Es posiblemente la película más compleja en cuanto a narrativa que haya visto, nueve historias son muchas, quizás demasiadas para seguirlas en paralelo y la velocidad endiablada del inicio de la película hace que estés en un estado hinóptico/shock/nomeenterodenada que probablemente no beneficia a la película.

Eso sí, las interpretaciones son cojonudas y tiene algunos muy buenos momentos musicales y un buen in crescendo el conjunto. Las apariciones de Cruise aportan los momentos de risa inevitable con su delirante locura, en una película que rebosa sentimientos de todos los tipos, pues el mismo Cruise después en la entrevista está enorme y no precisamente hace gracia.

Las numerosas escenas secuencia que tiene la película son bastante bonitas y dan dinamismo y credibilidad a escenas complejas.

No sé qué me mueve a escribir una crítica al fin, podría haberla hecho de películas que me gustaron, en cierto modo, más. Sin embargo decido comenzar este camino ahora, arropado también por el placer que es encontrarse con el cine de Aristarain.

En "Martín (Hache)", por ejemplo, vemos un cine más pasional, pretende quizás llegar más profundo en cuanto a maneras de vivir la vida, siempre en clave de diálogos, a golpe de guión, aunque sobre unas interpretaciones brutales. "Un lugar en el mundo" es, sin embargo, una historia más contenida y concreta, pero a la vez de mayor universalidad.

Es curioso, porque no me atraen especialmente los dramas rurales, las luchas de trabajadores y poderosos... el caciquismo... ya conocemos a los eternos perdedores, tampoco es que se descubra la pólvora aquí. Pienso que esta película, sin duda, va más allá. En casos como este, cuando las historias salen del corazón, uno solo puede rendirse ante la sinceridad del relato. El fluir de imágenes y las emociones que llevan de la mano con una naturalidad apabullante, quizás ahí reside su mayor triunfo. No hay alardes técnicos, no son precisos, hay actores excelentes y una historia con vida propia: familia, amistades, amores, valores, lucha...

Efectivamente las interpretaciones son magníficas. Del maestro Luppi no podríamos esperar menos, o del enorme, desde mi punto de vista, José Sacristán. Cecilia Roth está muy bien, pero en "Martín (Hache)" me gustó más, quizás por ese lado seductor que tiene y que en esa otra película sí muestra. Sin embargo, no esperaba encontrarme con interpretaciones como la del chaval, que raya a gran altura a una edad muy temprana, muy contenido.

La fotografía es bonita, no me parece que llegue mucho más lejos, pero está bien, y al igual que la música acompañan perfectamente el relato.

Me fascina que, con la aparente sencillez de la trama, contenga tal cantidad de matices. Debajo de la historia o historias principales que se relatan, hay varias más que nunca se llegan a desarrollar. Se sabe porque se intuyen, el director va soltando migas, dejando cabos sueltos, miradas... De algunas incluso uno se puede hacer una idea del desarrollo.

En definitiva, y atendiendo a un orden mayor, de lo poco que conozco del cine argentino, me parece de una categoría envidiable. Contando con actores como Luppi o Darín, que no tienen ningún Óscar, ni lo necesitan, les basta con un talento infinito. Además disfruto mucho al verlas en versión original, riqueza que pierdo con el cine estadounidense, quizás por culpa propia al no verlo subtitulado.

Señores, el mundo lo inventaron para los valientes, y yo, al menos, espero no quedarme atrás. No estoy seguro siquiera de haber comenzado a buscarlo, pero creo que, como Ernesto, aún tengo tiempo para encontrar mi lugar.

Qué le he hecho yo señor Mungiu? para pasar este rato de mierda, le he hecho algo? JODER!... ¿qué coño es esto? pero no dicen por ahí que la vida es maravillosa hombre! y usted se dedica a contarnos estas tonterías? estos cuentos chinos? Bueno y estos de Cannes con la Palma de Oro? de qué van? pff vaya amargados... Si encima no le pone ni un poquito de música a esto es que es insufrible, vaya peñazo! Déle un poquito de color al tema hombre, no había otra ciudad? Es que no hay personal de hotel que sea amable oiga? Venga ya, si eso me pasa a mí, que le den por culo a mi compañera y quien sea, que no es mi problema!

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Bueno ya en serio... dejando la ironía, Mungiu eres un MAAA.... MAA... no sé.. no sé si decir MAMONAZO o MAESTRO, o ambas tal vez, es que no utiliza NI UNO de los mil recursitos tipicones de este "tipo" de películas, lo he pasado FATAL joder! pero.. ha sido porque lo he vivido practicamente, por la brillante naturalidad con que está contado todo, si este hombre se llega a poner a utilizar los famosos recursitos sencillos, que tiene al alcance de la mano pero no utiliza... me pongo a llorar como un loco, o incluso me daría un chungo o dios sabe, pero el mensaje no tendría nada nuevo, es que la manera de llevar la película en todo momento es sencillamente magistral.

He tenido un momento más o menos cuando se cumple una hora desde que comienza, que lo estaba pasando tan mal, que casi dejo de verla, no sé si lo ven exagerado, pero la verdad es que tenía miedo. Y dirán "bueno.. es dura, pero tampoco me parece que haya para tanto", y es que este hombre, este... MAMONAZO, tiene una capacidad insólita para crear tensión con los posibles, no sé si me explico, igual estoy demasiado mal de la cabeza, pero a mí se me han pasado mil locuras que podrían haber pasado y gracias a dios se ha guardado o no ha visto necesidad de que ocurrieran.

Las interpretaciones, si se les puede llamar así, son tan acojonantemente creíbles que cualquiera diría que nadie está actuando. Como pasa con estas películas de tal país del que no he visto casi nada, sin despreciar a nadie, más bien por mi incultura, que no tienes ni idea de quiénes son los actores y que seguramente no los vuelvas a ver, cuando te han parecido geniales... una pena. Me refiero, sobre todo, a Anamaria Marinca y Vlad Ivanov, perfectos.

El guión está bien, correcto, no tiene nada especial que resaltar. La fotografía, el montaje y, en definitiva, la dirección merecen mención aparte. Además Mungiu se quita un invitado de en medio, choca llegar en FA a la ficha de la película y leer "MÚSICA No tiene", te habría gustado leer John Williams, Hans Zimmer, Howard Shore, Danny Elfman, Michael Giacchino, Yann Tiersen... no sé, cualquier bendito maestro de esas bandas sonoras que te alimentan el alma, pero aquí "No tiene"s música, hay que joderse, después, acabas dando las gracias por la experimentación, porque quieres ver cosas nuevas, sentir cosas nuevas.

No cabe duda que Campanella (autor de una obra capital del cine desde mi punto de vista: "El secreto de sus ojos", de hecho es mi película favorita) posee gran maestría midiendo las dosis de absolutamente todas las emociones que podamos imaginar... la risa... las lágrimas verdaderas... Al fin y al cabo, cuando vemos cine, al menos el bueno, queremos sentir todas estas cosas, y queremos vernos identificado con los personajes, y reír con ellos y emocionarnos. Además la película posee un ritmo magnífico de principio a fin.

Es cierto, Norma Aleandro está magnífica, Héctor Alterio tiene momentos realmente insuperables, Natalia Verbeke está buenísima (supongo que ésta será de sus mejores interpretaciones), pero Ricardo Darín me sigue pareciendo el mejor actor de este siglo, al menos, de él cuando interpreta me lo creo absolutamente todo, es tremendamente natural, un maestro, EL maestro.

He de decir que tengo verdadera debilidad por el cine argentino, los Campanella y Aristarain me parecen genios retratando emociones.

Las aventuras de Tintín está realizada acojonantemente, el apartado artístico es impecable. El 3D es casi imprescindible para disfrutar la experiencia al completo. En una película de animación las posibilidades son ilimitadas, en este contexto un perro viejo como Spielberg puede hacer virguerías y, efectivamente, la dirección es una maravilla.

La película no da un respiro, pero la historia avanza tan rápidamente que no te da tiempo a paladearla o sumergirte en ella, implicarte. No te das casi cuenta y entre nombres, recuerdos, revelaciones repentinas y descubrimientos de todo tipo se te escapa la trama.

Aunque es muy entretenida porque la acción es constante, frenética, prácticamente no existe emoción real, sentido del peligro de los personajes, nunca temes por ellos porque todo se resuelve rápido y fácil, y sabes que todo va a salir bien pronto pase lo que pase. Precisamente cuando crees que estás en pleno nudo de la narración, de repente se abre paso el desenlace, casi sin verlo venir.

Me recuerda a ir a ver Avatar, sentarse a disfrutar del paisaje, que, eso sí, es increíble.