De nuevo vuelve a decepcionarme Clint Eastwood en su faceta de director, en la que tiene buenos títulos, pero también infumables películas como la que se presenta, en la cual se intenta dar pena con gran acierto, porque si ése es tu objetivo, tan solo tienes que coger a un niño huérfano y maltratado para hacer un auténtico drama con el que todo el mundo llore.
Los dramas me parecen muy banales y superficiales, porque dar pena es muy fácil, por ello no se porque Clint, se sigue quedando en lo fácil, posiblemente eso sea lo que de dinero...

Al margen de lo puramente dramático, la historia es lenta y soberanamente aburrida, tan solo cuando parece dar un giro y pasar algo que haga que cambie esta percepción, ya llevas sentado en la butaca 2 horas y lo que pasa es que caen los créditos, dejando un final por el cual te duele haber perdido el dinero de tu entrada.

"¿Sabes Utivich?, puede que ésta sea mi obra maestra", ésta es la última frase que se pronuncia en la película, mientras dos de los protagonistas, miran a cámara fijamente en un plano corto.
Toda una declaración de intenciones del brillante Tarantino, que en ésta película crea un mundo nuevo, el de Malditos Bastardos, que te sobrecoge y lleva hasta el final de la película, haciendo que el espectador quiera ser partícipe de la trama.
Más que excelente la ambientación y aura creadas por el director, incluyendo un magnífico vestuario y una soberbia fotografía, con mención especial para la música que de nuevo corre a cargo del genio Ennio Morricone, una joya para escucharla con detenimiento.

Tarantino demuestra gran maestría jugando con el tempo de la película y la acción de ésta, para así dar un aspecto de transiciones de escena, que perfectamente podría haber sido obra de un magnífico cómic.
Un reparto envidiable con estrellas como Brad Pitt, que está inmenso en esta película, junto con Christoph Waltz, que es la gran revelación de este filme.

Genial obra cinematográfica que todos deberían ver y experimentar como es entrar en el mundo estos magníficos Bastardos.

Excelente película del genial Allen, que tras varias películas en las que habrá querido investigar otros mundos, vuelve a darle su toque más particular, con grandes dotes de humor y vuelve a llevarte a su terreno, en este caso a transportarte a su nuevo mundo, la Francia de la Boheme, en los años 20.
Woody vuelve, pero no vuelve. Nos trae su cine, aquel que lo hizo grande, y que con gran maestría impregna en este filme, pero es algo nuevo en su carrera, aunque con cierto paralelismo con Match Point, ya que es moralizante y con sutil moraleja, que tan solo es el acertado reflejo del hombre moderno y del hombre de hace 40, 80, o 120 años, con la curiosa perspectiva de que todos ven su forma de vivir y su mundo de igual manera.
Del mismo modo con su película nos trae al Woody de hace 30 años, pero nos refleja la hombre moderno y a la vez al de hace 30 años, algo que toma sentido y tan solo se explica viéndola.
Alguien dijo alguna vez que las buenas películas son aquellas que no te dejan indiferente, esta es una de ellas...algo para no perderse.