MADRID, 1987.
La vi anoche. Bueno, media hora aguanté. ¡Vaya truño!

La cosa iba de un escritor gilipollas a lo Cela, Fernán Gomez o Umbral. De esos que que son unos malcriados y cuanto mas cochinadas dicen mejor porque se creen graciosos y el ombligo del mundo.
El caso es que el tipo se queda encerrado en un cuarto baño con una piba, completamente desnudos los dos. Todo el rato ella con una toalla toa cagada* para arriba y para abajo -ahora me tapo los pechos, ahora el pompi-, pretendiendo dar morbo todo el tiempo.
El guión es previsible y vulgar. Diálogos (o monólogos de el) pretenciosos y grandilocuentes y sin gracia ninguna.
Yo perdí el tino a los 10 minutos por lo insoportable de la tontería y no me enteré de nada. Lo único claro que me quedó es que el tipo se quería pasar por la piedra a la muchacha porque no paraba de repetirlo todo el tiempo entre frase y frase de las de copiar y pegar en el Facebook.

Al final no se si consumaron o no porque, como dije, preferimos echarnos un balde de cervezas en medio una conversación mas divertida.

Es una peli de dormir, así que si se les ocurre verla llevar cosas de comer si no quieren quedarse groguis al poco rato.

*Toalla cagada completamente. Observar el cartel.

Ingeniosa, original y muy bien interpretada por Keaton. Notable los registros que exhibe el protagonista con todas su copias.
Muy por encima de la media de las mediocres comedias americanas. Y no se como hablando en general todas la opiniones bien de ella aparece un 4.8 de nota media.

Muy recomendable.

Este es uno de los casos, en mi opinión, en que la crítica especializada no comulga con el común de los espectadores.
La película es ingeniosa, inteligente, te mantiene entretenido y espectante de principio a fin, aunque tal vez un poco floja al final que pierde fuelle como comedia.
Jim Carrey está muy bien, muy gesticulante como siempre pero creo que acorde con el rol sobreactuado que requiere el personaje. Sin él el resultado sería completamente distinto.
En definitiva yo disfruté como un enano.

Alguien me dijo una vez que La guerra de las Galaxias no le gustaba porque "tenía mucha fantasía".
Si vienes a ver una historia sesuda, coherente, real, y para enriquecerte el espíritu, sal por patas, te has equivocado de sala. Pero si por el contrario quieres disfrutar de una historia trepidande, adrenalínica, que te ponga como una moto (que hay momentos para todo), métete en esta cinta, sin complejos, con palomitas y toda la peña, y si alguien pregunta dile que has disfrutado como un loco y que has salido del cine saltando las butacas y jugando a pistoleros pegando tiros con efecto.
Si después te da mal rollo reconocer que te ha gustado, te desintoxicas viendo una de Ingmar Bergman.

A diferencia de las películas de acción al uso y sobre todo las americanas, esta transpira frescura desde principio a fín sin llegar nunca a cansar. Sorprende en todo su metraje sin decaer en ningún momento. Brad Pitt sorprendente, la traducción al castellano (de su papel) bastante logrado. Aguanta muchos visionados sin que decaiga la diversión, cosa que puede decirse de muy pocas películas. Sin lugar a dudas, una de mis películas de cabecera.