Y creo que es el desarrollo perfecto teniendo en cuenta la historia que nos quiere contar Charlotte Wells: Mi padre me quiere y mis recuerdos son bonitos, pero había muchos detalles en los que se veía que no estaba nada bien.
Sencillamente, me parece precioso y muy importante que quiera contarnos cómo consigue analizar y enfrentarse a todas esas pistas, que no lograba entender siendo niña en el último verano con su padre; sobre la depresión que él cargaba.
Me parece una idea simple para argumento (que, además, es verídica) llevada de la forma más natural y realista que se puede ver.

Por lo visto, en esta versión, la escuela-aquelarre de danza busca una nueva candidata a reemplazar el cuerpo de una de las tres madres: Suspiria.
Lo increíble de la película original es que, la protagonista, no quiere estar ahí. Se siente atrapada y tiene miedo.
Aquí, la protagonista, a parte de parecer que tiene una empanada mental brutal o va drogui todo el tiempo; está encantada. No hay dilema en esta historia. Parece una película de comedia romántica sobre como un aquelarre encuentra a su bruja perfecta y todos son felices al final. Se han olvidado de incluir un nudo. Aquí en enseñarte la academia y ver como se convierte en bruja. Fin.
La escena del aquelarre es horrible. Es cutre y no sabría decir que es lo que tendría que sentir con ella. Miedo? Que mola? Y no remonta con lo que queda de película tras eso. Una vez más: Luca, ¿qué querías decir mostrando la fachada de la casa de campo del psicologo? ¿Nostalgia? ¿Ternura? ¿¡PERO A QUÉ VIENE ESO!?

Brutal como ha conseguido enfadarme este filme. Al final que he sentido algo: desesperación y enfado porque no se me van a poder devolver estas 2 horazas y media tan yermas e inútiles

Ojalá no hubiese basado tanto suspense en una metáfora, para mi, muy explotada en nuestro tiempo.
Es algo que se te pasa por la cabeza en algún momento del desarrollo, pero creo que esperas algo más que una metáfora tan obvia.
Vale la pena verla pero se me hace un tanto pretenciosa.