Es una película esplendida la cual con pocas locaciones (más allá de una habitación) logra conectarnos con la historia de Nancy y de su affair Leo.

Expone la realidad de muchas mujeres las cuales, por diferentes razones, que van desde lo social, cultural o personal, han pasado su vida en la sumisión y e ignorancia ante un mundo que es tan propio para todos, pero tan ajeno para algunos como lo es el sexo.

Es una película elegante, bella, delicada y real la cual vale la pena ver y aceptarla tal y como es. Además, muy seguramente muchas nos reconoceremos en Nancy y sin mencionar la historia que hay tras Leo.

Es una obligación ver esta película, hay mucho que decir de la vida de Rosario Castellanos, y aunque el largometraje intentar abarcarlo todo se centra en su rol como escritora, académica y mamá. La actuación Karina Gidi es maravillosa y si usted ha leído escritos de Rosario, déjeme decirle que Karina en su interpretación del personaje logra trasmitir esa pasión con la cual muy seguramente Rosario escribía.

Es una película cruda y real la cual más allá de la vida de Rosario reivindica una realidad que, muy a mi pesar, aún esta vigente.

Lo duro que es para la mujer abrirse camino en el mundo de la academia, de las letras y de la vida misma cuando se le obliga a dejar se ser mujer para ser una mamá y esposa.

Unas actuaciones magnificas que estoy seguro de que te secarán más de una carcajada. Serie propicia para maratonear un domingo con la pijama puesta. Ahora, la temática para algunos será difícil de digerir en donde las mujeres buscan romper ese techo de cristal (el cual es una realidad y hay un mundo estructuralmente diseñado para un patriarcado) y unos hombres heterosexuales que no logran encontrar su lugar en un mundo este mundo cambiante.

Pero más allá del tema de fondo creo que esta serie, entre risas, invita a reflexionar entre los extremos ideológicos, nuestras conductas micro machistas y sobre el significado de ser hombre.

Además, el humor siempre será un buen conductor de esos mensajes.

Tú decides cómo tomarla, pero date la oportunidad de verla.

El entrevistador está más preocupado por hacerle “una encerrona” a su entrevistado que por dejarlo contar su versión de los hechos.

La laborar periodística está orientada a constatar lo dicho con los hechos, pero en este caso el entrevistador está más preocupado en “obligarle” decir al entrevistado lo que éste quiere que diga que por darle un espacio para contar su “verdad.”