Siempre es un deleite reivindicar, bien en su momento de estreno, bien pasado un cierto tiempo, películas que recibieron o reciben palos críticos. Pues yo quiero reivindicar "Asfalto", una película con un guión muy simple y delgado, pero sólo por contener algunas escenas poderosas y unas estupendas interpretaciones, ya la recomiendo.
Algunas escenas abrumadoras son las protagonizadas por el trío protagonista: la escena de amor ligeramente erótica de los tres jóvenes; Najwa, Botto y Salmerón, heridos y ensangrentados, andando débilmente por una calle céntrica de Madrid.
"Asfalto" es una película cuyo único idioma es el grito; una obra donde se puede encontrar cierta belleza en la violencia, una fantasía erótica hecha realidad y, en suma, es un declarado canto de amor de Calparsoro a Najwa Nimri, su musa, actriz de mirada turbadora y voz hipnótica.

Será cierto que el señor Eloy de la Iglesia no fuera un excelente director, así lo atestigua una mayoría de profesionales de la crítica cinematográfica. Pero como dijo uno de sus actores, José Sacristán, en un homenaje que le hicieron a este controvertido director, "allí donde unos ponen la cámara, él pone los huevos". Eloy de la Iglesia fue uno de los mejores directores en retratar la España de la Transición con sus filmes, pero con su película más popular, "El pico", habló de un tema hasta hoy perdurable: la delincuencia juvenil y su relación con las drogas, en este caso la droga más peligrosa y adictiva (la heroína). A esta película no le afecta el paso del tiempo y me arriesgo a decir que hay momentos de auténtico cine (entendiendo, por mi parte, auténtico cine al hecho de poner el vello de punta). Y por encima de todo, habla del amor (del amor entre los dos adictos chavales, del amor paternofilial... incluso del amor en esa amistad creciente entre el teniente de la Guardia Civil y el Abertzale). Quizá se le pueda achacar un final algo precipitado y poco creíble y esa banda sonora que parece sacada de una verbena, pero no importa: "El pico" tiene suficientes cualidades para convertirse, si es que no lo es ya, en un clásico de nuestro cine.

"Arrebato" es perfecta e imperfecta. Real e irreal. Aburrida y divertida. Bella y horrible. Luminosa y oscura. Fascinante y repulsiva. Un día se ama y al día siguiente se odia
"Arrebato" no pide una crítica de cine, sino una declaración de amor; no pide ser comentada con alguien, sino quedárnosla para nosotros mismos, para proyectarla en nuestro inconsciente.
"Arrebato" es una película oculta, maldita, transgresora: lleva con orgullo todas estas etiquetas.
No busca a su espectador, es el espectador quien tiene que ir a ella, descubrirla él mismo.
Zulueta no ideó "Arrebato": fue "Arrebato" la que buscó y encontró a su creador, Zulueta.
No es una película que pertenezca a ningún género cinematográfico: ella es La Película.
Imprescindible.

Tomando como referentes el cine de Bresson, Rossellini o Kiarostami, el cada vez mejor cineasta Marc Recha nos brindó este regalo a los sentidos que es "Pau i el seu germà", película que reivindica el poder y el sonido de la naturaleza. Viendo este film, contemplativo y estimulante, a uno le asalta la impresión de si lo que está viendo son actores con el paisaje del Pirineo catalán como escenario, o personas de carne y hueso, que pasan unos días lejos del mundanal ruido y el estrés de la gran ciudad. Porque los personajes que habitan en este film ven, respiran, sienten, comen, aman, ríen como nosotros, como cualquiera de nosotros. Cada uno de ellos tuvo algo que ver en la vida de Àlex, suicida sin motivo aparente, cuyo fantasma los observa a lo lejos o en lo alto de una montaña, como si fueran sus criaturas.
No es esta una película para impacientes, para quien quiera ver más allá de su historia: porque no hay nada más allá, sólo está el sonido del viento y del agua.
Y con esta crítica, aprovecho para desearle larga vida artística, además de a Recha, a Víctor Erice, José Luis Guerin o Jaime Rosales, cineastas todos ellos que hacen de la vida y la realidad que les rodea auténticas obras de arte.

Estas son algunas de las opiniones que he leído u oído acerca de "Irreversible":
¿Pretenciosa por estar contada al revés? NO. Es un gran método narrativo para expresar la inexorabilidad del tiempo, a lo que es ya inevitable.¿Repulsiva? Sí, puede serlo, pero en mi opinión la mejor manera de denunciar la violencia es mostrando la violencia. ¿Que no tiene argumento? Para nada. Tiene un furioso y poderoso argumento, dejando al descubierto una contundente y lúcida reflexión moral: la venganza como impulso humano. ¿Pedante utilización de la cámara? En absoluto. La película va de la oscuridad y la furia del principio (cámara nerviosa) a la luz y serenidad del final (¿o principio?). Del odio y la violencia (escenas en el club nocturno) al amor y las caricias( la pareja en la muy sincera y realista escena en el dormitorio).
Y todo se funde en una poderosa e hiperrealista escena clave: la tan publicitada secuencia central de la violación en el pasaje subterráneo, diez minutos atroces en el que reina el silencio absoluto y los gritos agonizantes de la víctima. Espeluznante.
Una película cuyo visionado es equiparable a un mazazo en plena cara, que al menos a mí me dejó un trastorno mental de varios días( y meses ). Quizá no tenga en toda mi vida ganas de volver a verla, pero la considero necesaria y por ello mi crítica es positiva.