Una película entretenida sin más. Buenos efectos especiales con los típicos gags de humor americano. Nada que no hayamos visto antes. Se nota que uno de los productores es Chris Pratt ya que se reserva el protagonismo del film con algunas frases durante el mismo dignas de una parodia de aventuras y donde nos queda claro que él y solo él es el heroe de la historia. Para pasar el rato.

Pese a haber sido un éxito de taquilla y tener sus puntos de gracia (para eso es una comedia), la película tiene un argumento que no hay por donde cogerlo. Es lógica que para tratar de contar una historia divertida haya que tomarse ciertas licencias, pero una cosa es eso y otro retorcer la realidad hasta perder toda credibilidad la historia.

Tenía muchas ganas de ver esta película y ha sido una decepción absoluta. Por momentos se hace larga e incomprensible para el espectador. Igualmente hay tramos de la película mal hilados y que no tienen sentido alguno. Otra cosa que resulta insufrible es esa escenas innecesariamente largas que no tienen sentido alguno.

Se supone que estamos en tierras anglosajonas en la Edad Media y el protagonista es un actor con rasgos indús y durante la película aparecen actores de color negro (no sé si habría muchas personas de esas razas en Inglaterra durante aquella época).

Este tipo de detalles junto con la manía del director de tener música de iglesia durante toda la película hace que sea complicada tomarla en serio.

Partiendo de la base de que como casi todas las películas de acción de Tom Cruise están enfocadas al lucimiento personal del actor, esta película es diferente. Es una película de ciencia-ficción con ciertos toques de humor (tranquilos, no es una comedia de cienci-ficción) muy entretenida y muy bien hecha. Además, es una película donde podemos ver al bueno de Bill Paxton en una de sus útimas películas. Emily Blunt como siempre: estupenda a todos los niveles.