Como espectador del festival de Sitges (donde vimos la primera parte), reconozco que a veces apetece ver cafradas y esta película nos sació con creces.
Todo lo que no vimos en la primera parte, lo vemos en esta.
La primera mitad crea la tensión necesaria para la segunda parte de la película que no defrauda. No nos engañemos, el guión es casi inexistente, pero está claro que si decides ver esta película, esto es lo que menos te va a importar.
Tom Six no hace más que dar al espectador lo que éste le pedía. (Gracias Tom)
Después de la inquietante y soberbia primera parte, que sin enseñar te lo hace pasar fatal, aquí vas a ver, y bastante.
Evidentemente, te tiene que apetecer. Esto no es bambi.
Para sufrir con amigos.