Spike Jonze vuelve a superarse llevando a la gran pantalla una de las mayores obras maestras de la literatura infantil, el cuento Donde viven los monstruos. Obra que nos hace viajar a un Mundo poblado por unas extraordinarias criaturas, cada una de ellas tan extraordinaria como los ángeles y demonios que forman la personalidad de su protagonista, un travieso niño llamado Max.
Cualquier lector amante del libro jamás hubiera imaginado posible llevar a cabo una adaptación cinematográfica sobria y creíble de esta fábula, pero la película de Jonze no solamente iguala la genialidad narrativa y metafórica del cuento, incluso la supera. Armado con una banda sonora impresionante, que se convierte en un elemento más de la historia, a veces incluso en protagonista, y de unos efectos digitales perfectos, Spike Jonze firma una obra que en poco tiempo se convertirá en uno de los grandes referentes del género fantástico.

Entre tanta comedia barata, machista y tanto remake, descubrí que en dos cines del extrarradio proyectaban Moon, un auténtico milagro de buen hacer y coherencia cinematográfica en uno de los peores años que recuerdo en cuanto a historias realmente trascendentes en el cine.
Pues bien, Moon es un ejercicio de originalidad, buen guión, constantemente sujeto al talento que desborda la interpretación de Sam Rockwell, si Tom Hanks o alguien de este perfil hubiera realizado el papel de Sam Bell seguramente estariamos hablando de una película que optaría a los grandes premios de este año, pero que eso no inquiete a Rockwell ni al debutante Duncan Jones, ya que sales de la película con la sensación de que este proyecto no podría haber funcionado de no ser por el talento de ambos.
No es una película de ciencia-ficción como normalmente solemos ver, no tiene derroches de efectos especiales, ni acción trepidante, ni delirios de grandeza, pero funciona, y de que manera.
De los cuatro o cinco mejores filmes del año, sin nignuna duda.

Lo mejor de Tarantino desde Pulp Fiction, infravalorada por la crítica en USA, quizás por que alagar a Quentin Tarantino parece que te aleja de ser un crítico erudito, te divierte, te hace reflexionar y te hace desternillarte desde el primer minuto de película, bueno quizás desde el segundo, en cuanto Hans Landa aparece en escena, desde Vincent y Jules Tarantino no había creado un personaje tan genial y tan sobreviamente ejecutado como este "cazajudíos" interpretado majestuosamente por Christoph Waltz, el cual seguramente estará luchando por todos los grandes premios a la interpretación, a no ser que pese demasiado el que su papel pertenezca a una película de Tarantino y a los académicos les entre el canguelo.
También cabe destacar, y mucho, el papel de Brad Pitt, que parece divertirse tanto interpretando a personajes como el de Malditos Bastardos que te contagia al instante, Pitt convierte muchas de sus interpretaciones en parodias de sus propios personajes, con resultados tan geniales como este.
Por lo demás, Tarantino vuelve a realizar una película con referencias de un género, el del cine bélico de la Segunda Guerra Mundial, que va mucho más allá del simple homenaje a este mismo, el director, como hace en casi todas sus películas anteriores, casi lo reinventa por completo, con constantes alusiones a los westerns de Leone (véase los primeros minutos de película), mezclando humor ácido y hasta toquecitos de cine negro, un delicioso popurrí.
Imprescindible.

Hayao Miyazaki pasará a la historia como uno de los pocos directores con un currículum absolutamente impoluto, genialidad tras genialidad hasta llegar a El Viaje de Chihiro, su obra más exquisita. Esta película nos transporta a un mundo mágico y fantástico, pero nada infantil ni facilón, lleno de mensajes escondidos tras sus inquietantes personajes, con un afán crítico contínuo con el que Miyazaki nos invita a reflexionar sobre temas como la deshumanización contemporánea o el maltrato a la Naturaleza.
Un ejemplo de como acercarnos a la reflexión utilizando la metáfora, sin dejar a un lado la magia y la ternura. Tampoco olvidamos el maravilloso desfile de entrañables personajes que la genialidad de Miyazaki nos regala en el filme.
Simplemente perfecta.

Bueno, la película está conceptuada de un modo inmensamente original, es decir, presenta una especie de fábula sobre el racismo, con constantes alusiones a la bajeza y a la facilidad por adoptar el prejuicio y el abuso hacia otras razas (en este caso especies) del ser humano, si te dicen que todo esto está representado en Distrito 9 poniendo como personajes principales a alienígenas y que toda la historia es perfectamente creíble lo primero que se te viene a la cabeza es: dios, este Blomkamp ha tenido que hacer una obra maestra.
Pues bien, el problema de la película (uno de varios) viene más en la ejecución que en la línea argumental: mezcla un popurrí de géneros que hacen que te vuelva la cabeza del revés, me ha parecido a ratos una mezcla entre Cloverfield, Transformers y Los Chicos del Barrio, como dije anteriormente, todo lo bueno que hay en su intención se pierde en su caótica ejecución.
Los primeros tres cuartos de hora de película salvan cualquier error en lo que a la dirección se refiere por lo brillante, original y arriesgado de su historia, sin embargo va cayendo empicada hasta un desastroso final.
Recomendable? desde luego que sí, pero sin demasiadas pretensiones.