No parece casualidad que todos los actores y actrices destaquen tanto en una película de Almodovar. Ahora bien, alguien que haya visto algún largometraje suyo sabe que va a ocurrir mucho antes de que ocurra. Historia con altibajos y pequeños fallos mal resultos que uno quiere obviar por tratarse, nos guste o no, de nuestro director más original. Pero las carencias de Almodovar ya vienen siendo de bulto desde hace tiempo. Alguien debería aconsejarle que adaptara una historia ya escrita o simplemente se la escribiera otro, como hacen muchos directores de sobrado talento. Llegada su menopausia creativa, se repite sin salida y necesita de otros puntos de vista.

Y no es que no pueda visionarse en una sala al uso, pero los detalles de un film como este se valoran adecuadamente en casa de uno. Aún así, tiene algunos altibajos, injustificables para alguien que narra la historia de dos personas que se quieren durante más de 20 años. Es mejorable en algún detalle, pero excelente en cualquier caso. Sólo se disfruta al liberarnos de nuestros prejucios y obviar los temas de moda.

Más allá de su objetividad, la película tiene la virtud de mostrar verdades y puntos de vistas que la sociedad desconoce y la política oculta. Nos aproxima a la realidad de una cultura cada día más cercana a la nuestra. A sus vicios, defectos y miserias. Sobretodo, explica sucesos aparentemente incomprensibles pero que resultan ser muy evidentes al final de la cinta.