La trama se resuelve con un maravillosos y rocambolesco homenaje a Tarantino en el que unos seguratas y los policías se encañonan y disparan unos a otros sin que nadie sepa muy bien porque y con que fin, y con un giro la mar de ingenioso con el que sacarse un móvil para el crimen de la manga, que en ningún momento el espectador ha podido intuir dado que aparece de repente y sin referencia alguna previa. Eso si, los malos son drogadictos, maleducados y chungos que no veas (tío).
La tensión dramática se maneja con maestría en escenas como aquella en la que vemos a la agente en plan Clarise Starling intentando perseguir a uno de los malos en la casa medio cegada por un ataque de sifón. El momento señora india autolesionandose mientras el resto del mundo, policías incluidos, charlan animadamente en el salón, tampoco tiene desperdicio. De este modo, todo se resuelve de repente y te queda la sensación de que, en realidad, la historia era una excusa para poder escuchar a Paolo Coelho, ese hombre.
Por último, la escena final de venganza es de una intensidad que firmaría el mejor Schwarzenegger de "Comando": nuestro héroe se venga del malo con una elegancia de la que solo un hombre como él, trascendente, ecuánime y apesadumbrado, podría hacer gala y vuelve corriendo para llegar a tiempo de pegar la última turra al indefenso arapajoe que previamente perdió a su hija y que ahora, intuimos, sopesa suicidarse luciendo sus pinturas guerreras, a fin de no tener que aguantar otra charla del cansino rastreador. Este último, lejos de darse por aludido, lo vuelve a hacer, como no, mientras mira fijamente al horizonte.
Lo dicho, desde mi punto de vista, claro está, una peli con diálogos muy muy flojos, con una trama bastante tramposa si hablamos de un thriller de investigación, con personajes de una pieza, predecibles y planos, rellenada, porque nunca están de mas, con escenas de motos de nieve aquí y allá y con un tiroteo la mar de gratuito. Sí a todo eso le añadimos su gusto por los diálogos extraídos de las mejores obras de autoayuda de mercadillo, tenemos como resultado un film multipremiado que hará las delicias de todos aquellos que disfrutan con películas profundas al estilo del Indomable will Hunting, otra gran reflexión, ajena a tópicos cinematográficos, sobre el hombre y su lugar en el universo.