La guinda, la (breve) aparición de Val Kilmer. Seguro que si disfrutara de mejor salud, el actor hubiera optado a un papel más destacado.
La re-guinda, el guiño absoluto a Star Wars Episodio IV (la primera en estrenarse).

Las escenas de acción, que intentan ser Bournianas, no tienen ni pies ni cabeza. Vale que los malos siempre son de puntería dudosa en las pelis de acción, pero aquí son unos inútiles absolutos pese a ser contratistas de seguridad privada.
El motivo por el que deciden que hay que eliminar al protagonista tampoco queda nada claro, como descubren donde se esconde, qué pasa con la vacuna, quien está detrás de Rusty,…
Mención especial merece la escena final. Es que no hay por donde cogerla. Se plantan en el rancho del malo, con cuatro tiros mal pegados acorralan al malvado Rusty, el colega - que está aguantando el tipo en su tiroteo con Rusty, que con esa puntería no ganaría ni un peluche en la feria - decide levantarse y quedarse de pie delante del del rifle, aún así le consigue dar un tiro en la barriga (lo dicho, Rusty es de lo más inútil que puedes ver una peli de acción), llega el otro y le pega un tiro, sin más.
Y el remate es que cuando su amigo se está muriendo en Berlín, le salva la vida haciéndole una transfusión de sangre en una alcantarilla - toma ya - pero en los Estados Unidos y con un coche no es capaz ni de llevarlo a un hospital. Es que el ****** ni corre con el coche para intentarlo.
Mención especial para la rodilla de Chris Pine, que le hace ir cojo patapalo o poder hacer los 110 vallas según el momento.

El colmo de la peli es que después de todo el súper montaje CÍA-FBI-otros-cártel rival…. el plan consiste en que el tío secuestre a un sujeto porque va a casa del malo malísimo (primera y última escena en la que va a salir) para llegar allí y cargárselos a todos con suma facilidad. De hecho, el hecho de secuestrar al fulano no le sirve para absolutamente nada ya que desde que llega se dedica a pegar tiros por doquier, con una precisión que flipas, eso sí.

Mención especial para el trato del aprendiz de mafioso metrosexual con el agente corrupto: a cambio de la chica te doy la cold wallet, que es el único motivo por el que busco a la chica. Un crack el tío, si no se lo cargan podría haber sido el nuevo Corleone.

Y fuera de concurso la escena final cuando nuestro protagonista salva al malo (que está todo el rato intentando matarlo) para sacarlo de debajo de una reja que tampoco parecía que lo estuviera asfixiando, para darle la oportunidad de matarlo a placer. Menos mal que ahí entra el rinoceronte (FX hechos con un Amstrad de cassette) para empitonar cuál Miura.

En serio, que despropósito.