Finalmente, se agradece una película que capte en profundidad la esencia de la obra de Philip K Dick. Otros filmes basados en novelas de este autor pueden ser buenas, incluso clásicos indiscutibles, pero en ningún momento se alcanzó como en A Scanner Darkly la paranoia, la angustia, y la desconfianza que muchos libros de Dick transmiten.

Una presentación atrevida y poco común, así como muy vistosa, añaden una dimensión más a una historia acerca de la drogadicción y el sentirse permanentemente vigilado, sobre las alucinaciones y el control totalitarista gubernamental, y sobre todo, sobre el llegar a un punto en que uno mismo no sabe ni quién es, ni por qué está en el punto al que ha llegado.

Hay quien dice que le recuerda a "Exploradores"... En mi caso, durante buena parte de la película la sensación que he tenido ha sido la de ver una versión maquillada de "E.T."

Creo, en general, que es una película amigable, que se deja ver, no se hace pesada y cumple bien con su cometido de entretener... Pero que no va mucho más allá (y tampoco da la sensación de que realmente quiera hacerlo). Creo que la cinta pasa por tres etapas bastante diferenciadas... Durante una primera parte, la sensación general es la de "no se qué demonios está pasando aquí, qué película más rara". De golpe y porrazo, pasamos a un segundo tercio en el que uno se entera de todo, y empiezan a pasar cosas a medida que los personajes atan cabos (o fase "ah, vale, eso explica muchas cosas"), y por último, como ya se ha indicado por aquí, llega un momento en el que la cosa empieza a decaer, hasta llegar a un final bastante predecible y estereotipado.

Sin embargo, como película para ver en familia, puede servir a la perfección.

Una película maravillosamente ambientada, con una fotografía excelente y algunos actores sublimes... Pero que hace aguas por todas partes. Un desarrollo argumental totalmente inconexo, que al tratar de condensar cinco o seis libros en tres (eternas) horas, deja más cabos sin atar que atados, unos diálogos sosos, insustanciales...

En resumen, mucha promoción y mucho actor de renombre para una película que no merece ni la mitad del bombo que se le ha dado.

Casi hubiese preferido una película por libro de Alatriste, y tener que ir media docena de veces al cine.

Mentes en Blanco peca de lenta, de sosa, de no saber mantener atento al espectador, ni de implicarle en la trama. Es por ello que, un final con un par de giros que podrían resultar bastante notorios y sorprendentes queda diluido en una cinta sin emoción ni destellos de genialidad.

Para pasar un rato viéndola con unos amigos está bien, pero no ofrece un entretenimiento demasiado consistente.

Realmente, una película extraña.

Ambientación y fotografía impecables, pero algún que otro altibajo en el desarrollo. Mientras que algunas escenas resultan trepidantes, en ocasiones la acción se ralentiza, y se pierde el ritmo.

Y tal vez por el hecho de no estar traducida, y que haya grandes periodos de la película en la que no se dice una sola palabra, en ocasiones uno queda desconcertado, sin saber bien qué está pasando, incluso rozando, en algún momento, el límite del desinterés, al no obtener nada concluyente.

Con todo y con eso, en conjunto, una buena película que merece la pena ver.