezas...

La cámara recoge con minuciosidad cada fragmento de la vida de este desgraciado de forma descriptiva y directa, sin morbosidad pero sin tapujos, dejándonos entrar en su tortuosa intimidad sin aditivos dramáticos innecesarios, teniendo en cuenta la talla de su actor principal: Joaquin Phoneix. ¡Impresionante! La narración es pausada en la primera mitad de la película, recurso eficaz a la hora de coger estima al personaje (en su faceta más humana), y que provoca a posteriori una explosión de emociones contradictorias llegado el clímax. Su fotografía es oscura, sofocante en los planos interiores, sinuosa en los exteriores...

Pero por encima de todo, la excelencia de este film se haya en su enfoque, en cómo nos muestra a su personaje, cómo nos cuenta su vida; y hacia dónde nos lleva su historia... Y esque Todd Phillips filma todos sus actos desde la más cotidiana "normalidad". De esta forma, nos viene a decir que Arthur Fleck es un tipo que sería perfectamente normal si su vida no hubiera sido tan complicada. Si obviamos su trastorno, es solo un tipo corriente de inteligencia media o incluso alta que, como nosotros, solo busca un poco de reconocimiento y una vida sin muchas complicaciones; ir al trabajo con unos compañeros que se comporten como tal, independencia económica, una chica que le quiera... Podría ser fácilmente tu vecino... ¡O tú mismo...! Su objetivo vital no es hacer daño, es hacer todo lo posible por preservar su dignidad y no sentirse un paria. Y hoy en día, ¿qué hay peor para nuestra sociedad ególatra y enferma que no ser "alguien"...? El director juega astutamente con nuestra continua "necesidad" de reconocimiento desmerecido y tontorrón.

Y precisamente es en este punto, en la simpatía y cercanía que despierta, donde el film se muestra terrorífico... Es aterrador comprobar cuan fácil es "perder la cabeza" entre comillas, ya que es una locura a lo "Taxi Driver": no ve fantasmas, simplemente está tan hastiado que le da igual su moralidad, no le importan ya ni sus propias ideas. Un muerto viviente por los abusos, maldad, negligencia o sencillamente estupidez de los que le han rodeado. Un malvado por desamor al que ya no le afecta nada ni nadie...

Ha habido críticas que acusan a este film de incitar a la violencia. ¡Qué tontería ningún film por muy real que sea puede crear monstruos de donde no los hay! Esas críticas son el mismo miedo, o remordimiento, de reconocer en la ficción lo podridos que están algunos y lo que eso pudiera desencadenar. Y el film es tan bueno... que en lugar de ver esta situación como una consecuencia de "nuestra egocéntrica sociedad", (algo ajeno a ti), nos involucra a cada uno de forma individual; haciéndonos responsables. De ahí que sea tan molesto y pueda resultar hasta corrosivo.

Pero si no nos dejamos perturbar por la denuncia social y vemos la moraleja de esta dura cinta, es, en realidad, de lo más sana: nos advierte que la falta de amor, solidaridad y empatía de la sociedad puede degenerar en movimientos sociales de odio; en todo tipo de violencias. Y que, por lo tanto, está en nuestras manos no permitir que eso suceda, o nos suceda.
Laura Gomila Domenech
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2
14 de noviembre de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película flojilla correctamente interpretada y, ante todo, muy bien cantada, por el vocalista Marc Martel, (de ahí el 2,5, hay que tener huevos y talento para asumir el reto y alcanzar semejante resultado). Los puntos que restan el 10, bien merecidos también: por infatiloide y maniquea. Desconozco la vida de este hombre, se comenta que le gustaba mucho ir de parranda, que tuvo múltiples amantes, que si las drogas el alcohol las ínfulas de estrella... Que sí... que está muy manido lo de sexo drogas y rock and roll; que las estrellas tienen su corazoncito y vulnerabilidad... Pero hay que ser miserable para convertir la vida de un hombre que alcanzó la leyenda en la de un millennial rebelde sin causa que adora vestir extravagante y se mete en muchos líos, para que no le llamen gay. Tendrá que mostrarnos algo que justifique su talento y su fama; pero aquí no se aprecia su amor por la música, su necesidad de trasmitir a través de ella su verdad... No sabemos por qué actúa; no sabemos ni si piensa. Va por la vida encontrándose lo que necesita para convertirse en Queen, sin ton ni son, como Jaimito anda por el bosque encontrándose animalillos amigos; ¡no se pone nervioso ni en su primera actuación!, (como sabe que va a ser una gran estrella de antemano...). Pero cuando llega el momento de tocar la fibra "sensible" al espectador con el tema de la homosexualidad... (sí, son humanos), ¡ahí no hay tu tía!: el más sensible del mundo mundial, (llorica en verdad); así, ¡de repente!: porque toca hacer de gay. Exactamente por el mismo motivo que hace media hora era el rey del mambo 100% seguro de que todo iba a ir como la seda: porque sí, ¡porque soy Freddie Mercury y seré una leyenda!

Un mero espectáculo de formas y gestos torpes y atropellados que solo tratan de transmitir una idea, (a propósito o a despropósito), muy estúpida e insultante: Freddie tenía su corazoncito y era humano, tenía sus dudas y sus pupas emocionales, como nosotros, (por si el espectador es tonto y no había caído en esa posibilidad). Y, por consiguiente, era tan humano como tú o como yo: ¡tenemos tanto en común con él...! Y que esta idea, que no engrandece precisamente a nadie más que a nuestro frágil ego, genere admiración por este bodrio... Que se diga que es un maravilloso homenaje a Freddie Mercury cuando es totalmente caricaturizado... No es más que una película de sobremesa, idónea para cubrir de gloria al espectador selfie ansioso de notoriedad. Se realizó con ansiedad con vistas al taquillazo, sin el amor que merece una película biográfica; ¡ni siquiera se documentaron bien sobre los eventos y fechas!, (ni que no tuvieran material...). Y para colmo, con moratina final de regeneración zen al verle las orejas al lobo, (la muerte): "es cuando te pasa algo muy trágico y muy grave cuando aprecias la vida", (¿de verdad...?, ¡pues qué bonito y práctico oyes!, ¡a ver cuándo nos llega la hora para convertirnos en genios!). Conclusiones absurdas que relacionan el desmadre con el mal y la contención con el bien; personajes cartón piedra que se relacionan según necesidades de guión (el único que se acerca a la realidad, edulcorada, es el de la novia)... Francamente indignante.
Laura Gomila Domenech
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5
15 de enero de 2024
5 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin lugar a dudas será una excelente película, en lo que a técnica cinematográfica se refiere; pero como espectáculo, que es desde donde voy a enfocar mi crítica, (soy espectador), es una película fallida. Es de agradecer que el sr. Bayona huya de la hecatombe zombi, que trate de dignificar los actos de los personajes, (por si más de un espectador es un descerebrado); pero esa voz en off constante, tanto narrar lo que ya vemos... se me hizo cansino e innecesario. Una de las grandes virtudes del lenguaje fílmico es la capacidad de sugerir mediante imágenes, de hecho es lo que más lo define; por supuesto un buen guion es necesario, (aunque éste carece de realismo), pero ante todo la imagen debe impactar, sugerir... Y más en este tipo de temáticas, donde las palabras están de más. Somos ante todo seres visuales, la memoria recuerda antes la imagen que los nombres, (de ahí el tu cara me suena de algo...).

Volviendo al film... como dije, es de agradecer el afán del director por dignificar a los protagonistas; pero creo que les hubiera respetado, igualmente, permitiéndose el atrevimiento de imágenes más trágicas y truculentas, (puesto que el hecho, lo fue). Sin llegar al morbo, podría haber reflejado el acontecimiento real de la siguiente forma: imagen del "caníbal" (entiéndase el toque humorístico), decaído y cabizbajo, frente a un cuerpo sin rostro, (no se le ve la cara para preservar su intimidad); primer plano del "carnicero", rostro doliente y sin aliento: empieza la faena. Al compás de los hachazos, desfilan primeros planos de algunos rostros de los difuntos, (recordemos que están congelados, ni sangre ni putrefacción), aquellos que el director se encargó de presentarnos de modo más entrañable; paran los hachazos, dos rostros de cal más. Primer plano del doliente ejecutor, eleva la mirada en dirección al rostro del fallecido, (que seguimos sin poder ver): se derrumba sobre el cuerpo cercenado; deshecho en lágrimas... (puede decir "¡perdón perdón!" para que resulte aún más esclarecedor). Algo así, más heavy, a veces es necesario. También podría haber empleado el paisaje nevado y desolador, esas altas montañas llenas de aristas empinadas... para desarrollar el terror que, a la fuerza, debieron de sentir esos chavales. Un primer plano del protagonista, angustiado, mirando la estrellada noche y el rugir de las montañas; que murmulla al son de sus compañeros malheridos...

Por otro lado, los actores son buenos, pero se echa en falta la presencia de auténticas estrellas, de actores carismáticos como en el biopic anterior "¡Viven!". Y en cuanto a la filosofía... sinceramente, por muy religioso que seas, se me hace difícil pensar que ante una decisión tan terrible, te preocupe más no ofender a Dios que convertirte en un monstruo... Más allá del conflicto moral sobre el bien y el mal, ¡¡debe ser psicológicamente devastador tener que vivir algo así!!, secuelas que durarán años... dudo mucho que, si bien el conflicto religioso también estuvo presente, fuera el más difícil de afrontar. Los diálogos son preciosistas, si no viera que están dentro de un avión desmantelado a bajos grados de temperatura, fabularía a un grupo de sesudos teólogos discerniendo en un lugar calentito entre puros y café. Ni un "¡joder tío que es el Charlie!", ni discusiones, (recordemos que son chavales menores de treinta solos en la montaña), o gritos fuera de los momentos donde, a la fuerza, han de gritar si son humanos. Y si queréis ver una escena realmente espectacular, y no morbosa, sobre accidentes aéreos: "El Vuelo", realmente impactante.

Y en definitiva, seguro que estaré siendo injusta con la nota y que artísticamente merece mucho más; pero como espectadora, esperaba irme a la cama con mal sabor de boca, preguntándome hasta qué punto vale la vida, remordiéndome la conciencia por no valorarla más... Y dormí plácidamente.
Laura Gomila Domenech
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9
25 de julio de 2019
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Hermosa y poética reconstrucción de la que podría ser la más terrible de las atrocidades. El film relata, con un estilo a caballo entre el noticiero y el cuento fantástico, (que le transfiere tanta veracidad como delicadeza), la historia de dos hermanos que contactan con una nave espacial vía Golden Grahams. Narrado a través de la voz del hermano mayor, apenas un adolescente, nos adentra en el maravilloso mundo del imaginario infantil al tiempo que nos describe lo que podrían ser las fases de un taimado secuestro. ¿Serán los extraterrestres que les quieren ayudar a escapar de un planeta que se derrumba...? No podemos, ni queremos, saberlo; nos lleva de la mano un adolescente asustado, que aún no distingue el peligro de la aventura, y es demasiado tentador no dejarnos engañar por su entusiasmo e inocencia. Y éstos, añadidos a la cruda realidad y la belleza narrativa del cuento, son los factores que hacen que este corto de apenas 12 minutos resulte tan emotivo; como aterrador...
Laura Gomila Domenech
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9
15 de marzo de 2020
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Capitan Phillip no es una película es una crónica. La crónica de un pueblo famélico e iracundo supeditado al Primer Mundo del que tratan de recuperar lo usurpado; la crónica de un Primer Mundo demasiado privilegiado para justificar la violencia fuera de la gran pantalla. Una película que regenera las películas sobre piratería, siempre capitaneadas por gallardos corsarios y gamberros marineros borrachines. A caballo entre el thriller y el psicodrama, Paul Greengrass nos muestra las dos caras de la piratería real, de forma descarnada; sin prestar concesiones a sentimentalismos ni a pensamientos maniqueos. Con cámara en mano, graba secuencias cortas nerviosas, que no brindan tregua en su propósito de mantenernos en vilo; que penetran tanto en la acción violenta del abordaje, como en las luces y sombras de los personajes. Tan bien trazados e interpretados...

Y es que este film, repleto de secuencias memorables, un cuidado guión, excelente banda sonora y una intriga trepidante; destaca, ante todo, por su elenco actoral. En especial el consagrado por los cuatro tripulante del bote, entre los que se encuentran un flamante Tom Hanks y un no menos magnífico Barkhad Abdi; actor debutante que, increíblemente, está a la misma altura interpretativa que Tom Hanks, y no exagero. Al ver este cadavérico actor, una llega a pensar si no está ante el mismísimo capitán Muse, que habiendo conseguido su sueño americano, se ha decidido por la interpretación. Su mirada cansada, sus gestos violentos... toda la gesticulación de su rostro que modifica a su antojo en el momento preciso, sin necesidad de pronunciar una sola palabra... Esa mirada que parece decir: "así podría actuar yo si no hubiera nacido en la miseria...". Inconmensurable

Una película que entretiene, emociona, que a ratos te lo hace pasar realmente mal... Que retrata un pulso entre dos personajes titánicos que se retan y se admiran; pero que además esconden un duelo entre entes superiores: el enfrentamiento entre dos naciones antagónicas. Así lo testifican Hanks y Abdi, estandartes de estas diferencias socio-culturales: en el modo en que dirigen a sus hombres, en las estrategias psicológicas que emplean para retarse, en su forma de derrumbarse y afrontar los problemas... Y, sobre todo, en sus esperanzas y posibilidades... Factores éstos, que son los auténticos gobernantes del film; que no pretende ser solo un duelo entre inteligencias, (a pesar de ser uno de sus atractivos), si no enfrentar nuestros conceptos del bien y el mal con las circunstancias que pueden confluir en ellos; haciendo que realmente sea difícil distinguir entre ambos bandos, a los que inevitablemente nos vemos abocados. Forzándonos a mirar la realidad desde una óptica más crítica y madura de la que el cine de aventuras nos tiene acostumbrados.

No alcanza el 10 porque algunos diálogos ensalzan el heroísmo americano, así como situaciones en las que los piratas son más considerados con el primer mundo que entre ellos, (por supuesto no creo que fuera así). También se echa en falta más belleza visual, planos más amplios y paisajísticos, a pesar de que tal vez eso le quitara veracidad y dureza al relato, y ambas son necesarias; y no estaría mal que hubiera aprovechado la temática para informar más sobre la situación de Somalia.

https://silenciosusurrosdeduendesbrujas.blogspot.com/2020/03/capital-phillips-9-el-alma-del-capitan.html
Laura Gomila Domenech
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