Con un auténtico Woody Allen en su estado más puro e inicial, se disfruta de una película con una progresión que va de menos a más, pasando por cada uno de los temas incómodos de los que Woody Allen consigue sacar su máximo partido en clave de comedia. Sin duda, esta progresión de historias toma su punto álgido con sus penúltima y última.

Está claro que Daniel Sánchez Arévalo ha intentado sorprendernos con una película cómica y alegre, y lo ha conseguido. Aparentemente, si sólo nos quedásemos con su trailer y los posibles anuncios que se hayan podido ver de ella, esperaríamos una película típica y predecible. Sin embargo, una vez sentado en la butaca, ya sólo con el empiece, el espectador comienza a reírse y pasarlo bien.

Lo bueno, es que no se queda uno con la única sensación de haberse reído y pasado un buen rato, sino con la idea de que ante momentos tan difíciles como el que vive el protagonista, siempre se puede aprender y, es más, se puede disfrutar y ser feliz, ya que se te brinda la oportunidad de volver a empezar y volver a poder elegir.

A parte de todo ello, del argumento y de los diálogos (cómicos, bien escritos y a veces incluso filosóficos), hay que destacar la actuación de todos los actores en general, pero especialmente de Adrián Lastra, quien en mi opinión le da un toque muy especial a la película, no sólo por lo que su personaje representa, sino por lo que de este personaje logra sacar.

La última actuación que recordaba de Adrián era en el musical "Hoy no me puedo levantar", donde logró que la historia fuera aún más creíble y donde hizo aflorar los sentimientos de todo espectador. Sin duda, siendo este un papel muy distinto, en donde no tocaba hacer ver otras habilidades del actor, como la del canto (aunque hace una pequeña alusión al final de la película en un momento muy cómico), ha logrado crear un personaje lleno de dulzura, ternura, miedo, bondad, y hasta de misterio, totalmente creíble, y todo gracias a su gran actuación.

Sin duda, recomiendo que la veáis, incluso a aquellos a quienes dicen no gustarles en general el cine español.