Con este documental, me ocurre algo similar a "La gran estafa del calentamiento global", pero al contrario. Tengo mi posición al respecto, y bastante claro del poder de las farmacéuticas, de la "sobremedicación" que sufrimos, alentados por los médicos, y también creo que, por norma general, comemos fatal. Opino, como se dice en el documental que "somos lo que comemos", que es la base de nuestra salud y lo más importante para prevenir enfermedades.

Ahora bien, lo que aquí se expone carece de rigor y se acerca más a la pura charlatanería que otra cosa, aunque esté de ese lado, totalmente en contra de lo que la sociedad parece opinar, no es forma de convencer a la gente con argumentos sin sentido.. El problema son los supuestos "expertos" consultados. Hay varios con los que podría estar de acuerdo, pero el tal David Wolfe, por ejemplo, que tiene montado un imperio alrededor de sus charlas, con sus dotes de orador, al más puro estilo "predicador de TV", diciendo burradas sobre los super-alimentos, etc. aunque nada comparable a lo que se encuentra uno por internet, donde habla del origen extraterrestre de los hongos, de inyectarse su propia orina, diciendo que la gravedad no tiene nada que ver con la materia y despreciando al gran Carl Sagan, busquen por internet, busquen... El contar con este tipo para el documental ya me hace sospechar (mucho) pero bueno, lo del otro tipo con su defensa de tomar cantidades industriales de vitamina C, bajo el delirante "estudio científico" de "yo lo he recetado a varias personas y les ha ido bien", citando a Pauling, cuyas teorías ya están bastante rebatidas, claro que los defensores dirán que es por la mano negra de las farmacéuticas, y puede ser, pero los mecanismos de las vitaminas están bastante estudiados, y esto parece el lado opuesto de las chorradas homeopáticas: que tomando decenas de miles de veces más de la dosis normal de vitamina C puedes curar un cáncer, creo que no tiene sentido, y es una afirmación peligrosa, no habla de complemento, y eso unido al carácter adoctrinante, puede llevar a gente a prescindir de terapias efectivas. Y el hecho en que se apoya este tipo es en que "mueren muchas personas por reacciones a medicación y muy pocas por reacción a las vitaminas" pero... cuanta gente se trata con medicina y cuanta con chutes industriales de vitaminas? es bastante absurdo.

Así y todo, el mensaje si lo apoyo, es importante recapacitar en una era en la que uno parece tomarse una píldora para cualquier chorrada que le ocurra, y sobre todo: pensar en la alimentación.

Empiezo diciendo que no creo que el cambio climático tenga, con total seguridad, un componente antropogénico, también opino que "Una Verdad Incómoda" es tan "propagandístico" como este. Me gustaría una visión neutral en cuanto a este tema, y aquí no la hay.

Repasemos... tras más de un cuarto de hora sin aportar nada científico, simplemente quejas contra la opinión generalizada (quejas que, ojo, comparto), vienen los datos, pero se asientan en incertidumbres. No parece haber correlación entre CO2 y temperatura, pero tampoco ofrecen una explicación plausible de que lo causa. El clima es complejo, y la teoría de los rayos cósmicos como principales causantes que ponen como razón ya se está desestimando, hay indicios, requieren más estudio, pero por ahora no hay evidencia. Lo de la actividad solar es cierto, pero no explica lo ocurrido a partir de 1987 (el documental "accidentalmente" omite y sólo llega hasta los 80), así que tampoco sirve. Lo de que los volcanes emiten más CO2 que los humanos es falso, lo veo mucho por Internet, pero en realidad un volcán ni se acerca a nuestras emisiones, en un artículo decía que el St. Helens debería tener una erupción cada dos horas y media para que así fuese. Y lo de las bacterias, los océanos, es totalmente cierto, pero entra en el ciclo natural del planeta, eso no quita, que como un sistema que es, nuestra aportación al ciclo pueda provocar algún cambio.

En general, lo que aquí se presentan como pruebas, no son más que pequeños indicios, falta de correlación, etc. es decir, dudas sobre el efecto del hombre en el cambio climático, pero sólo dudas, no hechos científicos.

Vamos, que es muy posible que el CO2 generado por los humanos no tenga mucho que ver con el calentamiento global, pero algo raro pasa desde los 80, algo que, siendo el clima algo tan complejo y dificilmente modelizable, todavía no se comprende. Por lo tanto, el documental, en lugar de señalar las lagunas de la teoría del cambio climático antropogénico, se dedica a atacar, a no proponer ninguna teoría alternativa y afirmar rotundamente, en base a un par de gráficos y unas cuantas teorías (muchas fácilmente "desmontables") que todo es falso, que es sólo para que los "verdes" hagan propaganda, etc. Y no hay peor propaganda que la contra-propaganda, el "y tu más".

Y ya la demagogia de presentar a los africanos muriendo por culpa de los malvados "activistas verdes", es vomitivo al 100%. "No quitéis a África lo que más quiere, desarrollo". Por favor... África lo que quiere es que la dejen de explotar, lo que necesita es recuperar su lugar, dejar de ser huerta y vertedero para occidente. ¿Cuando ha sido motivación para desarrollar tecnología lo que necesite África?

Vamos, que viene bien para darnos cuenta que hay otra hipótesis con respecto a la posible acción del hombre en el cambio del clima, pero se queda en hipótesis, por más que se empeñen.

Mejor de lo esperado, a tenor de la raquítica puntuación, este artefacto fruto de la incursión de Rudolph en el sub-género que podríamos denominar "comedia de rock and roll" (Spinal Tap, Rock and roll High School, Cero en Conducta, etc.). El Trozo de Carne está perfecto en su papel de paleto sureño que se convierte en "el mejor roadie del mundo". El guión es prácticamente una sucesión de gags, alcanzando su cima en algunos como el del detergente, la cabina de teléfonos o el generador eléctrico. En realidad cualquier momento en que la familia de Trozo de Carne esté en pantalla es digno de pasar a los anales de la comedia absurda rivalizando con los gags de esa obra maestra que es The Jerk.

Cualquier persona con algo de interés por el rock and roll debería darle una oportunidad, aunque sólo sea por los cameos de Alice Cooper, Roy Orbison, Hank Williams Jr. o Blondie... creo que merece un status de culto que no parece tener ahora mismo.

Fue a raíz del estupendo documental "Not Quite Like Hollywood" cuando empecé a entender la particular idiosincrasia del cine australiano de los 70-80. Algo que no me venía de nuevo, después de quedarme ojiplático al terminar de ver esa obra maestra que es Wake In Fright. Long Weekend tiene más de un punto común con Wake In Fright, empezando por la psicología de los personajes, pero ya a estas alturas, hacia finales de los 80, los australianos habían vendido su alma a la serie B por completo, y algo se refleja aquí, aunque sin el punto "casposo" que ya tendrán otras producciones similares como "Patrick", "Harlequin" o "Next of Kin" ("casposas" pero divertidas y muy aprovechables). En Long Weekend hay mucho suspense hitchcockiano, planos imposibles, simbolismos bastante obvios pero efectivos y nuevamente la sensación de incomodidad de Wake In Fright. Entre la forma de usar la cámara de Eggleston, los estupendos efectos de sonido y las situaciones surrealistas me da la impresión de sudar la gota gorda de puro agobio durante la película, pero esto es algo realmente bueno, da la impresión de que Long Weekend se ha hecho un hueco en mi memoria.

Me sumo a Tarantino, ladrón de guante blanco del cine australiano (si sólo fuese del australiano...) y proclamo: "Viva Everett de Roche".

Más que cine negro: cine transparente. Desde Marlowe y Sam Spade estamos acostumbrados a ver detectives con carisma e inteligentes, o quizá con una personalidad particular como mi amado Colombo. Pero en el cine rumano las cosas no funcionan igual. El anti-héroe de "Policia, adjetivo" es un tipo insulso de unos 30 años, con sus problemas en las relaciones con sus compañeros de trabajo, su rutina, su vida gris con su pareja, bastante poco comunicativo, etc. Y no está siguiendo la pista de un furgón blindado o el secuestro de alguien. Sigue a unos mocosos que fuman marihuana en el patio del colegio. Y ahí es donde esta película resulta tan original e interesante, en el retrato de la vida real de un policía lejos del glamour hollywoodiense.

Otra muestra más del buen hacer del cine rumano, cada vez más activo y personal. Porumboiu ya dio muestras de su talento sin artificios en la más que correcta comedia "12:08 Este de Bucarest" y aquí se apunta otro tanto.