Ferroukhi nos muestra una historia que te puede cambiar la visión de nuestro presente.
Antes de la segunda guerra mundial no existía la supuesta confrontación entre judíos y musulmanes, y esto pasaba en cada país árabe.
Todos eran nacionales de ese país con distinta religión, y no existía ningún enfrentamiento.
Es una película que no se quiere publicitar porque demuestra el invento del enfrentamiento entre judíos y árabes.
En los pueblos árabes nunca existió dicho enfrentamiento hasta que EEUU y Gran Bretaña decidieron ir por el petroleo de medio oriente.
Esta película es necesaria e imprescindible para entender la manipulación de la historia.
Conmovedora, impactante, deliciosa.

Si bien parece una película-documental, el director te mete en el clima de la apatía y la sinrazón de las conductas de los adolescentes, y en el tipo de relaciones que tienen entre ellos, en este caso en un grupo-secta de tabla patín que buscan quien tiene la conducta más temeraria.
Centrada en tres protagonistas, la historia muestra, sin relatar, los conflictos que aparecen entre dos amigos cuando ingresa en la intimidad de ellos una tercera persona, en este caso una chica que vuelve a pasar sus vacaciones a la ciudad serbia, luego de haber estudiado el año en Francia.
Muy bien planteada la ruta del principal protagonista, "Toda", sobre su pérdida de estima, y su falta de proyecto de vida.
Muy buena película para que vean padres que tengan adolescentes que educar.

Cinco hermanas huérfanas criadas por su abuela y tío muestran que en algunas culturas todavía están atrasados más de 100 años. Sin caer en la crítica a alguna religión, lo más fuerte es comprobar que en algunas culturas la mujer sigue siendo un objeto para entregar a los hombres o ser sometidas por ellos. Por suerte la directora lo muestra con la esperanza de la rebeldía encarnada en las dos más chicas.

La película no tiene ninguna arista interesante, solo ver como termina el bodrio de escenas alargadas inútilmente. Si quiso ser una comedia no nos sacó ni siquiera un esbozo de sonrisa. Si quiso ser un drama, un desastre. Si quiso ser una pintura costumbrista sobre la sociedad rumana, le sobraron casi 100 minutos. No vale la pena perder tiempo en esta película.