Qué vergüenza y qué desperdicio de recursos.

Publicitan la serie como "la más cara de la historia", y se hacen con parte de los derechos de la obra de Tolkien. Lo que es el márqueting lo tienen dominadísimo, pero se han olvidado de un pequeño detalle: esto es un producto audiovisual que consiste en contar una historia. Y esa historia debe interesar al espectador.

Mira que, habiendo comprado los derechos, tienen ya definidos los arcos argumentales y el carácter de muchos personajes. Simplemente tenían que darles algo más de forma, y contar bien la historia. Pues hasta en eso han metido la pata.
Galadriel tiene de la Galadriel original las orejas de punta y el pelo rubio. Y ya.
Todos los personajes están huecos, desdibujados, y las tramas son de lo más absurdo, lo que hace que si algún actor consigue darle algo de sustancia a quién interpreta, al momento la serie se lo carga haciéndole actuar de un modo que vaya contra todas sus motivaciones.
Los escritores buscan el golpe de efecto, la acción y la espectacularidad de los efectos especiales, y por ellos sacrifican la línea argumental y la construcción de personajes. Tremendamente simplista su modo de reflejar a Galadriel y su poder: la convierten en una especie de super-guerrera cabreada con el mundo que te parte las piernas en un tris. Qué daño han hecho las pelis de superhéroes.”

Esta serie falla, ya no sólo en adaptar la obra, sino en contar una historia bien contada. Y es que, aunque hubieran cambiado cosas respecto a los libros, si al menos hubieran escrito unos personajes con algo de sustancia, y una buena historia, seguro que mucha gente la hubiera disfrutado.

El guión da vergüenza ajena, las tramas están plagadas de agujeros, contradicciones, McGuffins y Deus Ex Machina ("lo hizo un mago"). La construcción de los personajes da para escribir un libro sobre cómo no hay que hacerlo.

En resumen: Un desastre absoluto que viene a demostrarnos que por mucho dinero que se queme en CGI, márqueting, directores consagrados y comprar derechos de obras tremendamente populares, la gente no es tonta.
Si tu historia se pasa la obra original por el arco del triunfo, perderás a parte de los fan de dicha obra. Si encima no eres capaz de contar una historia alternativa que valga la pena, pierdes al resto de espectadores.

La serie es visualmente espectacular, está bien dirigida y bastante bien interpretada. Me sorprendió que no contrataran a actores más conocidos, visto el esfuerzo que se puso en publicitar la serie, pero supongo que por alguna parte había que recortar. Pero el problema no es ese: un actor hará lo que pueda con el guión que se le da.
El problema de esta serie es lo básico: historia, personajes, tramas, arcos.

Una serie de fantasía mediocre pese a tener la mitad del trabajo hecho con la obra del Tolkien. Una falta de respeto a los personajes y la tierra media. Y lo peor, un producto audiovisual que ni entretiene ni engancha, con una escritura tremendamente perezosa.

* Sobre la polémica superficial (como todo el esta serie) que se ha dado en redes sobre la diversidad de los personajes, mi único comentario es que esto es un mundo de fantasía, hay semidioses, razas inmortales, dragones, árboles que hablan y encarnaciones del mal. El color de la piel de los personajes y las leyes de la biología sobre el nivel de melatonina en piel sólo son relevantes para quien busque "realismo" exclusivamente es este punto, que ya hay que ser específico y te tiene que molestar mucho verlo en pantalla.

Ruben Östlund es un buen director de cine, que escribe guiones brillantes y suele crear situaciones moralmente reprobables y hacer una crítica ácida de la sociedad, especialmente todo lo que suene a élite y gente rica.
En "Fuerza Mayor", se ríe de los valores familiares.
En "The Square", se ríe del elitista y a menudo absurdo mundo del arte.
Y en "El triángulo de la tristeza", empieza por mofarse del mundo de la moda y los influencers, para seguir con un escenario que representa al capitalismo (el barco) con todas sus clases y cada uno en su lugar, y terminar con una lucha de clases.
No especifico mucho la temática porque parte de la gracia de las películas de Östlund es ir a verlas sin saber de qué van, abrir la mente y dejarte llevar por la situación.

Mi problema con Östlund es que a veces se cree más genio de lo que es (o eso me parece a mí), y cae en un cierto onanismo fílmico en el que no sabe cuándo debe cortar, editar, y terminar la escena. Y es que lo que a él le puede parecer una situación desternillante, para los espectadores puede convertirse en una escena interminable. Pasó en The Square con el hombre simio, y pasa todavía más en esta película, en la segunda parte. La escena escatológica es un punto de inflexión y se comprende que se le de algo más de metraje para cebarse un poco con los personajes, esto es una crítica, aceptamos barco (jeje). Pero llega un punto en que se hace repetitivo, no se aporta nada nuevo, y se hace todo muy largo. A menos que tengas un humor de caca culo pedo pis como los americanos, supongo. La han nominado como comedia y no puedo dejar de pensar que es por el factor vómitos-diarrea que ellos encuentran tan tremendamente divertido.

La tercera parte en la isla es quizás la más floja, el ritmo es desigual y el mensaje se diluye un poco ya que parece que el director aprecia tanto a algunos personajes, que es incapaz de dejarlos de fondo y dar prioridad a los nuevos protagonistas.

Película recomendada, algo diferente, bien dirigido, bien interpretado, y ácido.
Algo de sorpresa por la Palma de Oro de Cannes, ya sé que ganó con The Square y a la élite francesa le gusta mucho ir de progre y concienciada social de cara a la galería, pero pensaba que lo escatológico rebaja bastante el nivel. Quizás el caca culo pedo pis es más mainstream de lo que pensaba.

Ojalá en la próxima se ría del mundo del cine, los festivales, y las alfombras rojas.

Confieso que antes de ver la serie no conocía de la existencia de los libros, e ignoro cómo serán de largos, pero al adaptar el guion han tratado de abarcar tantas cosas, tantos personajes, tantas tramas, que llega un punto en que o desaparecen por arte de magia, o te da la risa porque esta mujer va a dos desgracias (de las que te marcan la vida) por capítulo, y si acaso le metemos un par de palizas también. Y esto es una miniserie, señores. Sinteticen, que si no la audiencia se pierde, se aburre, o se insensibiliza ante tanto desastre.

Lo mejor: El reparto en general, defienden muy bien unos personajes y un guion complicados - en especial Natalia Verbeke, y la siempre solvente Verdú. Los secundarios en general, muy bien también, destacando Tomás del Estal y Unax Ugalde. Hay un par de decisiones de casting algo cuestionables, aunque las achaco a que como ya digo es un guion muy difícil de defender, y no todo el mundo está a la altura del tándem Verbeke-Verdú.

Lo peor: es una historia dura e intensa, deberían haberla adaptado mejor. Como digo, nos perdemos con tanta trama secundaria que de repente *pluf* desapareció. Los personajes también pierden mucha coherencia, porque pasan tantas cosas, y tan deprisa, que o no te da tiempo a ver cómo se lo están tomando todo, o de repente se ponen a hacer lo que hace diez minutos dijeron que no harían en la vida.
El reflejo del proceso judicial es pobre y efectista.
Las imágenes de los niños huyendo por el bosque se hacen cansinas, que ya lo hemos pillado, ya vale.
Lo del lobo ¿?

Leídas las críticas sobre la serie a día de hoy, a los de las conspiranoias les invito a hacer un ejercicio de reflexión antes de indignarse: Véanse enterito el top de filmaffinity aplicando los mismos criterios, a la inversa. La historia (memorable) del cine está llena de hombre nobles tratando de hacer el bien y mujeres fatales, viajes del héroe, y personajes femeninos como "novia de" o recompensa. Para gustos los colores.
Por desgracia la serie se queda coja sin entrar a ver subtextos, una pena.