Diálogos inteligentes, una impecable puesta en escena y unas actuaciones brillantes, todo ello acompañado por bucólicos paisajes de una belleza apabullante.

Mantiene el interés del espectador, la intriga y la tensión a lo largo de todo el film sin decaer en ningún momento. No me explico que la nota media de esta película tan genialmente dirigida apenas supere el 6. Me imagino que debe de gustarte este género, donde la trama se suele cocinar a fuego lento y donde el peso de la acción recae por entero en los diálogos y el juego de miradas.

A destacar, las protagonistas femeninas: Cécile de France y Alice Isaaz, maravillosas cada una en su registro. En contraposición, Édouard Baer no parece extraer todo el potencial de su protagonista maculino.

Entre el thriller, la comedia negra y el drama, este largometraje con interpretaciones memorables y una ambientación sublime acompaña al espectador a través de diversos giros de guión que mantienen su atención durante toda la duración del metraje. Una película que aparentemente es un simple entretenimiento pero con un oscuro e interesante trasfondo sobre la vulnerabilidad humana, el dolor, el amor, la confianza y la precariedad económica en un mundo creado por y para los hombres.