Al principio del film, unas palabras del director tratan de situar el contexto en el que la realizó, rodada en verano de 1947 en Berlín, y su objetivo al rodarla.

Transmite la crudeza de la vida diaria de los alemanes, durante la postguerra, a través de los ojos de un niño de 12 años que carga sobre sus hombros la responsabilidad (gran parte, para ser justos con su hermana) de mantener alimentada a la familia.

A ratos se respira inocencia, a ratos optimismo, parece que aunque hay mucha amargura en la mayoría de los personajes, también asoma cierta bondad... Es una película de imágenes, más que de diálogos... La palabra dice una cosa y la imagen te lleva a pensar que las palabras tienen otro sentido...

Sólo los últimos minutos te sientes un poco perdido en la narración, supongo que como el propio Edmund, que no entiende nada...

Y al finalizar la película, la última imagen te hace rebobinar (metafóricamente hablando, claro) para recordar las palabras de Rosellini... Y sí, comprendes que ha logrado perfectamente el objetivo que se marcó.

Recomiendo verla porque relata una realidad "civil" del Berlín de los últimos días de la guerra, y un drama común en todos los conflictos bélicos, que no suele tenerse en cuenta casi nunca (sobre todo cuando los humillados son los perdedores del conflicto).

Y recomiendo verla, además, después del visionado de "El hundimiento" (como lo he hecho yo aunque suponga una inversión de tiempo bastante apreciable), ya que se complementa de forma magnífica (salvando las diferencias de calidad), ya que relata "la otra faceta de los últimos días del III Reich", la de los ciudadanos anónimos: los ancianos, las mujeres, los niños...

Si bien, como han comentado otros, la película (por ser tres capítulos seguidos de una teleserie) se hace rara de ver (y se alarga demasiado) y la calidad artística no brilla excesivamente, desde el punto de vista documental y anímico (al tratar de comprender a todos los involucrados) merece la pena.

En cuanto a la crudeza de las escenas, desde mi punto de vista es muy respetuosa con todos. Nada es excesivo ni exageradamente doloroso, comparada con otras películas como "Las flores de la guerra" o "Ciudad de vida y muerte" (ambas sobre la Masacre de Nankín) , o con los hechos narrados en el libro "Berlin: La caida 1945" de Antony Beevor.

Es cierto que no hay marcianos (al menos de momento) pero tiene todos los ingredientes para ser una comedia divertida, con bastantes más pretensiones que las que se están estrenando últimamente.

Partimos de que el Apocalipsis ha llegado: no se trata de reunir un grupo variado de antihéroes que deban salvar la la humanidad en el último momento. Ha sucedido: hay 15 supervivientes en un bunker enterrado en Slough (pueblecito cerca de Londres), sólo hay algunas imágenes de ellos y además de raritos, parecen aterrorizados.

Se trata de ver qué ha pasado y cómo han llegado hasta allí.

Así, se retrocede algo más de un mes y se van reconstruyendo las historias de todos los personajes que, en principio, no comparten nada, pero que poco a poco descubrimos que tienen cosas en común.

Mi subtrama favorita, quizás la más original de esta comedia de catástrofes, es la llevada en el Vaticano, donde un sacerdote y una monja rebelde tienen el encargo del Papa de localizar al Anticristo, que debe preceder al Apocalipsis.

Recomendable, para descansar de las invasiones Zombies.

He tardado mucho en ver esta película (desde que se estrenó en 2004, hasta hace un par de días), aunque siempre oí hablar muy bien de ella. Antes, quise leerme un par de libros sobre la Segunda Guerra Mundial (nada excesivo, más bien divulgativos, pero que disfruté enormemente. Ambos de Jesús Hernández) para "ambientarme" y buscar otra aproximación a los hechos que muestran en la película...

Simplemente el hecho de que la película sea de nacionalidad alemana, ya me parecía más que apetecible.

Lo cierto es que me impactó la enorme relación que había entre los hechos narrados en los libros con los mostrados en el film. Continuamente pensaba "ahora es cuando..".

Me ha gustado muchísimo la ambientación de los últimos días del III Reich y la aproximación a los protagonistas "conocidos" (Hitler, Eva Braun, el matrimonio Goebbels, las secretarias, los militares de mayor y menor grado que rodeaban el bunker, los civiles aterrorizados por los rusos y pos los alemanes) y cómo cada uno de ellos decide afrontar el final de la guerra. Es una confrontación continua con multitud de dramas personales.

La recomiendo, aunque pienso que la misma película, con cuarenta minutos menos, hubiera sido más llevadera y hubiera transmitido lo mismo

El principio es bueno y evocador: en los primeros minutos te sientes transportada al comienzo de una comedia (de las buenas) de de Woody Allen... el problema es que luego se va descafeinando. Quiere ser una comedia de enredo, pero tampoco enreda demasiado. No entiendo a los personajes ni sus reacciones, y al final, estás deseando que se acabe.
Es una pena porque los actores normalmente me gustan mucho, pero en este caso, no puedo recomendar la película más que como un "pasar el rato".