Creo que la película ha sido menospreciada injustamente. Pareciera como si la falta de una banda sonora musical que conduzca al espectador fuera algo imperdonable que la llevó a ser criticada como lenta. Sin embargo me encontré con una película que tiene un buen ritmo e introduce con soltura en la psicología del personaje de Carrey y su obsesión.
A destacar el trabajo de Carrey, que encuentra en recursos de la comedia tintes trágicos particualres, así como la fotografía, que sabe aprovechar bien la atmósfera de las locaciones. Es destacable una estructura interesante aunque algo teatral, que no pretende tranquilizar al espectador, si no que incomodarlo lo justo, al tiempo que lo conduce con buen pulso en un clima de perfidia y decadencia humana.