Seré sincero, me ha emocionado. Aunque lo reconozco, soy bastante fácil cuándo se abordan temas como éste. Es una historia de lucha, de insumisión, de nadar en contra de la corriente. Trata de un hombre mayor que tiene sus principios y los respeta, un hombre que tiene un objetivo, y no se rinde. Es una persona amable y al mismo tiempo guerrera, no es tan épico como William Wallace, pero es un pequeño héroe, de esos que tanto escasean. Pero no voy a divagar más sobre este entrañable personaje.

En un contexto de crimen contra la Naturaleza, y con una banda sonora muy acertada, se narran las vidas de un grupo de asturianos que viven del campo y de un viajero escocés. Alterna muy acertadamente momentos realmente graciosos y entrañables, pero no deja de ser una película bastante seria, y intenta concienciar al espectador de los crímenes que se han estado llevando a cabo, y de como los medios de comunicación y los políticos manipulan la verdad.

21 de agosto de 2009, un día para recordar. Por giros de la vida tengo la suerte de estar viviendo en Irlanda, así que esta mañana he podido coger el tren a Dublín y allí he estado en la boca del cañon, el día del estreno. Pero retrocedamos en el tiempo.

No recuerdo cuando, a principios de este año, tuve mi primer contacto con Inglorious Basterds. Mientras ojeaba la Cinemanía de ese mes, vi al señor Brad Pitt sacando pecho en una foto. Desde ese día, esta película ha sido una obsesión para mi. Cuándo pude ver el primer trailer, me quedé boquiabierto, y luego me puse a gritar. Ví ese trailer decenas de veces, una detrás de otra. Empecé a contar los días que quedaban para el estreno, el 21 de agosto. Por aquel entonces faltaban unos 180 días.

179... 178...

Fue pasando el tiempo.

115... 114...

Todos me decían que me estaba haciendo muchas ilusiones, que seguramente me llevaría una decepción.

92... 91...

Pero yo sabía que no. El tema de los nazis es algo que me afecta mucho. Y como ferviente seguidor de Brad Pitt (en especial de Tyler Durden), sabía que este actor matando nazis dirigido por Tarantino, no me podía fallar.

57... 56...

Sangre, diversión, crueldad, carcajadas, venganza, emoción.

23... 22...

Sabía que todo eso me esperaba.

11... 10...

El gran día se acercaba.

5... 4...

Por fin.

2... 1...

INGLORIOUS BASTERDS

Allí estaba en la primera fila, moviéndome nervioso en la butaca, no podía contener la emoción. Entonces, sucedió. Se apagaron las luces y empezó la magia, o mejor dicho, la masacre. Dialogos impresionantes, violencia sin control. Tarantino en estado puro. Risas, risas y más risas. Brad Pitt y los Bastardos impresionantes, los nazis también (mención a Christoph Waltz). Más de dos horas y media de metraje que se me pasaron volando. Increible. Es imposible describir lo que he visto, hay que vivirlo en primera persona. Si quieres ver a las ratas de los nazis recibir lo que se merecen, ves al cine a ver la película. Para mi, éste es uno de esos films que sientes cercanos a la perfección. Todo rueda solo, cada escena es magistral, arte, poderío visual. Al fín he podido verla, y es aún mejor de lo que me esperaba.



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La primera regla de los Bastardos es que se debe hablar de los Bastardos.
La segunda regla de los Bastardos es que se debe hablar de los Bastardos.
La tercera regla es que hay que ser crueles con los alemanes.
La cuarta regla es que los Bastardos son ocho soldados.
La quinta regla es que cada Bastardo debe traer un centenar de cabelleras nazis.
La sexta regla es que se lucha con botas y cuchillos.
La séptima regla es que los Bastardos no pierden el tiempo haciendo prisioneros.
La octava regla es que si sois nazis, debéis morir.