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Críticas de Cine desde Gotham
Críticas 2
Críticas ordenadas por utilidad
6
2 de mayo de 2018
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hacer una película sobre un tabú como es la drogadicción no es fácil. Es un tema del cual han salido muchas producciones, no obstante la mayoría de ellas tratan esa realidad de forma muy diferente y son pocas las que indagan a fondo. Sin embargo, este largometraje independiente producido por Netflix le da una nueva perspectiva, puesto que más que hablarnos de la vida de un drogadicto, nos muestra el efecto que causa su adicción en las personas que le rodean.

La película nos trae la historia de Seth (Dave Franco), un padre drogadicto y apático, quien no para de recaer. Él tiene una hija pequeña a la que cuida a duras penas, encargándose la mayor parte de cuidar a ambos la hermana de Seth, Katie (Abbi Jacobson). Una propuesta suficientemente interesante que consiguió llamarme la atención.

Abbi Jacobson es, sin duda, lo mejor de la cinta. Borda un personaje con un trasfondo muy interesante y consigue transmitirnos la tristeza, el miedo y la gran carga que lleva encima y que no le corresponde. Una actriz con una trayectoria corta en el séptimo arte, a quien habrá que seguir la pista.
A Dave Franco ya lo conocemos de sobras y sabemos el talento que atesora, aunque suela limitarse sobre todo a la comedia. En esta película sale de su zona de confort y consigue dotar de realismo a su personaje, aunque el guion tampoco le permite ninguna floritura para poder lucirse.

Otro acierto del filme es que pretende ser asfixiante y en muchos momentos lo consigue con creces. Hay escenas que son un cóctel sublime de planos, diálogos y música que hace que se nos erice la piel en más de una ocasión.

El principal problema que le veo a este filme es que no pisa el acelerador en ningún momento, no toma riesgos. No da la sensación de que quiera alejarse de las demás películas del género, y acaba cayendo en muchos de los clichés que tantas veces hemos visto.

Otro fallo importante es su irregularidad, pues alterna tramos muy notables, con escenas innecesarias o terriblemente largas e insulsas (esos primeros 10 minutos de película, ni hacen bien su objetivo de presentarnos a los personajes, ni acaban teniendo relevancia en todo el filme).

Las metáforas que utiliza el largometraje para contarnos cómo se siente Katie eran una buena idea, pero son escenas mal realizadas que terminan sintiéndose forzadas y confusas.

En definitiva, la sensación que me deja esta cinta independiente es un puedo pero no quiero, pues desperdicia una buena propuesta por no ser suficientemente ambiciosa.
Un producto con sus más y sus menos pero que merece la pena visionar.

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Cine desde Gotham
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9
30 de abril de 2018
9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Han pasado 10 años desde que Marvel Studios se la jugó con un proyecto sobre un superhéroe no muy conocido para la gente que no lee cómics, con un director sin mucha experiencia y con un actor metido en el mundo de las drogas. Iron Man lo tenía todo para ser un fracaso y, para sorpresa de muchos, fue todo un éxito. Pero no solo por la calidad cinematográfica que albergaba, sino porque, su verdadero final, esa escena postcréditos con Samuel L. Jackson, le hacía cobrar otras dimensiones. Era el inicio de algo mucho más grande.

Después de esta, vimos otras tantas adaptaciones de varios héroes, algunos muy conocidos (Capitán América, Thor…) y otros prácticamente desconocidos (Guardianes de la galaxia, Ant-man…) pero que igualmente fueron un éxito. Y aún estando todo conectado, cada película tenía su propia aura y podía distinguirse claramente de las demás.

Tras ver Infinity War, me voy con la sensación de que todo ha estado medido al dedo. Se nota una gran dedicación y mimo detrás. Sabían que historias querían contarnos en estos 10 años y a donde tenía que llevar todo. No nos hubiéramos creído tal éxito hace una década. Había más de 14 millones de escenarios posibles donde este universo hubiera fracasado, pero con cariño, paciencia y sobre todo unos verdaderos profesionales trabajando para la compañía, han conseguido una notable variedad de películas conectadas entre ellas, que forman el MCU (Marvel Cinematic Universe).

Esta cinta, si por algo destaca, es por el corazón que le pone. Me atrevería a decir que nunca antes se ha humanizado tanto a ningún superhéroe ni villano en ninguna película de este género. Y en eso gira la trama. Todos sufren, todos tienen sus motivaciones. Desde el primer Vengador hasta el antagonista. Los Russo, directores a los que se ha encomendado la difícil tarea de crear el final de una era, van a lo que van, sin tirar en ningún momento por lo seguro. Desde el principio hasta el final sufrimos porque sabemos que aquí sí, aquí hay consecuencias de verdad. Y hay elecciones que dolerán y no dejarán indiferente a nadie. Se acabaron las películas donde la sensación de peligro es prácticamente nula. La poca seriedad de momentos como la batalla del aeropuerto de Civil War o toda la cinta de Thor Ragnarok eran muy criticadas por una parte de los fans, y aquí los Russo lo han arreglado con creces. Hay humor sí, pero no da la sensación de estar metido con calzador como adolecia su antecesora Age of Ultron o las anteriormente mencionadas.

Los Russo equilibran muy bien el tiempo en pantalla para cada personaje, incluso muchos de ellos cuentan con un desarrollo importante dentro de las 2 horas y media que dura el filme. Y este era uno los mayores miedos de los fans, pues podría haber supuesto un caos. Y aunque algunos de los personajes sí que acaban por tener bastante más protagonismo que otros, es justificado y probablemente habrá un cambio de tornas en la secuela directa de esta.

Josh Brolin hace suyo al, sin ningún tipo de dudas, mejor villano del universo cinematográfico de Marvel, y se come cada minuto que tiene en pantalla. Imponente, poderoso, pero sobre todo humano. Lo vemos sufrir y su objetivo es más comprensible que el de otros tantos villanos. Es imposible no empatizar con Thanos en más de un momento.

Todos tienen su momento en pantalla para lucirse pero creo que, si alguno de los héroes destaca por encima de los otros, ese es Thor. Después de una pasable primera parte, de una segunda película floja, Marvel quiso cambiarle el tono para hacerle un personaje mucho más desenfadado y divertido, muy contraproducente con su actitud en sus otras cintas pero que al fin y al cabo cumplió con creces en taquilla, que es lo que le interesa a Disney. Aquí, vemos al Thor que todos queríamos ver. Alguien que ha perdido a su madre, a su padre, incluso su planeta. Alguien que sabe que ya no tiene nada que perder, y que buscará por todos los medios ser, en esta batalla, quien desequilibre la balanza a favor de los héroes. Suya es, probablemente, la mejor escena del filme.

Claro que Infinity War tiene errores, como el CGI en muchos momentos de Wakanda que es demasiado cantoso y te saca un poco de la película, o decisiones algo incongruentes para que la trama pueda avanzar. Pero en el conjunto, los errores quedan minimizados, sobre todo en un último tramo de más de media hora que no te deja ni respirar.

Creo que no somos conscientes de lo que ha hecho Marvel Studios. Ha creado un universo completo, donde los grandes fallos los podemos contar con los dedos de una mano. Y eso se consigue cuando se hace las cosas con corazón. Y esta epopeya es solo el principio de la conclusión de tantos años de trabajo. “Espero que os recuerden” decía Thanos en uno de los adelantos. Y sí, esta película es la confirmación y uno de los mayores exponentes de que el MCU será recordado en el mundo del cine como un hito. Esperamos un cierre a la altura.

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