Vuelve "Sicario". Tras una primera entrega de gran nivel, esta segunda no se queda atrás. Sin algunos protagonistas de la anterior entrega, "Sicario: El día del soldado" ha sabido reinventarse y contarnos una historia nueva, pero al mismo tiempo relacionada con la anterior entrega.
Los primeros veinte minutos aproximadamente, Stefano Sollima los utiliza para introducirnos en la historia. Se presentan nuevas situaciones, al mismo tiempo que nos dejan entrever que van a ser desarrolladas a lo largo de la película. Pero muchas de estas situaciones no llegan al segundo acto, ya que la película se centra en los cárteles mexicanos y no desarrolla esas historias, las cuales eran bastante distintas a lo que al final se deciden a desarrollar.
Una vez que se centran en la historia principal, comienza el desarrollo de la historia, donde Matt Graver ("Josh Brolin) y Alejandro Gillick (Benicio Del Toro) se adentrarán en una misión secreta de gran dificultad. En cuanto a esta misión, comienza interesante, ya que las intenciones de los protagonistas son arriesgadas y proponen situaciones de gran importancia argumentativa. Este primer objetivo de los protagonista se acaba modificando por motivos argumentales y que si los mencionara serían spoilers. Pero al tener que modificarse, se presentan nuevas situaciones y riesgos para los protagonistas. Pese a los cambios, el ritmo y desarrollo argumentativo no acaba perjudicado, sino todo lo contrario, logra un realismo en los personajes y en sus acciones.
El aspecto visual es clave dentro de la historia, ya que nos presenta ambientaciones muy bien elaboradas y unos planos que nos transmiten la tensión de cada momento y personaje. Por lo tanto, el trabajo de fotografía está bien realizado y consigue ser una aspecto esencial dentro de la historia y su narración.
Taylor Sheridan vuelve a realizar un guión sobresaliente, fiel a su estilo, logra contarnos una trama intensa y a un ritmo correcto. La violencia es uno de los aspectos que más importancia se le da dentro de la trama, sobre todo mediante los comportamientos de los personajes a lo largo de la historia. El guión, como en sus anteriores realizaciones, es complementado con el aspecto visual, logrando así unas escenas de gran calidad en la que no hay palabras pero sí unos planos y secuencias que hablan por si solas. Taylor Sheridan vuelve a demostrar su gran calidad como guionista.
En definitiva, "Sicario: El día del soldado" mantiene el nivel de su antecesora. Pese a proponer unos temas que luego no son desarrollados, logra centrarse en la historia principal y desarrollarla de manera excelente.

Vuelven los Vengadores, tras la primera aventura en la que tuvieron que hacer frente a una amenaza de otro universo y salvar al mundo de un desastre casi seguro, volverán a unirse para hacer frente a una nueva amenaza poderosa: Ultrón. Pero antes de aparecer este villano, tendrán que hacer frente al Barón Strucker, quien ha logrado crear a dos nuevas personas con súper poderes (ya lo pudimos ver en la post-créditos del Capitán América: El Soldado de Invierno) y la base de lo que a continuación se convertirá en el supervillano Ultrón.
El comienzo de la película es arrollador, es decir, la primera escena comienza con una batalla entre los Vengadores y el ejército de Barón Strucker. Si entendemos el contexto no hay problema, ya que sabemos contra quién están combatiendo. Pero en general, prácticamente no existe una conexión con la historia anterior (solamente la post-créditos anteriormente citada) y para quien no la haya visto, puede que se le haga difícil de entenderlo. Pero pese a este inicio rápido, todo vuelve a la calma y se nos va contando la historia a un ritmo rápido, pero no exagerado.
Por lo tanto, los primeros 10 minutos de la película sirven para que veamos como los Vengadores hacen frente al Barón Strucker, “destruyen” su cuartel y armas, conozcamos a las nuevas personas con súper poderes y entendamos todo lo que viene a continuación.
Como he dicho anteriormente, el ritmo de la película es rápido en comparación con películas anteriores. Una vez que conocemos al villano, empiezan a ocurrir los acontecimientos de manera continua y prácticamente sin pausa alguna. En cierta medida, este ritmo favorece a la película, ya que consigue mostrarnos escenas de acción al mismo tiempo que conocemos con profundidad a los superhéroes.
Esta es una decisión correcta, ya que tenemos la oportunidad de poder conocer más detalladamente, a Ojo de Halcón, Viuda Negra, Mercurio y Bruja Escarlata. En cuanto a estos dos últimos, al ser las nuevas incorporaciones, se nos muestra su origen y el porqué de sus súper poderes. Es interesante poder ver en pantalla cosas más detalladas sobre los orígenes de aquellos superhéroes que todavía no tienen película propia.
En el caso de Ojo de Halcón, es el superhéroes que más a fondo hemos conocido, dándonos a conocer la causa principal de por qué no va a aparecer en “Vengadores: Infinity War”. En cuanto a Bruja Escarlata, se ha demostrado que su poder supera considerablemente a todos los demás Vengadores, y eso que no ha mostrado todo su poder que sí lo ha ejercido en los comics.
Ultrón, como villano de esta película, ha demostrado que tiene un poder muy poderoso y es un rival que puede hacer frente a los Vengadores. Esto lo podemos ver a lo largo de toda la película, pero también hay que afirmar que le han dado un toque infantil, ya que cuando no consigue con que se plantea o escucha el nombre de Stark, coge una pataleta y carga contra todo lo que tiene delante, o sino que se lo pregunten a Ulysses Klaue.
En “Vengadores: La Era de Ultrón”, Thor hace una explicación exprés de las gemas del infinito, cuantas hay, el poder de cada una y deja en el aire que alguien muy poderoso las está buscando. Está bien que se comience a mencionar a las gemas del infinito, ya que estamos en el final de la Fase 2, solamente las hemos visto separadas y no nos han explicado nada. De esta forma, se da un pequeño paso y se empieza a dirigir al MCU en dirección a “Vengadores: Infinity War”.
En definitiva, estamos ante una película notable, que consigue establecer un ritmo narrativo rápido, cuyo guión es simple, pero su planteamiento es interesante para conocer más sobre los Vengadores y sobre el MCU.

Nos adentramos en nuevos escenarios, al mismo tiempo que nos descubren nuevos personajes, planetas, aventuras, etc. Si lo pensamos bien, se nos plantea una película totalmente nueva, donde las aventuras ocurren en el espacio y en planetas diferentes a la Tierra. Esta es una gran ocasión de expandir el MCU más allá de nuestro planeta y descubrirnos nuevos escenarios, pero al mismo tiempo, realizar esta arriesgada apuesta puede llevar a un fracaso.
Ante esta situación arriesgada, James Gunn ha sido capaz de presentarnos una película totalmente diferente a las demás, tanto de escenarios y localizaciones, como de género de la película y personajes. En las anteriores películas del MCU, la seriedad de los personajes era una de las características principales, pero en “Guardianes de la Galaxia” es un estado pasajero en un par de personajes.
Desde la primera escena después de los créditos iniciales, podemos intuir por qué camino va a ir la película. En esta escena, vemos a Peter Quill buscando un objeto de valor inmenso. Al principio de la escena todo es oscuro, silencio y serio. Pero diez segundos después, empieza a sonar “Come and Get Your Love” y todos a bailar al ritmo de Peter Quill. A partir de aquí, la banda sonora y las fantásticas canciones te van llevando al ritmo que quiere el director.
Sin embargo, que la película se haya realizado con el humor como característica principal no significa que la película se vuelva aburrida y lo chistes no tengan gracia. Ni que en toda la película se estén haciendo chistes. Sino todo lo contrario, se sabe alternar humor/seriedad de manera excelente, sabiendo en qué momentos introducir cada uno. Y esta acertada decisión es lo que consigue que la película se distinga a las demás.
Otro aspecto característico de la película es la diversidad de colores que vamos viendo, ya que gracias a la amplia paleta de colores que utiliza, dependiendo del momento de la película, podemos ir viendo diferentes colores, los cuales están elaborados correctamente y suman calidad al apartado visual. En comparación con el resto de películas de este universo, esta es la primera que apuesta por una paleta de colores diversa, y que servirá como base para futuras películas dentro del MCU.
Por primera vez (dentro de la película) hemos podido ver en pantalla y hablando, ¡a Thanos! Nada más ni nada menos que al gran villano de MCU. Hay que afirmar que esta corta aparición demuestra el gran poder que tiene y que con solo su presencia impone mucho. Será de las pocas veces que aparezca hasta la esperadísima “Avengers: Infinity War”, pero como primer contacto, ha valido la pena.
De esta forma, “Guardianes de la Galaxia” nos presenta un nuevo escenario dentro del MCU, el cual es muy importante de cara a las futuras entregas del MCU, tanto por la amplitud del universo como por las nuevas propuestas mencionadas en líneas anteriores.

Capitán América es uno de los mejores personajes dentro del MCU, por no decir el mejor. En “Capitán América: El Primer Vengador” se nos mostró de manera excelente el origen del Capitán América, es decir, desde el Steven Rogers sin el suero del supersoldado y que luchaba por lograr una plaza dentro del ejército americano, hasta que logra salvar al mundo como el Capitán América acabando congelado, al mismo tiempo que tuvimos tiempo de poder verle despertar.
Pese a convertirse en un superhéroe, Steven Rogers no cambia su personalidad ni deja de lado sus principios. Esto lo pudimos ver tanto en la primera entrega como en esta, sobre todo a la hora de enfrentarse con el villano cuyo nombre da título a la película. Steven Rogers es el superhéroe que debe servir como ejemplo a los demás superhéroes: no duda ni un mínimo instante a la hora de tomar sus decisiones, lo cual le conlleva a varios momentos en los que pone en duda su propia confianza a causa de las consecuencias.
En esta segunda entrega del Capitán América, podemos ver a un Steven Rogers más completo, que está haciendo todo lo posible con el objetivo de amoldarse a la nueva época. Rogers ha estado dormido 70 años, y durante todo este tiempo las cosas han cambiado mucho, por lo que no le es nada fácil entender todo lo que se encuentra. Pero esto no es ninguna excusa para el Capitán América, ya que en cuanto aparecen las primeras amenazas de los villanos, no duda en coger el escudo y lanzarse a detenerlos.
Las escenas de acción son espectaculares, sobre todo durante el primer acto, en el que las escenas de acción se van desencadenando sucesivamente. La liberación del barco y todo el proceso que ello conlleva está narrado de manera excelente, con unos movimientos de cámara alucinantes que nos van mostrando las acrobacias y técnicas de combate de los dos superhéroes. Muy buen comienzo para adentrarnos en la historia, ya que todo lo que veremos en relación al barco tendrá una gran importancia para el desarrollo de la misma.
La elección de los villanos ha sido la más correcta dentro del MCU (puede que diga algún *SPOILER*). Por un lado, tenemos a Alexander Pierce, que en los primeros instantes lo vemos como un alto cargo dentro de SHIELD, pero que a lo largo de la historia las cosas van cambiando y descubrimos que es todo lo contrario, un miembro de HYDRA infiltrado en SHIELD. Esto se nos muestra a principios del segundo acto, cuando ya podemos ir viendo de qué bando está cada personaje. Por otro lado, tenemos al Soldado de Invierno, un antiguo amigo de Steven Rogers que ha vuelto tras haber sufrido un accidente en una misión de la Segunda Guerra Mundial y es capaz de parar con una mano en escudo del Capitán América.
Por lo tanto, tenemos a unos villanos muy poderosos que van a poner en más de un aprieto al Capitán América, pero este, con la ayuda de Viuda Negra y el Halcón (nuevo superhéroe introducido en esta película), hará frente a todos estos ataques. Estos tres superhéroes tienen una coordinación y capacidad de cooperación excelentes, demostrando que juntos pueden enfrentarse a los villanos.
De esta forma, estamos ante la mejor película del MCU y una de las mejores de superhéroes, logrando así que las películas en solitario del Capitán América sean de las mejores del MCU y una referencia para las demás.

Tony Stark está de vuelta en esta nueva entrega dirigida por Shane Black, que coge el relevo de Jon Favreau, quien dirigió las dos anteriores entregas de este superhéroe. Tras los acontecimientos ocurridos en “Los Vengadores”, Tony Stark se ve afectado psicológicamente y en momentos críticos tiene ataques de ansiedad. Esta conexión demuestra la relación entre las películas dentro de Universo Cinematográfico de Marvel (a partir de ahora MCU) y las consecuencias que van surgiendo de los diferentes acontecimientos.
Junto con estos ataques de ansiedad, vemos la personalidad de Tony Stark completa, es decir, se ha conseguido presentar a un Tony Stark con todos sus problemas, incluyendo los problemas del alcohol, ya que hay una escena al comienzo en el que se queda solo en una habitación llena de bebidas alcohólicas. Tanto en lo bueno como en lo malo, vemos al Tony Stark completo, es decir, vemos sus carencias y debilidades (el alcohol, la chulería, etc.), pero también vemos sus fortalezas (reflexivo, consciente de las consecuencias de sus actos, comprensivo, etc.). En fin, estamos ante un Tony Stark completo desde el principio hasta el final de la película.
En cuanto a Iron Man, nos encontramos con una nueva armadura y nuevas técnicas de utilización, las cuales se van mostrando sobre todo en el primer acto de la película. Es interesante que se muestre una habilidad de la armadura parecida a la inteligencia artificial: la capacidad de manejar Tony Stark la armadura sin estar dentro de ella. No es la inteligencia artificial, pero de cara a las próximas películas del MCU es un primer paso más que interesante.
También cabe destacar que a lo largo de la película se pueden ver diferentes modelos de la armadura de Iron Man, los cuales son distintos modelos que ha utilizado. Es una propuesta interesante que se muestren los diferentes modelos de armaduras y que a lo largo de la película sean útiles tanto para el propio Tony Stark como para el argumento.
En cuanto al villano de la película, si lo comparamos con los comics, deja mucho que desear. El Mandarin de los comics no tiene nada que ver con el de esta película, por lo que si lo comparamos directamente con este villano de los comics, nos llevamos una gran decepción. Pero si nos centramos en el aspecto positivo, (*SPOILER*) la idea que se presenta del Mandarín es interesante, ya que primero se os muestra como si estuviéramos ante el Mandarín real, pero con el desarrollo del argumento, parece que este Mandarín no es el verdadero Mandarín, sino que el villano principal, interpretado por un gran Guy Pearce, es el verdadero Mandarín. No se parece nada al de los comics, pero si nos centramos en el poder que tiene y su capacidad de hacer frente y poner en serios problemas a Iron Man, la verdad es que estamos ante un villano interesante.
Pese a todo, la idea de que apareciera el Mandarín como villano era de lo más interesante, ya que se trata de un villano con mucho poder y que lograría poner a Iron Man sobre las cuerdas. Aunque lo ideal para este tipo de villano hubiese sido desarrollarlo a lo largo de la trilogía y llevar a esta tercera entrega como el villano principal y poderoso (algo parecido a lo que está ocurriendo con Thanos, pero a pequeña escala).
Por lo tanto, “Iron Man 3” logra presentarnos a un Tony Stark completo, teniendo en cuenta todo lo que ya ha ocurrido dentro del MCU y que es capaz de ver su lado negativo para reforzarse y lograr hacer frente a los villanos.