La historia, de época, es lo suficientemente novedosa, las películas basadas en el mundo de la lingüística siempre lo son, como para mantener el interés. Podría parecer que estamos ante un duelo de interpretaciones en la cumbre; pero no es así, porque, si Gibson está en excelente estado de forma, lo de Sean Penn es apabullante, un tour de force actoral en toda regla. La química entre ambos protagonistas es magnífica.

Es una vuelta de tuerca al género de los superhéroes / mutantes. El planteamiento es hábil por parte de los directores porque, hasta el mismo desenlace, el espectador no sabe que terreno está pisando, manteniendo así el interés y la tensión.
El elenco ofrece una actuación sólida, en especial, la niña protagonista.
Un trago de agua fresca en un género que tal vez comience a estar sobresaturado.

Destroza la historia tan redonda que es la novela. Al tratar de conectar a la vez con las dos versiones de 'El resplandor' (la novela de King y la película de Kubrick) se queda a medio camino de ninguna parte. Aunque tiene buena factura, la película está lastrada por demasiados sinsentidos. Se deja ver y poco más

Espectacular. Una de las mejores cintas del año. Más disfrutable si se es español ¿Cómo puede Luis Zahera tener esa calidad actoral? El resto del elenco no le va a la zaga. En el canón del cine español.

Es muy sorprendente que haya alguien que financie productos de este tipo.
El guion no tiene ni pies ni cabeza, decir que las actuaciones son de aficionado sería insultar gravemente a los aficionados, y, por último, el monstruo hubiese sido rechazado en cualquier programa para bebés del mundo por tonto y cutre; o sea: miedo no da.
Tan mala que llama la atención.