Porque todas las criticas insisten en criticar esta película como si fuera la nueva película de Lynch o von trier, por mi parte nunca esperé nada de la película, aparte de pasar el rato y reír mucho. Es un humor estúpido, es verdad. Es prescindible, totalmente. Su guion es imbécil, de acuerdo.
Pero si quieren ver una película con esos atributos, no se molesten en ver esta película, por mi parte entra en la categoría de películas malas pero divertidas, por lo menos para mí es un placer culpable.

Obra fundamental, un poema en movimiento de los que se cuentan con los dedos de una mano,
Es indispensable verla, pero no de la forma en que se puede ver una obra corriente, sino, como si se estuviese viendo un espejo, un álbum familiar, escuchando hablar a tu abuelo o mirando los primeros pasos de tu hijo. Este documental nos desnuda, nos golpea y en ese momento nos tiende una mano...Nuestra propia mano.

Cine crudo, básico incluso sucio, anacronismo que se desmarca de la mirada de otros cineastas y busca reflejar en su visión a una sociedad marginada (auto marginada). no busquen encontrar aquí una gran producción, grandes tomas o actuaciones, esto se trata de seres que aceptaron el destino tal cual como venia y no hicieron nada por cambiar o fracasaron en su intento.

Robert solo camina, nos advierte la voz en Off de los motivos que puede tener un exitoso abogado en New York para dejarlo todo y caminar. Y pensar en sí mismo como también se nos aclara. Es Robert, el sujeto ajeno a este curso de río el que permite darnos cuenta de lo que vive y se deja arrastrar por este curso de agua, prístino en tramos, lleno de fuerza, vida, y por momentos algo que se mueve a duras penas entre una ciudad que desecha en él, todo lo que ya no es grato.

Es un documental bien logrado que transmite la sensación que siente Robert al transitar e interactuar con los habitantes, es sin duda un extranjero enfrentado a una metrópolis diversa, seguramente una analogía de un río que atraviesa una ciudad.