No me gusta machacar por machacar. Considero que levantar un proyecto es cada vez más difícil y tiene enorme mérito conseguir acabar una película y estrenarla.

Todo este esfuerzo debería por si mismo merecer la suficiencia... pero, de verdad, me pregunto cómo y por qué se dado luz verde a este despropósito, porque no es posible llamarlo de otra manera.

Mi inquietud se agranda sabiendo quién es su director. Siempre he considerado a Antonio Hernández un director muy digno. "La Ciudad Sin Límites" me pareció una gran película... pero ahora esto.

Estas películas hacen mucho daño. Porque no sólo son un timo para el espectador que paga la entrada sino contribuyen a generar desconfianza en el cine local, a cuestionarse porque se les apoya con dinero público, etc. Muy mal. Muy mal los productores. Mal el director. Mal todos.

La filosofía del "determinismo" en un relato fantástico, que entretiene, asombra y emociona a la vez. La idea es que todo el mundo tiene un destino ya marcado, desde el principio. Pero es posible modificarlo utilizando las mismas reglas y fuerzas que nos guían hacia lo ineluctable. ¿Un rollo espeso? Para nada. Donnie Darko es poesía pura. Pura belleza.

Francamente pensaba ir a ver un tostón, una película institucional, publicidad del Xacobeo 2010. Nada de todo esto. The Way es una película llena de sentimiento, emoción y humor. La interpretación de Martih Sheen, Yorik y James Nesbitt es digna de la mejor mención. Es increíble como un americano, Emilio Estevez, consiga representar perfectamente, sobretodo en los pequeños detalles, lo que significa y aporta hacer el camino. De momento, la mejor película del año.

Después de su decepcionante primera película, Miguel Ángel Vivas se redime de cualquier pecado con esta impactatante "Secuestrados". El director sevillano demuestra por fin que tiene un control casi perfecto de la puesta en escena y de la coreografía (la película está rodada en un puñado de planos secuencias pero te olvidas de ello desde el principio) y es muy atento a la dirección de actores. Fernando Cayo, Ana Wagner y la joven Vellés dan vida a una lograda, compenetrada y creíble familia media.
La película es directa como un puñetazo en el estómago. Sin rodeos, manierismos, florituras. Y como un puñetazo bien dado, te deja sin aliento, casi K.O.

A pesar del envoltorio de atrevimiento absoluto, el guión no es ninguna obra maestra. Un guión que ha sido rechazado por todos los estudios americanos, pero que ha tenido mucha suerte. ¿Cuál? Pues encontrarse con Rodrigo Cortés. El director da una muestra de total dominio técnico y de una capacidad de planificación brutal. Estoy bastante convencido que muchos otros directores, con nombre y reputación más consagrada, no habrían sabido por donde empezar.

Enorme Rodrigo Cortés, que se lleva el peso de la película, saca cosas buenas del director y hace que el guión parezca genial.

Muy bien