Si si, vale que Jules y Jim y vale que Dreamers también. Pero en éste el ménage á trois se plantea desde el amor imposible. Es muy interesante saber a qué están jugando dos de ellos y no poder ver las cartas del tercero hasta el final.
Merece la pena verla sólo por la boca de Xavier, el pelo de Niels y la mirada de Monia.
Y sale Louis Garrrel! durante cinco segundos eso sí, jaja.
Y encima en francés! tan dulce.

Dos maneras de enfrentarse a la vida, la primera necesita experimentarlo todo, que no le cuenten las cosas y que no dirijan su actos. La segunda es reflexiva, introvertida, racional. Ninguna de las dos tiene razón, o las dos a su manera.

Es una película adorable, muy dulce, emotiva, inteligente.
Por un momento Carmen Maura y Verónica Forqué son tu madre y tu tía y todo lo demás no importa.

Por encima de la elegancia que llena la película de su propia belleza de violines, trajes de alta costura y arquitectura moderna hay un retrato delicado y muy valioso del sentimiento homosexual, de la defensa del amor entre dos hombres como pocas veces se ha contado.