Para toda regla existe al menos una excepción, y ésta es la excepción de la regla "segundas partes nunca fueron buenas". Para mi gusto, inlcuso mejor que la primera, y eso que el listón estaba altísimo. Los flashbacks de la juventud de Don Vito que se van relacionando con los momentos de la vida de su hijo Michael son para enseñarlos en clase de cine. Otra vez más Coppola se corona y nos hace disfrutar enormemente a los amantes del cine de mafia.

Título clásico donde los haya. No se puede hablar de cine sin haber visto esta joya. El director de fotografía hizo un trabajo excelente, al igual que el equipo de iluminación. Esos rostros sombreados, planos cerrados en momentos de tensión e intimidad... Obra maestra de Coppola sin lugar a dudas y referencia para todas las películas de mafia.